Navarra mantiene estable la ocupación hospitalaria por la COVID-19 y suma 24 decesos en una semana
La presión hospitalaria causa por la COVID-19 en Navarra sigue con una tendencia de estabilidad e incluso ligeramente a la baja. Son 151 las personas ingresadas en la red hospitalaria de Osasunbidea, cuatro menos que las 155 que había este martes, la anterior jornada con datos del Ministerio de Sanidad. En la UCI, en cambio, la situación es idéntica, con cinco personas en estado crítico. A nivel comparativo, los datos son ligeramente más altos comparativamente en planta y más bajos en UCI. Ha habido 24 decesos en la última semana.
En Navarra, en todo caso, la transmisión sigue siendo muy alta entre los mayores de 60 años, que es el colectivo más vulnerable. Entre sexagenarios la tasa es de 882 casos por cada 100.000 personas en 14 días, entre los septuagenarios sube a 1.385 puntos y aún se eleva más, hasta 1.806, para los mayores de 80 años. La predicción es que dentro de una semana todos esos indicadores bajen.
Por otro lado, el Departamento de Salud del Gobierno de Navarra ha incidido este viernes en la importancia de que la ciudadanía se proteja y proteja especialmente a las personas mayores y vulnerables también ante las altas temperaturas, propias de esta época estival. “Esta población es más sensible al calor excesivo porque tiene reducida la sensación de calor y, por lo tanto, la capacidad de protegerse; también tiene disminuida la percepción de sed y la capacidad de sudar y de vasodilatación”, se ha explicado en un comunicado.
Por estos motivos, la salud de estas personas puede empeorar si padecen, además, algunas enfermedades crónicas (diabetes mellitus, obesidad mórbida, etc.), enfermedades cardiovasculares, respiratorias y mentales (demencias, Parkinson, Alzheimer...) o por sus tratamientos correspondientes. Por este motivo, desde Salud Pública se han planteado una serie de recomendaciones para prevenir problemas de salud asociados al calor en las personas mayores.
En primer lugar, protegerse del sol evitando salir a la calle y hacer esfuerzos físicos en las horas de más calor (entre las 12.00 y las 17.00 horas). En segundo lugar, es muy importante hidratarse bien y, por lo tanto, beber más agua y líquidos frescos de manera frecuente sin esperar a tener sed, evitando bebidas con cafeína, azucaradas o alcohólicas. También es conveniente preparar comidas ligeras como, por ejemplo, ensaladas, verduras, gazpachos, frutas... Asimismo, es muy recomendable permanecer en ambientes o lugares con temperatura fresca: mojarse, ducharse o bañarse con agua fresca, usar ventilador o aire acondicionado o pasar ratos en lugares climatizados (cines, cafeterías, comercios, etc.). En casa, evitar que el sol entre directamente, bajando las persianas, y ventilarla cuando la temperatura exterior sea más baja.
Por otro lado, Salud ha recomendado evitar realizar esfuerzos físicos e intensos en las horas centrales y de más calor del día y vestirse con ropa holgada, transpirable y de tejidos ligeros. Igualmente, ha llamado a consultar a los servicios sanitarios ante la aparición de fiebre alta, alteración del estado de consciencia o confusión, cambios en el comportamiento, mareo, pérdida de conocimiento o si se tienen dudas con la medicación que se esté tomando en ese momento. Para quienes cuidan a personas mayores, sean familiares o profesionales, o están cerca de ellas, “es importante estar pendientes, recordándoles estas recomendaciones, contactando al menos dos veces al día, asegurándose de su estado de salud y de que aplican estas medidas”.
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