Navarra cuenta con casi 36.700 donantes de sangre que abastecen a 8 hospitales
En Navarra hay 21.945 donantes activos, los que han donado sangre al menos una vez en los últimos 3 años, y 14.826 han donado sangre el último año. Donantes, más importantes que nunca en los meses de verano, en los que siempre descienden las reservas de sangre porque los voluntarios acuden con menor frecuencia a donar. En este momento, el Banco de Sangre de Navarra se encuentra bajo mínimos del grupo sanguíneo RH -, mientras que las reservas del resto de grupos están en niveles óptimos.
En verano se reduce la demanda se sangre porque también se reduce la actividad asistencial, como las cirugías. Sin embargo, el Banco de Sangre mantiene la actividad y la preocupación porque en este periodo estival también se reducen las donaciones, motivo por el cual intensifican las campañas de llamamiento y de promoción de la donación de sangre.
Desde el Banco de Sangre, en verano, se organizan para evitar que las reservas caigan más de lo habitual o para organizar campañas puntuales en caso de necesidad urgente. “De todas formas lo más importante es adaptarnos siempre a las necesidades y gestionar muy bien las citaciones de los donantes en los distintos puntos de extracción, en nuestro caso en Pamplona, en Tudela y en la Unidad Móvil que recorre más de 70 municipios de toda la CFN”, dice el director del Banco de Sangre, Pablo Rodríguez. Además, “en Navarra los donantes responden con gran celeridad a cualquier llamamiento y, en este aspecto, la voluntariedad, el altruismo y la generosidad es máxima”.
El Banco de Sangre tiene la función de que la Comunidad Foral sea autosuficiente en el abastecimiento de sangre de 8 hospitales (antiguo Virgen del Camino, antiguo Hospital de Navarra, Clínica Ubarmin, Reina Sofía de Tudela, García Orcoyen de Estella, Clínica Universidad de Navarra, Clínica San Miguel y San Juan de Dios), aunque en caso de necesidad todas las Comunidades Autónomas se apoyan, sobre todo las más cercanas, en el caso de Navarra, País Vasco, Aragón, La Rioja e, incluso, Cantabria.
El Banco de Sangre gestiona las reservas que proporciona ADONA, la Asociación de Donantes de Sangre de Navarra. “La mejor forma de que no haya necesidades urgentes es coordinarnos muy bien con ADONA para las campañas de promoción de la donación y con los 8 Servicios de Transfusión Hospitalarios. Cada Hospital, semanalmente, nos envía las previsiones de transfusión dependiendo de los pacientes”. A pesar de la buena organización, dice el director del Banco de Sangre, “surgen situaciones imprevistas que hacen que tengamos que actuar con premura para evitar roturas de stock”.
Caducidad de la sangre
Dentro de la utilidad de la sangre, unos componentes son más difíciles de gestionar que otros. Por ejemplo, las plaquetas son las más perecederas, caducan a los 5-7 días de la extracción, el plasma se conserva congelado, con una vida de unos 3 años, mientras que los glóbulos rojos se conservan en neveras y caducan a los 42 días. Estos periodos de utilidad tan cortos hacen que la sangre se tenga que ir renovando constantemente, a pesar de que sea utilizada o no.
Otra de las dificultades con las que se encuentran es que los donantes hay que ir renovándolos porque se jubilan como donantes a partir de los 65-70. “Es importante, por tanto, concienciar a los jóvenes a que se hagan donantes de sangre. Con que el 5% de la población en edad de donar (18-65 años) sea donante, es suficiente para cubrir las necesidades de sangre de esa población”.