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María Jesús Cedrún: “El PP no ha cumplido nada de lo que prometió”

María Jesús Cedrún en su despacho de UGT

elDiario.es Cantabria

María Jesús Cedrún lleva once años como secretaria general de UGT-Cantabria y aún tiene por delante casi 12 meses para seguir defendiendo los intereses de los trabajadores, ya que el 10 y 11 de junio del próximo año se celebrará el Congreso Regional del sindicato, en el que se elegirá a un nuevo secretario general. Cedrún no se va por estar “cansada”, sino porque siempre ha sido defensora de los límites de mandatos, y se va satisfecha y orgullosa por llevarse consigo un “bagaje que muchas personas envidiarían”.

Profesora de profesión y sindicalista por convicción, defiende enérgicamente los movimientos sociales, como el 15M, y no “perdonará nunca” la modificación de la Constitución durante la recta final del Gobierno de Zapatero, ya que fue el origen de “todas las políticas de recortes”, algo que se hizo “siendo plenamente consciente” junto con el Partido Popular.

María Jesús Cedrún nació en Renedo de Piélagos el 26 de diciembre de 1959 y, aunque deja la Secretaría General de UGT en Cantabria, seguirá siempre ligada al sindicato.

¿Cuál es el balance que hace a estas cuatro legislaturas al frente de la Secretaría General de UGT?

En estos once años que llevo al frente del sindicato han sido muy diferentes. Cuando empecé, lo hice a 20 días de una huelga general que se hizo a Aznar porque quería recortar unas prestaciones por desempleo y otra serie de medidas. He vivido al frente del sindicato una etapa de bonanza económica, aunque yo lo calificaría de despendio económico y de vivir fuera de la realidad. Después, vino todo el golpe de la crisis, que en Cantabria se empezó a notar en los últimos 4 meses del 2008, ya que en la región siempre llega un poco más tarde y nos recuperamos también más tarde, quizá por nuestro tejido productivo y nuestras características productivas, así que los últimos cuatro años han sido de una profunda crisis económica, social y democrática. Creo que económicamente no nos hemos recuperado y todavía van a venir tiempos más duros. Tengo unas perspectivas muy duras de lo que puede pasar en los próximos 4 años. Los dos siguientes van a ser muy duros porque no va a haber recuperación económica, todo lo contrario, veremos más cierres de empresas y más problemas en los que se refiere al trabajo. Luego es muy profunda porque ya hay mucha gente fuera de lo que es el sistema de trabajo, casi 25.000 personas en Cantabria paradas de larga duración y que se repiten los nombres. El balance de los 6 últimos años ha sido terrible, aunque estoy convencida de que si los sindicatos no hubieran existido, la caída hubiese sido aún más dura.

¿Cómo deja el sindicato?

En lo social lo dejo con esperanza porque hay un nuevo gobierno, que aunque no genere demasiada esperanza porque ya vivimos dos legislaturas con ellos, han sido tan terribles estos últimos 4 años que un rayito de luz es una alegría. Estoy encantada de haber desalojado al Partido Popular, que no han tenido sentimientos y parece que se han movido por la venganza.

En cuanto a la parte interna, vienen unos momentos preciosos, de cambio radical en cómo nos organizamos internamente. Muchos de los problemas de enfrentamientos entre las federaciones y la unión va a desaparecer porque los secretarios generales de las federaciones se van a incorporar a la ejecutiva regional, con lo cual es más compartido y yo creo que se va a hacer más UGT. Ahora está más parcelado porque la sanidad pública, los responsables están en la federación la que se encarga y no es un problema de los trabajadores de la sanidad, al igual que ocurre con la educación, y eso es un papel de todos, que es algo que reivindica UGT.

UGT también se ha visto salpicado por casos de corrupción en los últimos años, ¿qué opinión tiene al respecto?

Es verdad que en algunos casos, ciertas personas del sindicato han dado motivos sobrados para ese descredito, como lo ocurrido con las tarjetas black, algo que no perdonaré en la vida. Pero entre este tema y lo ocurrido en Andalucía y Asturias, hay 8 personas imputadas y parece que son 80 por la dimensión que se le ha dado, que no digo que no haya que darla, pero creo que había una estrategia marcada del deterioro de imagen y prestigio del entorno de los sindicatos, ya que se buscaba el desprestigio de unas organizaciones, como UGT y CCOO, las únicas que tenían capacidad para movilizar al país porque estamos en todos los pueblos, empresas…

Después, hay 80 condenados por participar en movilizaciones y piquetes con sentencia de cárcel por petición de la concejalía, por lo tanto hay una desproporción, al final qué somos, ¿una organización de chorizos o luchadores? Y esto se hace para que la ciudadanía se desmovilice, para que no tengamos credibilidad, pero lo han conseguido a medias.

Cantabria es una de las comunidades autónomas con mayor tasa de contratos temporales.

Estamos a la cabeza de todo lo malo, a pesar de ser una Comunidad Autónoma que podría haber dado otras oportunidades, pero no se ha hecho y no se ha trabajado. En cierta medida ha mejorado el número de contratos, han descendido las cifras de desempleados, pero se debe a una trampa administrativa que ha sido por los contratos de incorporaciones locales, que no generan economía productiva. El objetico político era rebajar las cifras del paro, como no se había conseguido desde el trabajo, la solución era trampear para rebajar dichas cifras a los mismos niveles o inferiores a cuando llego el Gobierno del PP a Cantabria, pero es todo ficticio. Es verdad que aumenta la contratación, pero aumenta la temporalidad. En la economía, la sensación de inseguridad e incertidumbre que aún tienen los empresarios, se traduce en que no contrate de manera indefinida y esto se debe también a la normativa laboral, ya que pone a disposición de los empresarios cualquier herramienta para no tener que “cargar” con un trabajador.

¿La formación que imparten los sindicatos forma parte de su estructura?

Yo reivindico el derecho de los sindicatos a dar la formación para el empleo porque el dinero para la formación viene del mundo del trabajo y del Fondo Social Europeo. IFES es una fundación 100% UGT destinada a la formación, no existe ningún vínculo, ya que los trabajadores son contratados por IFES. Para acudir a los planes de formación, como es una fundación, la ley de fundaciones impide que si la Administración Pública le da una subvención sólo le deja hacer una subcontratación. Esta tan desvinculado que a los planes de formación acude directamente IFES para esa subcontratación. Pensar que una parte de la formación sirve para una parte de la financiación del sindicato, en nuestro caso es absolutamente imposible porque está totalmente desvinculado.

Ha criticado en numerosas ocasiones la falta de diálogo social del Gobierno de Cantabria, ahora qué se va a producir un cambio, ¿qué se ha cumplido y qué no desde la Ejecutiva?

No se ha cumplido nada, ni siquiera aquellos proyectos que se presentaron en Ibercantabria y que algunos pensamos que era una locura y para ellos la estrella. Ya no voy a hablar de lo que se comprometieron en cuestiones de justicia, dependencia, educación… Con UGT no ha existido ningún tipo de diálogo. Nada más tomar posesión nos llamaron para el diálogo social, firmamos un pacto de legislatura, hicimos nuestras propuestas junto con la patronal y comisiones y firmamos un pacto de legislatura porque creíamos que era bueno para Cantabria, pero nos utilizaron para la foto y no hemos vuelto a saber más. También hemos tenido reuniones esporádicas, como cuando UGT presentó el recurso a la adjudicación de las obras de Valdecilla en contra de la colaboración público-privada, que nos llamaron para que lo retirásemos.

¿Qué espera del nuevo Gobierno que está próximo a constituirse?

Les pido que tengan capacidad de diálogo y capacidad para asumir propuestas que sean hechas de otros ámbitos y consideren que son buenas, es decir, capacidad de reflexionar y de debatir las propuestas que vienen de fuera. Además de cercanía para con los problemas de la gente, objetividad en la toma de decisiones y no el sectarismo que ha tenido el PP.

Los trabajadores de Sniace llevan años luchando por sus derechos, pero otras empresas se han sumado como Bosch y Nestor Martin.

Son situaciones complicadas. Nestor Martin nace de una manera poco transparente y se ha mantenido por un apoyo institucional con dinero de todos los cántabros y en el momento en que eso no se puede seguir sosteniendo, se cae. Tendremos que esperar para saber qué empresa lo coge y cuál es el plan de viabilidad. Además, se cree que Teka aporta tres millones de euros que corresponden a los despidos y eso no es cierto porque los trabajadores no firmaron ningún papel en el que renunciaban o daban consentimiento para que se integrase en el capital social. Si hubiese sido así, los trabajadores hubiesen tenido representación en el Consejo de Administración. El dinero es el equivalente, pero no el del despido de los trabajadores. Lo que hemos hecho desde UGT es denunciar a Teka y estamos esperando fecha del juicio.

Ya hay fecha para el Congreso Regional, ¿qué espera que ocurra?

El papel del nuevo secretario general va a ser muy bonito, va a aportar gran capacidad de entendimiento, va a ser necesario que tenga mucha empatía dentro del sindicato, va a tener que ser conciliador, hacer participar a todos los ámbitos, que la gente se implique no sólo con su problema. Yo quiero que haya participación en los debates porque vienen cosas nuevas que tienen que aprobarse en el Congreso, que los compañeros se impliquen, que salga una ejecutiva reforzada y que pueda trabajar. Los que vengan van a tener mucha tarea, pero ilusionante. Y en algún momento la lucha de los trabajadores va a ser para empezar a recuperar y eso también es muy bonito, empezar a construir. Así que vienen unos tiempos preciosos, que me dan envidia. Yo no me voy porque este cansada o harta, me voy porque creo que debo marcharme, porque he sido una gran defensora de los límites de mandatos, hay que renovar, tiene que haber gente nueva. Yo me voy convencida de que lo tengo que hacer. Me voy con un bagaje que creo que muchas personas envidiarían. Ha sido una oportunidad única. No soy la misma persona ahora que cuando llegué. Sale una persona más rica, capaz de ver tonalidades de grises, de entender mucho mejor a la sociedad y a las personas. Me voy de la secretaría general, pero no me voy a ir del sindicato. Es algo que lo llevo dentro.

Una vez que ya no sea secretaria general de UGT, ¿a qué se va a dedicar?

Me incorporaré a mi puesto de trabajo en el aula de adultos de Torrelavega, en el centro público Caligrama, pero seguiré como militante en UGT.

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