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Un acusado de matar a su exmujer: “Se golpeó accidentalmente y simulé un atropello porque nadie me iba a creer”

El acusado, en silla de ruedas, durante el juicio.

eldiarionorte.es

El acusado de matar a exmujer Leire Rodríguez en 2015 en Bilbao ha asegurado que su exmujer se golpeó accidentalmente durante una discusión y que simuló posteriormente su atropello porque se “asustó mucho” pensando que estaba muerta y que “nadie” le iba a creer. Asimismo, ha mostrado su “arrepentimiento” por lo sucedido.

Tras la elección el pasado viernes del jurado popular, la Sección Primera de la Audiencia de Bizkaia ha iniciado la vista por la muerte de Leire Rodríguez en agosto de 2015 en Bilbao, en la que se juzga a su exmarido como presunto autor de los hechos. La Fiscalía, la Abogacía del estado y la acusación particular ejercida por la familia y la acción popular ejercida por la Asociación Clara Campoamor consideran que se trata de un asesinato con alevosía, con agravantes de género y parentesco. Por ello, piden penas que oscilan desde los 23 a los 30 años de prisión.

La defensa, por su parte, plantea una petición de siete años de prisión por un delito de homicidio, con atenuantes como arrepentimiento o intento de reparación del daño causado.

El acusado, que sólo ha respondido a las preguntas de su abogado, ha asegurado que mantuvo una discusión con su exmujer en su vivienda durante la cual él la empujo y ella se golpeó con la encimera de la cocina. Posteriormente la acompañó al baño para limpiarse la sangre. Según ha afirmado, en esa estancia, ella le pidió que se marchara e intentó cerrar la puerta y, al intentar abrirla con fuerza él, cayó y se golpeó con un escalón del baño.

El acusado ha asegurado que, en ese momento, pensaba que había muerto.  “Me asusté mucho, me quedé totalmente bloqueado. Nadie me iba a creer. Por eso simulé su atropello”.

Durante la declaración ha asegurado que está “muy arrepentido” de lo sucedido, ha pedido perdón a la familia y ha mantenido que “en ningún momento” tuvo intención de matar a su exesposa, ni planificó el asesinato. El acusado, que tuvo con su exmujer dos hijos de 2 y 6 años en el momento de los hechos, ha comparecido en una silla de ruedas, que debe utilizar desde que intentó suicidarse arrojándose a las vías del tren varios días después de matar a su exesposa. Según el relato de la Fiscalía, que pide 23 años de cárcel por un delito de asesinato con alevosía, el acusado no había aceptado el divorcio y actuó de manera “sorpresiva y sin posibilidad de defensa” al llevar a la mujer al baño, donde le golpeó en la cabeza con el escalón de la bañera al menos en seis ocasiones. A continuación, la llevó inconsciente al pasillo de la casa y, tras limpiar el baño, la trasladó en brazos hasta su vehículo y la introdujo en el maletero, para llevarla después hasta una carretera del barrio bilbaíno de La Peña, donde la arrolló hasta causarle “de esta manera definitivamente la muerte”.

Este misma versión es compartida por la acusación particular, en representación del hermano de la víctima, que tiene la tutela de sus sobrinos, y pide una pena de 30 años; por la acción popular, en representación de la asociación Clara Campoamor, y por el Abogado del Estado, partes que solicitan 25 años de prisión.

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