Los recortes amenazan la continuidad de la casa de acogida de Puente Alto

Los aprietos económicos han sido una constante en los cuatro años de vida de la casa de acogida que la asociación Bultzain regenta en Puente Alto pero nunca antes había puesto en grave peligro su continuidad. Sus gestores se plantean cómo seguir adelante sin contar con una ayuda que esperaban recibir del Gobierno vasco y que de momento, este año, no llegará. “Hace unos días que nos trasladaron la noticia. No sabemos cómo afrontar el futuro inmediato sin esa aportación vital para desarrollar nuestra actividad. Algo habrá que hacer para no dejar a esta gente tirada en la calle”, declara Satur García, impulsor del proyecto.

Bultzain abrió en el 2009 la casa de acogida de personas en grave situación de exclusión social. Desde entonces ofrece un techo a individuos que se han visto obligados a dormir en la calle, muchos de ellos atrapados por el alcoholismo, con problemas de salud mental y reacios a acudir a albergues municipales debido a su dificultad para adaptarse a las normas de estos servicios. “Nosotros nos ocupamos de aquellos a los que no quiere nadie por conlfictivos, porque están enfermos o porque no cumplen las normas. Y ahora, las instituciones, van a conseguir con su falta de apoyo que estas personas vuelvan a las calles”, explica García.

Acampada frente al Gobierno vasco

Los gastos de mantenimiento de la vivienda, la comida para alimentar a las 38 personas acogidas en la actualidad, los sueldos de los trabajadores sociales y demás facturas ascienden a 5.000 euros al mes. Para hacer frente a los pagos cuentan con las subvenciones anuales de la Diputación de Álava y del Ayuntamiento de 20.000 y 18.000 euros respectivamente además de las aportaciones que reciben de forma desinteresada de otras entidades del territorio. Pero ni con la suma de todas ellas les llega. Por ello habían depositado sus esperanzas en esa contribución denegada de Lakua. “Es insasumible, estamos muy justos y eso que las ikastolas nos ceden alimentos. Las instituciones deberían reducir de otros ámbitos y no del de las ayudas sociales para los más necesitados. No descartamos como medida de presión hacernos con unas tiendas y acampar con las 38 personas acogidas frente al Gobierno vasco”, comenta Satur García.

Según los cálculos de los gestores con una cantidad de entre 20.000 y 30.000 euros podrían garantizar el mantenimiento de su actividad al menos durante otro año más.