El mejillón cebra avanza por Euskadi
Desde que en septiembre del año 2006 se confirmó la presencia del mejillón cebra en el río Ebro, a la altura de Larrazubi, frontera entre Álava y Burgos, se temió por la invasión de esta especie a los ríos y embalses vascos. A día de hoy se ha constatado que esta especie invasora ha arraigado también en los ríos Arratia, Ibaizabal y Santa Engracia, así como en los embalses de Urrunaga, Undurraga, Mendikosolo y Ullibarri-Gamboa, el más grande de Euskadi que abastece a Vitoria y Bilbao.
Aún no ha sido detectado en otros ríos como el Nervión, aunque la Agencia Vasca del Agua, Ura, no descarta su presencia. “La ausencia de evidencia no evidencia la ausencia”, señalan en un informe del año pasado. También hay otros nueve embalses que constan como “no muestreados” en el mismo informe, porque “no disponen de substratos duros adecuados para el mejillón cebra en lugares accesibles para el muestreador”.
El mejillón cebra es una especie invasora originaria de los mares Negro y Caspio que causa estragos en todo el mundo. Su resistencia a los cambios bruscos de la temperatura o la salinidad, así como que pueda aguantar varios días fuera del agua, facilitan su expansión a nuevas aguas. Normalmente las colonizan adheridos a las embarcaciones. Su rápido crecimiento y su alta capacidad le permiten formar colonias de elevada densidad con rapidez.
Su presencia acarrea una disminución del fitoplancton, la alteración en los lechos fluviales, y puede tener importantes consecuencias sobre las especies autóctonas presentes en los ríos. Además de la pérdida de biodiversidad, normal cuando una especie foránea coloniza un ecosistema extraño, el mejillón cebra también tiene un importante coste económico.
Se instala en las tuberías y las conducciones de aguas, y puede llegar a inutilizarlas. Además daña los cascos de las embarcaciones a las que se adhieren, lo que implica pérdidas económicas. Por otro lado las medidas de control implican cierta inversión, como la instalación de nuevos sistemas de filtrados en las presas.
El departamento de Medio Ambiente del Gobierno Vasco y la Agencia Ura han elaborado un plan trienal 2013/2015 para controlar tanto las poblaciones de mejillones cebra adultos como sus larvas, y evitar así que continúe su expansión por Euskadi. Tras unos primeros momentos, desde el año 2006, en que las administraciones pusieron en marcha medidas con carácter de urgencia, “este Plan se presenta como un documento de síntesis para dar una visión integral del conjunto de medidas previstas a corto y medio plazo”, comenta Josean Galera, viceconsejero de Medio Ambiente.
“El plan prevé un seguimiento del mejillón en sus estados larvario y adulto con una gestión de la información sobre sus poblaciones”, explica Iñigo Ansola, director de Ura. Se investigará la especie y su comportamiento, así como las medidas de erradicación y control a tomar.
