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¿El modelo de desarrollo a seguir en Europa va a ser el modelo chino?

Koldo Unceta, en su conferencia en el Parlamento vasco sobre las propuestas para Euskadi a cerca de los ODM.

Natalia González de Uriarte

Este año 2015 se cumple el plazo pactado para dar cumplimiento a los ocho propósitos de desarrollo humano, los conocidos como los Objetivos del Milenio-ODM- fijados en el año 2000 por 189 países miembros de las Naciones Unidas. Erradicar la pobreza extrema y el hambre, lograr la enseñanza primaria universal, promover la igualdad entre los géneros y la autonomía de la mujer, reducir la mortalidad infantil, mejorar la salud materna, combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades, garantizar la sostenibilidad del medio ambiente y fomentar una asociación mundial para el desarrollo eran los desafíos.

Eurobask, el Consejo Vasco del Movimiento Europeo, ha reunido a varios profesionales relevantes de ámbitos tan diferentes como el científico, económico, educativo o energético para hacer balance y proponer los retos a futuro que debe afrontar Euskadi en este camino. En este ejercicio se enmarcan las reflexiones ofrecidas por el catedrático en economía aplicada e investigador en el instituto Hegoa, Koldo Unceta.

Si se mide el grado de cumplimiento de los objetivos, el resultado, a su juicio, no es el esperado. Unceta reconoce avances incontestables pero pocas metas consumadas en este trayecto. Se ha reducido el número de personas en situación de pobreza extrema, sí, pero las desigualdades siguen imperando. Los problemas de desarrollo mundial se han agudizado. Sin perder esta perspectiva, llama a la reflexión sobre cómo encarar el horizonte 'post 2015', para no repetir los errores cometidos. “No podemos permitirnos que ocurra lo mismo que ha pasado con los objetivos del milenio. La lucha contra la pobreza se ha acabado llevando por una vía paralela y a consecuencia de esto, nos hemos metido en un callejón de incertidumbres y riesgos”, ha señalado.

Modelo inclusivo

Desde Euskadi, según Unceta, se debe remar a favor de esa estrategia de desarrollo más amplio, capaz de avanzar hacia un mundo más justo y sostenible, en el que los derechos humanos sean respetados. Para ello las instituciones y gobiernos han de plantearse cuál es su apuesta y cuál su contribución para lograr un desarrollo armónico a escala mundial. “¿El modelo de desarrollo que vamos a seguir en Europa va a ser el modelo chino o vamos a intentar seguir un patrón de crecimiento inclusivo y de coherencia de políticas? ¿Vamos a defender un modelo basado en valores relacionados con la equidad, la justicia social, el respeto a los derechos humanos, para poner a las personas en el centro o vamos a profundizar en un modelo que pone a las personas al servicio de la economía y no a la economía al servicio de las personas?”.

Para este catedrático sólo hay una única respuesta válida a esas cuestiones sobre el patrón de crecimiento. “Euskadi ha sido un referente en materia medio ambiental, de cooperación al desarrollo y políticas sociales. Es un punto de partida básico y crucial para poder defender esos valores pero es fundamental que las instituciones vascas y la sociedad vasca tenga tomada una decisión firme a este respecto. Es necesario que nos pongamos al frente de la defensa de un modelo inclusivo, sostenible. No puede haber una política de desarrollo interno separada de la política de desarrollo internacional. No puede ser. La lucha contra la pobreza y por la equidad no puede plantearse al margen del modelo de desarrollo que se desea imponer”.

Sensibilidad del Gobierno vasco

Koldo Unceta ha resaltado la sensibilidad mostrada por el Gobierno vasco hacia esta línea de trabajo y acciones de desarrollo inclusivo. “Hace un mes que presentamos un informe en el que se recoge un buen número de iniciativas para avanzar en esta línea. Fue muy grato ver la preocupación que el Gobierno vasco tenía sobre este asunto. No hemos de perder de vista esos valores que nos han caracterizado y sobre los que queremos hacer pivotar el futuro de Euskadi, de nuestros hijos y desde aquí debemos empujar para que el proyecto europeo retome la senda y no se vaya por el precipicio por el que parece que algunos le quieren conducir”.

Según el discurso de Unceta, en este planteamiento favorable a un modelo de justicia social no caben los tratados de libre comercio que se están gestando. “El futuro no parece muy alagüeño si se cumple la amenaza del tratado de Libre Comercio con los EEUU. Bajo la justificación de que todas las empresas tengan las mismas reglas del mercado, los países vulnerarán los derechos humanos y se pondrá pongan en segundo término la seguridad ambiental y los derechos laborales. Se otorgará a las empresas más derechos que a las personas y su implantación supondría dar la puntilla al proyecto europeo” ha advertido.

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