Urge una Europa sostenible

El 26 de mayo se abre un nuevo ciclo político en la Unión Europea para los próximos cinco años. Tal vez sea la última oportunidad para poner el desarrollo sostenible en el centro de nuestra agenda política y emprender la transformación que requiere Europa. Cambiar la mirada para actuar de manera más humana y con mayor confianza, desde las instituciones y conectando con la ciudadanía, para lograr una transición justa hacia una sociedad de bienestar sostenible para todas y todos.

Europa afronta hoy su futuro en una coyuntura de deterioro de las condiciones sociales, de aumento de la desigualdad e inseguridad de parte de su ciudadanía. Además, enfrenta la necesidad de abordar la crisis medioambiental con un nuevo modelo energético que necesariamente desembocará en un cambio de modelo de desarrollo económico.

Cuando el pacto social y generacional está en entredicho por la falta de oportunidades y el miedo a un futuro incierto, es necesario reivindicar el modelo social y de progreso que Europa debe representar.

Debemos situar el desarrollo sostenible en el corazón de nuestra acción para acometer la transformación que Europa necesita, situando la igualdad de derechos en el centro, para no dejar nadie atrás. Son muchos los retos que abordamos: los niveles de desigualdad son cada vez más acentuados, la transformación digital de la economía, la urgencia creada por el colapso medioambiental, entre otros. Problemas que requieren nuevas formas de pensar y actuar en común de manera solidaria. La Agenda 2030 y sus 17 objetivos de desarrollo sostenible ponen los derechos de las personas y la sostenibilidad en el centro.

Esta agenda es un acuerdo universal aprobado por los 193 países de Naciones Unidas, como resultado de un periodo de negociación y diálogo con gobiernos y sociedad civil. Un compromiso global que también interpela a Europa para la transformación de las relaciones políticas, sociales y económicas que nuestras sociedades demandan.

Este 9 de mayo celebramos el Día de Europa. Es momento de reivindicar la Europa que queremos para abrir un ciclo de desarrollo que sitúe al continente europeo a la vanguardia del progreso inclusivo y sostenible como modelo de desarrollo social. No hay tiempo que perder. Es ahora o nunca.

Los principios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible son los valores que dan sentido a Europa: el respeto al Estado de Derecho, el diálogo y la tolerancia, la igualdad de oportunidades, la paz y la convivencia. Una Europa que protege los derechos de los más vulnerables, que se compromete con los Acuerdos de París para frenar el cambio climático, que hace de la igualdad de género una de sus prioridades. En definitiva, una Europa que avanza en la construcción de un Estado Social cada vez más fuerte e inclusivo es y será una Europa comprometida con el desarrollo sostenible.

Las fuerzas progresistas europeas, que somos, promovemos precisamente esta Europa, asociando un nuevo contrato social a un pacto para el desarrollo sostenible.

España y Luxemburgo son muestra de dos países europeos comprometidos en la implementación de la Agenda 2030 desde sus políticas nacionales, pero con la vista puesta en las instituciones europeas como el marco necesario para impulsar las transformaciones decisivas de nuestro tiempo.

España ha situado el desarrollo sostenible en el centro de su acción política, como un compromiso de Estado que interpela a la sociedad en su conjunto para dejar un país mejor a las futuras generaciones. Por ello, es necesario promover las alianzas para alcanzar los ODS, desde el liderazgo y la movilización ciudadana. Un proyecto de país donde el desarrollo sostenible se sitúa como eje vertebrador. Desde su creación, Luxemburgo promueve la solidaridad como una responsabilidad compartida que da sentido al proyecto común europeo.

Ante los retos globales que abordamos como sociedades tenemos que ver el futuro como una oportunidad y no como una amenaza. Que sea la política la que anticipe los acontecimientos, aprendiendo de la experiencia acumulada y avanzando con determinación. Es el momento de movilizarse por Europa. Comprometerse con la Agenda 2030 es una forma de hacerlo; urge construir una Unión Europea sostenible, inclusiva y más justa.