Dale a la zambomba
Llega la Navidad y Mariano Rajoy ganará las elecciones. ¿Aún no se han enterado? Se repite machaconamente, mientras cunde el desánimo opositor sin haber empezado la campaña. La trompetería general insiste tanto en que vence el PP, que ya hay unos cuantos que dicen que pasan de ir a votar, otros que piensan si cambian su voto y los hay que hasta administran la derrota. Todo para gloria de don Mariano, que cabalga a lomos del conflicto catalán y que es señalado como esa estrella que nos guía hacia el portal, para salvarnos del separatismo y ahora también del islamismo radical. Y eso que en ambos problemas Rajoy se ha limitado a no hacer prácticamente nada. Ya lo decía él: “A veces la mejor decisión es no tomar ninguna decisión y esa es también una decisión”. Mariano Rajoy, presidente de España.
Por no hacer, Rajoy no quiere ni debatir en campaña electoral. Con lo a gusto que está recibiendo en La Moncloa, saliendo con tono solemne en el Telediario, sonriendo por el palco del Bernabéu… ¿Va a sentarse con estos jovenzuelos de los otros partidos, que son unos “amateurs”? Además de llamarles poco menos que aprendices, los cita en su despacho, se hacen cuatro fotos y se evita que puedan preguntarle en directo ante las cámaras por la corrupción o por la crisis, que no hace falta porque España ya está recuperada. “Me voy a la Eurocopa, porque la selección lo merece y porque el asunto está resuelto”. Rajoy dixit.
Menudo lío esos debates. ¿Se imaginan al presidente preguntado por Bárcenas ante millones de españoles y respondiendo “la segunda, ya tal...”?. O por los papeles de la contabilidad B del PP y diciendo “todo lo que se refiere a mí y a los compañeros de mi partido que figura allí no es cierto, salvo alguna cosa, que es la que han publicado los medios de comunicación, o dicho de otra manera es total y absolutamente falso”. ¿Mande? También podría soltarles eso que dijo de “no he dormido nada, no me pregunten demasiado, si hacen el favor”.
En definitiva, Rajoy “y tal” saben que conviene ganar tiempo para ir hurtándole al pueblo la posibilidad de ver algo tan democrático como los candidatos de los principales partidos debatiendo. Que se repita 'modo zambomba on' que gana el PP, que gobernaría con el visto bueno de Ciudadanos y que Sánchez e Iglesias están ya para echarlos a los leones. El debate de la actualidad, el foco que interesa a Arriola y a Mariano, está puesto en la yihad y en Cataluña. Peccata minuta si suena algo de que el sumario de la Púnica demuestra la financiación ilegal del PP, que salen papeles de la mujer de Bárcenas o que Hacienda multiplica por cuatro el fraude de Rodrigo Rato. También se multiplicaron los panes y los peces y ya dijimos que Rato fue nuestro ministro milagro. ¿Saben lo que respondió el presidente de España cuando le preguntaron hace poco en la radio por el expresidente de Bankia, con tarjeta black, amnistía fiscal, paraísos fiscales y fraude generalizado? “Es un buen amigo y no me sé su caso”. Y así que llegue la Navidad y hacia Belén va una burra, rin, rin.