Un Gobierno contra la libertad de las mujeres
La derecha española jamás ha movido un dedo por las mujeres. Y hoy sigue igual que siempre. El camino de emancipación recorrido por las mujeres españolas en los últimos treinta años ha sido un camino incómodo para una derecha conservadora y católica cuyo modelo social encaja mal con la autonomía de las mujeres. Desde que Rajoy llegó a La Moncloa no ha habido ni una sola decisión que nos haya favorecido. Al contrario, hemos caminado en sentido opuesto a los avances en igualdad de los últimos años.
Ahora, el Gobierno ha decidido que las mujeres que no tengan pareja estable y heterosexual serán excluidas de los tratamientos para la reproducción asistida en la sanidad pública. Como dios manda.
El argumento para semejante discriminación es el recorte del gasto público, supongo. Pero lo cierto es que si fuera por ahorrar, se establecerían otros criterios de selección, como el nivel de renta, por ejemplo. ¿Por qué una pareja de dos mujeres no tendrá acceso a la reproducción asistida y una pareja heterosexual sí? Es una selección moral e ideológica, que atenta contra el principio de igualdad. No es control del gasto, sino el modelo de familia el que tratan de imponer.
El Gobierno, según parece, también prepara una nueva ley del aborto que determinará que una mujer sola, sin ingresos ni empleo, no tendrá derecho a decidir interrumpir su embarazo en el plazo que fija la actual ley. Como dios manda.
Una mujer sola no podrá tener acceso a un tratamiento de fertilidad, precisamente por estar sola. No les gustan las madres sin marido. Sin embargo, una mujer sola y sin recursos para atender a su hijo no podrá interrumpir legalmente su embarazo y deberá tenerlo quiera o no quiera. ¿Alguien lo entiende?
En el fondo de ambas decisiones está la voluntad de controlar las decisiones y la vida de las mujeres. Se creen con derecho a decirnos cómo y cuándo debemos ser madres. Es la derecha patriarcal y autoritaria de siempre. Las españolas lo sabemos bien.
Sé que muchas mujeres pensaron que el tiempo de la discriminación no volvería, pero aquí está de nuevo. No les gusta nuestra libertad y por eso hay que volver a defenderla con todas nuestras fuerzas.
