La gran estafa

Hace unos días, me enviaron un video de esos que proliferan por las redes y que son tomados de declaraciones, debates televisivos o simplemente realizados por esa jungla que sobrevive impunemente en la selva de la desinformación y de los bulos.

El vídeo, en cuestión, era un corte de un debate televisivo en el que aparecía José Miguel Villarroya. En el mismo, arremetía con dureza contra el gobierno de coalición y no dejaba títere con cabeza. Pablo Iglesias, Ione Belarra, Alberto Garzón, Pedro Sánchez, Yolanda Díaz, Iñigo Errejón, Ada Colau… (es decir toda la izquierda de este país, eran UNA ESTAFA y por ello la clase trabajadora les había dado la espalda. Confieso que al principio pensé que se trataba de un militante de Vox (porque su discurso era el mismo)

Veamos la gran estafa del primer gobierno de coalición en España:

1 El gobierno se formó hace 3 años y medio. España, por entonces, estaba sumida en una profunda crisis económica, social y de valores (la corrupción capeaba a sus anchas). Los 7 años de gobierno de Rajoy, no sólo hundieron la economía, sino que dejaron los pilares del Estado de Bienestar en los huesos mediante los recortes presupuestarios que aplicaron a la sanidad, educación, cultura, servicios sociales, mientras se salvaba a la banca de su crisis con 67.000 millones de euros (de nuestros impuestos) bajo la promesa de que “esto no le costará a los españoles ni un euro” (Rajoy)

Los trabajadores (a los que apela Villarroya) habían retrocedido en derechos 30 años: Despido fácil y barato, nula capacidad de negociación por la parte sindical, contratos precarios (de 2/3 días), salarios infames, jornadas agotadoras (Kelys), salario mínimo en 735 euros…Su Reforma Laboral fue aprobada en solitario sin ningún consenso (2012). Los pensionistas con sus pensiones congeladas o con subidas insultantes del 0,25 %.

Cataluña al rojo vivo, con una declaración de independencia en las mismas barbas de Rajoy con repercusiones en Europa.

2 Este es el marco en el que se puso a trabajar con un acuerdo de legislatura pactado entre Psoe e Unidas Podemos y con el apoyo parlamentario de vascos, catalanes y grupos menores. Todo un ejercicio de equilibrismo y una lección de democracia para sacar adelante las leyes prometidas.

3 LA GRAN ESTAFA: España lleva creciendo económicamente, en estos 3 años, más que sus socios de la UE. Se han creado puestos de trabajo como nunca en la historia laboral. El trabajo creado, en un porcentaje muy alto, es de calidad (60% de indefinidos). Se ha terminado con la trampa de los contratos cortos para sortear a la Seguridad Social. El despido ya no es tan fácil. Se ha subido el SMI un 47%, hasta los 1.080 euros, la subida de las pensiones hasta el 8.5% en el 2023; La Ley Ryder, protege a los trabajadores jóvenes que se juegan la vida repartiendo en sus bicicletas…Todo esto consensuando con sindicatos, partidos políticos independentistas y, en algún caso, con empresarios. No nos olvidemos de las medidas para “topar el precio del gas”; de los impuestos a las entidades financieras y empresas energéticas…

LA GRAN ESTAFA, al parecer, es la ampliación de derechos civiles y la lucha contra la lacra machista: Ley Trans, la ampliación de la Ley del aborto, la Ley del Sólo si es Sí (a pesar de sus errores). La ampliación de recursos para proteger a la mujer de la violencia machista; el Pacto de Estado contra la violencia de género, La ley de Memoria Democrática…

Así podríamos seguir hasta 192 normas (101 leyes). Una actividad parlamentaria sin precedentes.

4. Toda esta GRAN ESTAFA, se urdió en medio de una gran pandemia, la guerra de Ucrania, la erupción de un volcán, la sequía más grande desde que se tiene registros y una oposición que se ha pasado los tres años y medio al grito de “Váyase Sr. Sánchez, es usted una ESTAFA”

5. Si repasamos las hemerotecas, encontraremos que, en los 45 años de democracia, jamás se había avanzado tanto como se ha hecho en estos tres años y medio. Bien es cierto que no se ha asaltado ningún Palacio de Invierno y que se podía haber sido más ambiciosos en las mismas leyes aprobadas (desde la izquierda siempre hay que apelar a más) y que quedan cosas por hacer.

Las razones de los resultados de las elecciones pasadas tienen otras claves, más allá de los exabruptos fundamentalistas de personajes como el señor Villarroya.