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Los muertos silenciosos o silenciados
Un total de 780 trabajadores fallecieron en accidente laboral en 2020, 13 más que en 2019, lo que implica un aumento en valores relativos del 1,9%, según datos del Ministerio de Trabajo y Economía Social.
Estamos hablando de un año anómalo, con descenso de la actividad productiva, con confinamientos y con movilidad limitada.
De estos fallecimientos, 595 se produjeron durante la jornada de trabajo, 53 más que en 2019, lo que supone un aumento porcentual del 9,8%. Los 113 accidentes mortales restantes registrados fueron siniestros 'in itínere' (los que se producen en el trayecto de casa al trabajo y viceversa), 40 menos que en el mismo periodo del año pasado (-26,1%).
Son algo más de la mitad de los muertos en accidente de circulación, pero no veo ninguna campaña de los poderes públicos para tratar de evitar esa lacra. No soy un experto, pero supongo que algo habrá que hacer para evitar esa sangría y lo primero debería ser visibilizarla, recordarla y, por supuesto, estudiar las causas y proponer soluciones.
Estos muertos también provocan serios problemas económicos a sus familias, además de los afectivos y, por supuesto, deberían ser vistos como un problema social.
El número de muertos de un año es algo menor al de los asesinados por el terrorismo de ETA en 50 años, pero no vemos que nadie y, especialmente los grandes utilizadores de los muertos para sus campañas políticas, se preocupe y plantee debates en el Congreso por ello.
Son más de diez veces el número de los asesinatos machistas y, para una sociedad democrática, todos los muertos inocentes deben lamentarse de igual manera y se deben poner medios para evitarlos. Estos también dejan huérfanos y situaciones sociales muy delicadas en las familias, pero no creo que exista un teléfono al que puedan llamar los trabajadores para, en el anonimato, poder denunciar las condiciones de trabajo en el supuesto de que sean peligrosas.
¿Hay responsables de esas muertes? ¿Son solo accidentes? ¿Cuántas son evitables? ¿Qué dicen al respecto las autoridades gubernativas y en especial los representantes de los trabajadores?
Espero que la ministra de Trabajo, a la que respeto y admiro, se tome también en serio estos casos, que los puestos de trabajo deben ser seguros, la gente va al trabajo a ganarse la vida no a jugársela.
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