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El juez Alba informó al Supremo de una declaración “absolutamente espontánea” del empresario contra Rosell

El juez Salvador Alba en el juicio del caso Patronato (ALEJANDRO RAMOS)

Pedro Águeda

El juez Salvador Alba ha pasado de ocultar la reunión que mantuvo en su despacho con el empresario Miguel Ángel Ramírez el 16 de marzo, con el fin de fabricar una posterior declaración judicial contra Victoria Rosell, a ofrecer una versión que no coincide con la grabación de la misma que ha publicado eldiario.es. En un informe remitido al Tribunal Supremo el 23 de abril, Alba asegura que durante esa posterior toma de declaración al imputado, el empresario actúa “de forma absolutamente espontánea” cuando “expone y detalla qué relaciones había mantenido con Carlos Sosa (pareja de Rosell) y empresas de su entorno”.

Durante la grabación, Alba pide al empresario que recupere supuestos vínculos comerciales con la pareja de Rosell y que los exponga en la declaración que le va a tomar en unos días. “Cuando yo te haga esas preguntas y tú contestes, lo que sí tienes que decir es que voluntariamente, porque si yo te requiero no me sirve. Voluntariamente yo esto lo puedo demostrar, ¿sí?”, dice el juez en un momento de la grabación.

El exministro José Manuel Soria había presentado una querella por injurias y calumnias en relación con unas declaraciones de la entonces candidata de Podemos, que posteriormente amplió a prevaricación, cohecho y retardo malicioso en la Administración de Justicia. Personado como acusación popular -en defensa de los intereses generales-, el dimitido ministro Soria denuncia irregularidades de la jueza Rosell mientras instruyó una investigación contra el empresario Ramírez, presidente del club de fútbol Las Palmas.

La Fiscalía se opuso a la admisión a trámite, pero el presidente de la Sala de lo Penal, el conservador Manuel Marchena, ignoró el criterio del Ministerio Público y solicitó una serie de diligencias antes de pronunciarse. Una de ellas fue requerir el informe a Alba en la que el juez califica de “absolutamente espontánea” la declaración que había preparado con Ramírez en la reunión grabada. Con ese informe de Alba, entre otras diligencias, cinco magistrados de la Sala de lo Pena decidieron que había que abrir una investigación a Rosell.

El juez Salvador Alba ha ido dejando un rastro por escrito y con sello oficial de los cambios de versión sobre su reunión con el empresario imputado. Una semana después de obtener la declaración que quería de Ramírez, el magistrado dirige al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) una petición de amparo ante lo que considera que son “presiones” de la pareja de Rosell desde su medio de comunicación, Canarias Ahora. En ese primer escrito oficial de Alba tras la toma de declaración a Ramírez, el juez simplemente obvia que se ha reunido con él días antes.

Por contra, el juez se detiene a explicar el contenido de la declaración reconocida, en la que dice que Ramírez “expuso con detalle y aportó documentación” sobre sus relaciones comerciales con Carlos Sosa, origen de los supuestos delitos cometidos por Rosell al no abstenerse. El 11 de abril, Alba cambió de opinión y remitió un segundo escrito al CGPJ en el que desistía de solicitar amparo y tampoco mencionaba su encuentro extrajudicial con Ramírez.

El siguiente documento que firma Alba es el citado informe de diez folios al Tribunal Supremo en el que habla de declaración “absolutamente espontánea”. Fechado el 23 de abril, Alba evita igualmente referirse al encuentro que tuvo lugar una semana antes, conocido ahora por la grabación realizada por el empresario.

Giro apresurado

La estrategia de Alba cambia radicalmente al día siguiente de dejar el juzgado. El 4 de mayo envía otro escrito al CGPJ donde dedica varios párrafos a la reunión preparatoria de la declaración de Miguel Ángel Ramírez. El magistrado se había visto sorprendido porque la jueza que ganó la plaza y que ahora instruye el caso se presentó en su nuevo destino el primero de los 20 días que tenía para hacerlo, el 3 de mayo. Alba ya no podía mantener su promesa al empresario de archivo de la causa, como mantiene en la grabación.

El segundo hecho de relevancia anterior al escrito del 4 de mayo se produce el 25 de abril. Ese día, la jueza Victoria Rosell presenta una denuncia en el CGPJ contra Alba con todos los indicios que había logrado reunir sobre la “investigación inquisitorial” contra ella que considera había realizado su sustituto en el juzgado.

En su escrito del 4 de mayo, ya fuera del juzgado, Alba recurre a una pirueta para justificar que no informara al CGPJ antes de lo que está a punto de revelar, que se reunió con Ramírez con anterioridad a su declaración judicial. En el texto asegura que debe trasladar una información que ya ha puesto en conocimiento del Tribunal Supremo y que en los anteriores escritos al CGPJ no había plasmado. Y es entonces cuando cuela la existencia de la reunión. Queda una semana exacta para que eldiario.es revele el contenido de la reunión a través de la grabación realizada por el empresario Ramírez.

Alba trata de confundir al asegurar que cita al empresario para que amplíe la información contable que le había llegado al juez, así como un informe de la Agencia Tributaria. Sin embargo, en el siguiente párrafo escribe: “El investigado se personó en dependencias judiciales solicitando hablar con este magistrado, siendo recibido por quien suscribe y manifestando que tenía datos que ponían de relieve que mantenía y había mantenido relaciones comerciales y/o empresariales con empresas del entorno de la pareja de la magistrada”. El empresario asegura en una declaración realizada este miércoles en el juzgado que fue el juez quien lo requirió.

En el extremo opuesto a los escritos en los que ni siquiera había mencionado la reunión, Alba se explaya: “(El empresario) manifestó a este magistrado los detalles de tales relaciones, siendo advertido por quien suscribe de que tales datos podrían tener relevancia procesal en la causa (…) que se instruía y que tales afirmaciones debían ser judicializadas en forma, a presencia de las partes, del secretario judicial y en el proceso, en definitiva, en una declaración, pues de lo contrario carece de cualquier validez o relevancia”. De esta afirmación se deduce que el magistrado no podía saber que la conversación había sido grabada o, de lo contrario, pensaba que nunca se conocería su contenido, ya que en el audio no aparece nada de lo que afirma.

El último episodio manuscrito protagonizado por Alba está en el comunicado difundido este jueves, en el que reitera su versión del 4 de mayo. A pesar de que ya conoce el contenido de la grabación, el juez insiste en que Ramírez acudió a su despacho acompañado de su abogado. El letrado que acude con el empresario, sin embargo, es Sergio Armario, personado en la causa como defensor de otro imputado. En la grabación se oye que el letrado afirma: “Yo me quedo fuera y me espero lo que tú tardes”. “Te lo devuelvo intacto”, contesta el juez Alba.

AUDIO: El empresario llega al despacho de Alba y comienza la conversación a solas

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