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Las encuestas sobre Madrid afianzan a Albert Rivera en su estrategia de forzar a Cifuentes a dimitir

Cifuente y Rivera se saludan al término de un desfile militar el 17 de noviembre de 2016.

Carmen Moraga

La guerra entre el Partido Popular y Ciudadanos por el escándalo del máster de Cristina Cifuentes se recrudece a medida que pasan los días. Hasta ahora el partido de Albert Rivera había dejado un resquicio para la negociación con el PP con la esperanza de que Mariano Rajoy “moviera ficha” y obligara a dimitir a la presidenta regional madrileña. Pero al constatar que Rajoy se ha inclinado por protegerla y que la propia Cifuentes se ha enrocado en el cargo, han dado por enterrada cualquier posibilidad de tregua.

El propio Rivera ha decidido que ya no hay marcha atrás: dimisión o apoyo a la moción de censura del PSOE sabedores de que su partido es la clave para que prospere o fracase. Y eso les da la fortaleza para manejar los hilos de la situación –aunque no los tiempos– y seguir manteniendo una estrategia que, según algunas encuestas, parece que les va a dar importantes réditos electorales en Madrid.

De hecho, los resultados del sondeo interno que, como adelantó en primicia eldiario.es, encargó el secretario general del partido, José Manuel Villegas, han sido determinantes. La muestra refleja que si se celebrasen elecciones ahora en la Comunidad de Madrid, Ciudadanos se convertiría en la fuerza más votada, pasando de ser del último grupo en la Asamblea al primero, mientras el PP pasaría de primera a tercera fuerza.

Pero, además, señala que casi el 70% de los madrileños considera “grave” el caso Cifuentes y su máster falsificado. O, dicho de otro modo, solo tres de cada diez madrileños consideran que Cifuentes puede mantenerse en el cargo.

Esos datos no solo han disipado las dudas que los dirigentes de Ciudadanos tenían sobre cómo debían afrontar el escándalo, sino también el temor a que los madrileños puedan penalizarles por situarse al lado de “la izquierda” –y más en concreto de Podemos– en la moción de censura que tendrá que debatirse antes del día 7 de mayo en la Asamblea regional.

“La gente está harta de ver este tipo de amaños y tramas”, se apresuró a concluir Rivera tras hacerse públicos los resultados.

Casi una semana después, en Ciudadanos –en donde algunos incluso estaban dispuestos a esperar a que conocieran los resultados de la investigación judicial– han visto con enfado que el resquicio que había dejado abierto el PP para la dimisión de Cifuentes parece haberse disipado. No solo se han negado a que se abra una comisión de investigación en la Asamblea, sino que ahora han iniciado un contraataque por casos de engaños en sus currículum por parte de algunos diputados de otros partidos.

Uno de ellos, el cometido por el valenciano Toni Cantó, por el que el vicesecretario popular, Javier Maroto, ha pedido su dimisión. Pero no solo Maroto se ha apuntado a la defensa de la dirigente madrileña, sino el propio Rajoy que ha llegado a decir que “son peores algunas cosas que están pasando”.

Ese cierre de filas en torno a la presidenta regional y el hecho de que la misma Cifuentes haya comparecido este martes de nuevo públicamente para asegurar que “renuncia” a su máster, ha descolocado a Ciudadanos, en donde daban por hecho que en el PP ya se barajaban nombres para sustituirla al frente del Gobierno. De ahí que media cúpula del partido se haya lanzado en tromba redoblando sus peticiones de dimisión.

En las filas del partido naranja les ha parecido una desfachatez el contenido de la carta de Cifuentes al rector de la Rey Juan Carlos y el hecho de que achaque la culpa de las “irregularidades” de su máster a la universidad.

Pese a todo, en Ciudadanos siguen confiando en que Rajoy dejará caer 'in extremis' a Cifuentes para no perder la Comunidad, su gran bastión electoral.

Ahora solo queda esperar a que la presidenta de la Asamblea, Paloma Adrados, fije la fecha de la moción del PSOE, la otra guerra de tiempos entre Ciudadanos y PP.

El límite para celebrar el debate es el 7 de mayo. Y en Ciudadanos tampoco han dado un paso para entablar diálogo alguno con el candidato, Ángel Gabilondo, que les tendrá que explicar que su programa de gobierno estará basado en poner en marcha las propuestas debatidas en la Asamblea regional. Y de esa conversación también dependerá la decisión que vaya a tomar Ciudadanos.

Con todo, la pregunta que aún se mantiene sin despejar es si Rajoy dejará que Cifuentes protagonice la emblemática fiesta del 2 de mayo en la Puerta del Sol.

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