Denuncian “abusos” contra un maratonista que protesta contra Daniel Ortega en Nicaragua

La Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH) denunció hoy “reiterados abusos” de la Policía de Nicaragua contra el veterano maratonista Alex Vanegas, detenido hace 19 días mientras corría en una calle en protesta contra el presidente Daniel Ortega.

“Denunciamos y condenamos el reiterado abuso en contra de Alex, ha sido golpeado por la Policía”, dijo este miércoles en conferencia de prensa el abogado de la CPDH, Pablo Cuevas.

Vanegas, de 62 años, está en la cárcel “El Chipote”, señalada por organismos humanitarios como un centro de tortura de la Policía.

Es conocido por correr con una camisa de color azul y blanco, los colores de la bandera nicaragüense, con las frases “Maratón por la justicia” y “Corro para correr a Ortega”, impresas en el pecho y la espalda.

La CPDH denunció que el maratonista, quien ya ha sido capturado en seis ocasiones por la misma razón, ha sido sometido a “torturas físicas y psicológicas”, ya que “los oficiales muestran mucho interés en que diga quién lo financia, pero no les dice porque nadie lo financia”, afirmó Cuevas.

“Él mantiene que simplemente estaba haciendo su derecho constitucional de manifestarse, continúa cantando todos los días el himno nacional, y por eso es maltratado y humillado en la cárcel”, agregó.

El abogado agregó que los agentes de la Policía nicaragüense dicen a Vanegas, “que no ande de baboso levantando banderas que no debe”, en referencia al pabellón nacional de Nicaragua.

“Es evidente que están violentando sus derechos constitucionales elementales”, sostuvo Cuevas.

Nicaragua vive una crisis social y política que ha generado protestas contra el Gobierno de Ortega y un saldo de entre 325 y 535 muertos, según organismos de derechos humanos locales y extranjeros, mientras que el Ejecutivo cifra en 199 los fallecidos.

La Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) han responsabilizado al Gobierno de “más de 300 muertos”, así como de ejecuciones extrajudiciales, torturas y otros abusos contra los manifestantes y opositores.

Ortega ha negado las acusaciones y ha asegurado que se trata de un intento de “golpe de Estado”.

Las manifestaciones contra Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, se iniciaron el 18 de abril pasado por unas fallidas reformas de la seguridad social y se convirtieron en una exigencia de renuncia del mandatario.