El Ejército nigeriano asegura haber matado a 20 terroristas de Boko Haram

El Ejército nigeriano ha matado a 20 supuestos terroristas del grupo radical islámico Boko Haram en un intercambio de disparos en la ciudad de Gwoza, cerca de la frontera con Camerún, informó hoy un portavoz militar.

“Durante el enfrentamiento han muerto 20 militantes de Boko Haram, y varios vehículos y 50 motocicletas han sido destruidos. Un soldado murió y otros tres resultaron heridos en la operación”, dijo el portavoz del Ejército Muhammad Dole, citado por el diario local “Premium Times”.

El intercambio de disparos tuvo lugar el viernes por la noche, cuando soldados de la Séptima División del Ejército nigeriano lanzaron una ofensiva contra miembros de Boko Haram en la carretera que une Gwoza con la ciudad de Bita, en el estado de Borno, en el noreste del país.

Boko Haram ha llevado a cabo la mayor parte de sus últimos ataques en la zona desde la ciudad de Bita, uno de sus feudos después de que la banda fuera expulsada de las principales ciudades del estado de Borno, que es su base espiritual y de operaciones.

Los soldados que participaron en la ofensiva militar del viernes -que contó con el apoyo del Ejército del Aire- siguen a la caza de los islamistas que lograron escapar, explicó Dole.

Desde el pasado mes de mayo, Nigeria realiza una ofensiva antiterrorista en los estados de Yobe, Borno y Adamawa, en el noreste del país (todos ellos bajo estado de emergencia), tras un incremento de la actividad criminal en esa zona, donde opera Boko Haram.

El grupo, cuyo nombre significa en lenguas locales “la educación no islámica es pecado”, lucha por imponer la “sharía” o ley islámica en Nigeria, de mayoría musulmana en el norte y preponderancia cristiana en el sur.

Desde 2009, cuando la Policía acabó con el líder de Boko Haram, Mohamed Yusuf, los radicales mantienen una sangrienta campaña que ha causado más de 3.000 muertos, según cifras del Ejército nigeriano.

Con unos 170 millones de habitantes integrados en más de 200 grupos tribales, Nigeria, el país más poblado de África, sufre múltiples tensiones por sus profundas diferencias políticas, socioeconómicas, religiosas y territoriales.