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No, Rato no va a ir a la cárcel por 90.000 euros como dice Esperanza Aguirre

Esperanza Aguirre durante su entrevista en Buenos Días Madrid

David F. Ferreiro

La expresidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ha asegurado este viernes en una entrevista en el programa Buenos Días Madrid de Telemadrid que, aunque respeta las decisiones judiciales, le da “mucha pena” que el expresidente de Bankia y Caja Madrid Rodrigo Rato “vaya a la cárcel por 90.000 euros”. Esa es la cantidad que gastó con su tarjeta 'black', pero la condena no se circunscribe a sus gastos en bolsos o alcohol.

La pena de cuatro años y medio de prisión que la Audiencia Nacional le impuso a Rato y que luego un fallo del Tribunal Supremo ratificó, por apropiación indebida continuada en el caso de las tarjetas 'black', es una decisión que a Aguirre le apena. La expresidenta no cree que las cárceles estén “para 90.000 euros”.

Pero Rodrigo Rato no va a ir a la cárcel por gastar con su tarjeta black 99.054,59 euros. La sentencia atribuye a Rato y a Miguel Blesa -su predecesor en el cargo- el mantenimiento de un sistema que permitía a la cúpula de Caja Madrid y Bankia “disponer a su antojo” del dinero de la Caja, rescatada luego con 22.000 millones de dinero público, para sus gastos personales o cualquier otro que ellos decidieran. No tenían que justificar nada y esa retribución no se declaraba a Hacienda.

La devolución del dinero fue un atenuante para alguno de los 64 condenados, pero no para Rato, que aunque devolvió el dinero que utilizó con su tarjeta, su responsabilidad alcanzaría una cantidad muy superior, el total de las cantidades fijadas para el resto de los acusados. Cabe recordar también que los hechos anteriores al exdirector de la entidad no se juzgaron por estar prescritos.

La llegada de Rodrigo Rato al frente de Bankia en el año 2010 continuó con el proceder anterior. El fallo asegura que el que fuera vicepresidente del Gobierno de España y director del FMI heredó un sistema mantenido por Miguel Blesa, que se instauró incluso antes de la presidencia de éste, en 1988, y que ya estaba “pervertido en su origen y en su traslado a la práctica”. El origen primero de las tarjetas black era incrementar el sueldo de los consejeros, una práctica imposible legalmente. La Sala recuerda que utilizó una tarjeta en provecho propio, “a pesar de que debería haberse sentido advertido de la irregularidad de la situación por el Consejero delegado Francisc Verdú, cuando rechazó la tarjeta que se le entregó”.

El exdirector de la entidad fue informado del sistema al suceder a Blesa y no solo lo “mantuvo” sino que también se lo aseguró para sí mismo y “lo amplió” a Jose Manuel Fernández Norniella e Ildefonso Sánchez Barcoj, relata el fallo. Según la sentencia, cuando le informaron de las tarjetas “mantuvo la misma dinámica en todos los aspectos ya expuestos, atribuyéndose una sin amparo en su paquete retributivo, evidenciando además por las condiciones de uso, lo que no le impidió el empleo que le dio contra el caudal de la entidad, el detrimento del mismo, junto al que sabía que se originaba con las que seguía operativas de la etapa de su predecesor en el cargo”.

Entre los gastos realizados por Rodrigo Rato como presidente de Caja Madrid y Bankia se encuentran cargos abultados como: 3.547 euros bajo el concepto “venta bebidas alcohólicas”; casi 2.500 euros en una tienda “Bazar”; cerca de 1.500 euros en un billete de Spanair o un cargo por más de 2.000 euros en una agencia de viajes especializada en viajes de esquí; 1.300 euros en una tienda de lámparas de diseño del madrileño barrio de Salamanca o más de 800 euros en una marisquería. También hay cargos por un total de 2.276 euros bajo el epígrafe de “Club, Salas, Fiesta, Pub, Discoteca” que se reparten a lo largo de cinco días consecutivos. De la época de Caja Madrid, Rato gastó un total de 44.200 euros y al frente de Bankia, 54.837 euros. 

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