Rusia espera que el enviado de la ONU detalle su visión sobre el comité constitucional sirio

El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, espera que el nuevo enviado especial de la ONU para Siria, Geir Pedersen, explique el próximo lunes en Moscú su visión del comité constitucional para el país árabe, después de que el antecesor del noruego no fuera capaz de concluir su formación.

“Nos interesa saber cómo planea el nuevo enviado especial de la ONU para Siria lanzar el trabajo del comité constitucional”, señaló Lavrov en una rueda de prensa con su homólogo alemán, Heiko Maas.

“Esperamos que los acuerdos alcanzados en la cumbre en Estambul con Alemania, Francia y Turquía hace unos meses, principalmente sobre la necesidad de iniciar el trabajo del comité constitucional lo antes posible, se puedan aplicar cuanto antes”, añadió el jefe de la diplomacia rusa, quien se reunirá el lunes con Pedersen.

La de Rusia será por tanto la segunda visita que realice Pedersen como enviado de la ONU para Siria tras asumir su cargo a principios de mes en sustitución de Staffan de Mistura, quien, en algo más de cuatro años en el cargo, no pudo propiciar un fin negociado al conflicto en el país árabe.

De Mistura no fue capaz de finalizar la formación del comité constitucional, que debe estar compuesto por 150 personas, un tercio nombrado por el régimen sirio, otro por la oposición y un tercero por personalidades designadas por la ONU.

La visita de Pedersen a Moscú se producirá pocos días antes de la que efectuará el día 23 a Rusia el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, para analizar con el mandatario ruso, Vladímir Putin, la retirada de las fuerzas estadounidenses de Siria y la creación de una franja de seguridad a lo largo de la frontera entre Turquía y Siria.

“Abordaremos en profundidad esta zona de seguridad con nuestros socios turcos la próxima semana”, dijo Lavrov.

Distintos analistas turcos consideran que, mientras Turquía ve esa franja como una oportunidad de expulsar de su frontera a las milicias kurdas, a las que acusa de terrorismo, EEUU la interpreta como una forma de proteger a esas fuerzas, aliadas de Washington contra los yihadistas, precisamente de los ataques turcos.

Otro problema que abordarán Rusia y Turquía será Idlib, donde el yihadista Organismo de Liberación del Levante, la antigua filial siria de Al Qaeda, “domina y viola la zona desmilitarizada”, dijo Lavrov, ya que “han tomado ya el 70 % del área”.