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Ciudadanos se reivindica ahora como un partido “de centro” sin vetos al PSOE pero rechaza “los populismos” en su documento estratégico

Inés Arrimadas, portavoz del grupo parlamentario de Ciudadanos y única aspirante de momento a dirigir el partido

Carmen Moraga

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Ciudadanos quiere volver al centro y ser un partido “útil” para recuperar el espacio perdido el 10N sin hablar ya de vetos al PSOE. El partido que ahora ha decidido pilotar Inés Arrimadas después de la dimisión de Albert Rivera plantea, en su borrador sobre Estrategia Política que tras ser enmendado por los afiliados se aprobará en la próxima Asamblea General del 14 y el 15 de marzo, que sus señas de identidad sean las de “una opción constitucional, aglutinadora, centrada, moderada y sensata”. “Aspiramos a ser un partido que ofrezca alternativas novedosas para hacer frente a los problemas de las viejas recetas del bipartidismo”, sentencia.

El documento de 19 páginas, adelantado por El Confidencial y al que ha tenido acceso eldiario.es, sella su compromiso con el “modelo constitucional vigente” y reivindica el diálogo con las fuerzas que respeten este ámbito legal. “Desde Ciudadanos estamos firmemente comprometidos con los derechos y libertades por encima de las identidades excluyentes, apostamos firmemente por la convivencia entre diferentes, con el fortalecimiento del estado del bienestar y con el modelo constitucional vigente, por ello reivindicamos más que nunca nuestro espacio político: el centro liberal progresista”, afirma el texto de la ponencia de Estrategia.

El documento, enviado por la gestora del partido a todos los consejeros y afiliados para que puedan presentar a partir de hoy sus enmiendas, asegura que “es necesaria, más que nunca, una opción política constitucional, aglutinadora, centrada, moderada y sensata como la nuestra, con posiciones que buscan unir en vez de dividir y que persiguen la igualdad entre españoles en vez de privilegios de unos sobre otros”.

No habla de veto al PSOE, sí rechaza los “populismos”

De este modo, los de Arrimadas rectifican su política de pactos y ya no hablan de “socios preferentes” ni de veto al PSOE, sino de defender “un proyecto alternativo de gobierno para toda España, buscando acuerdos entre constitucionalistas y tendiendo puentes siempre en beneficio de la ciudadanía”. No obstante, insisten en que Ciudadanos debe “continuar siendo un dique frente al nacionalismo identitario y al populismo que busca dividirnos y enfrentarnos”, en clara referencia a Vox y a Unidas Podemos, a las que, sin embargo, tampoco llega a citar.

Pese a sus constantes bandazos y cambios de criterio, el partido presume de “coherencia”. “Una de las fortalezas de Ciudadanos ha sido la de poder mantener el mismo discurso coherente en toda España, siempre teniendo en cuenta el interés general”, dicen.

El documento tampoco cita al PP cuando recuerda que ya han conseguido gobernar en cuatro comunidades autónomas “con proyectos liberales, moderados, sensatos y regeneradores”. “Hemos aportado estabilidad y gobernabilidad. Ciudadanos ha llegado a las instituciones y es decisivo para empezar a cambiar las cosas”, se jactan.

“Frente al auge de los populismos de izquierda y derecha que quieren enfrentarnos y dividirnos, defendemos la democracia liberal y las sociedades abiertas y plurales, con menos barreras y más derechos y libertades”, afirman. Defendemos la igualdad de oportunidades, el fortalecimiento del Estado del Bienestar, la regeneración democrática, la libertad económica, la lucha contra la corrupción. Queremos una España moderna, abierta, europeísta“, reza el texto.

Sobre lo que sí alerta es del auge del “separatismo” en Catalunya y de la “crisis institucional que sufre sin precedentes” esta autonomía. “El separatismo sigue siendo una amenaza real no solo para la unión, sino sobre todo para la igualdad de los españoles, la estabilidad de nuestro país, la imagen de España y la economía”, insisten.

Ante ello, Ciudadanos recuerda la victoria de Arrimadas y anima al partido a mantener las posiciones logradas en 2017, cuando llegó a ser la fuerza más votada. “Tenemos el enorme reto de seguir siendo la voz del constitucionalismo y la libertad en Cataluña”, dicen ante la posibilidad de nuevas elecciones.

Junto a esto, Ciudadanos hace un repaso del panorama económico, el paro, la educación, los retos de la digitalización y las reformas que necesita nuestro país, siempre en base a las recetas liberales que el partido defiende.

El texto no olvida la corrupción “que sigue siendo la gran preocupación de los españoles”, y habla también de “las familias” y la necesidad de potenciar la “natalidad”; de “lucha contra la desigualdad” y , en definitiva, “de construir una España moderna, abierta y europeísta”.

Posibilidad de moción de censura

Por su parte, en el borrador de la ponencia de Estatutos la principal novedad es que el partido se abre a que la cúpula pueda ser destituida mediante una moción de censura, pero siempre y cuando “un tercio de los afiliados promuevan la convocatoria de una Asamblea extraordinaria”. Si esta llegara a convocarse para estudiar ese mecanismo, “la moción deberá ser aprobada por la mayoría absoluta de los miembros” de ese órgano.

Además, se baja el listón para que se celebren primarias en las agrupaciones. Antes se requería que estas tuvieran al menos 400 afiliados y ahora solo será necesario que cuenten con 350, un cambio pequeño.

Los textos están en manos ya de los afiliados para que presenten enmiendas. Las que se aprueben serán incorporadas a ambos borradores para debatir y aprobar definitivamente las ponencias en la Asamblea General de marzo. El partido celebrará previamente las primarias para elegir nuevo líder. De momento solo se ha postulado para ese cargo Inés Arrimadas, a la espera de ver si da un paso adelante el vicepresidente de Castilla y León, Francisco Igea, que aglutina al sector crítico.

El debate precongresual se está desarrollando en un clima interno de división después de que la gestora decidiera el lunes pasado destituir por sorpresa a dos de los críticos que quedaban con cargos orgánicos: el asturiano Ignacio Prendes, y la castellano-manchega Orlena de Miguel. Junto a esto, hubo otro medio centenar de nombramientos y ceses, lo que desencadenó un fuerte malestar que culminada a última hora de la tarde del martes con la renuncia de Igea como secretario de Programas de Ciudadanos de Castilla y León. Tras él se sucedieron una cadena de dimisiones en esa región.

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