La corrupción y los nuevos impuestos acaparan el último debate presidencial en Costa Rica

La corrupción y nuevos paquetes de impuestos fueron los temas que acapararon hoy el último debate entre los principales candidatos a la Presidencia de Costa Rica previo a las elecciones del próximo domingo.

En el debate participaron cinco de los trece candidatos: Johnny Araya, del gobernante Partido Liberación Nacional (PLN, socialdemócrata); José María Villalta, del izquierdista Frente Amplio; Otto Guevara, del derechista Movimiento Libertario; Luis Guillermo Solís, del centro izquierdista Partido Acción Ciudadana (PAC) y Rodolfo Piza, del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC).

El tema de la corrupción fue uno de los más discutidos durante el evento, ante lo que Araya afirmó que sus aspirante a diputados se comprometieron a renunciar a su inmunidad en caso de que se les eleve a juicio por delitos comunes.

Araya también dijo que él, en caso de llegar a la Presidencia, renunciaría a su inmunidad si es llamado a juicio, respuesta que dio en referencia a una pregunta sobre tres denuncias que hay en su contra en la Fiscalía por enriquecimiento ilícito durante su labor como alcalde de San José.

El candidato oficialista aseguró que las tres causas están con petición de sobreseimiento y que fueron presentadas para “manchar el nombre de gente honesta”.

Villalta expresó que en Costa Rica “ha imperado el saqueo de los fondos públicos en los últimos años, en los últimos gobiernos de receta neoliberal”.

Por su parte, Guevara negó que él o su partido estén involucrados en actos de corrupción, aunque reconoció que hay tres denuncias en contra de tres funcionarios de su partido por estafas y que “serán los tribunales de justicia los que determinen si se cometieron (actos) ilícitos”.

“No hay nada que se me cuestione”, expresó.

Otro de los puntos discutidos por los candidatos fue la solución del déficit fiscal, ante lo que Villalta y Solís anunciaron nuevos impuestos, mientras Guevara y Piza rechazaron imponer nuevos tributos.

“Durante dos años no va a haber nuevos impuestos. Primero hay que garantizar a la gente que los impuestos que se recaudan se gastan y se recogen bien y que se lucha contra la corrupción”, dijo Solís.

El candidato del PAC afirmó que para los últimos dos años de un eventual Gobierno suyo espera haber ganado la credibilidad de la gente para impulsar la conversión del impuesto de ventas “regresivo” a uno del “valor agregado más progresivo”.

Además, dijo que no establecerá nuevos impuestos a las empresas establecidas en zonas francas porque es el sector más dinámico de la economía.

Por su parte, Villalta afirmó que en su plan de Gobierno propone un impuesto especial para la “comida chatarra”, con el objetivo de promover estilos de vida saludables y una mejor nutrición en centros educativos.

“Tenemos una propuesta para una justicia tributaria. La mayoría de los impuestos lo paga la clase trabajadora, la clase media. Los que más tienen no contribuyen de acuerdo con su riqueza”, afirmó Villalta.

El candidato izquierdista dijo que reformará el impuesto de la renta para que “los ricos paguen” y que establecerá un impuesto del valor agregado diferenciado para “artículos de lujo que consumen el 10 % de los más ricos”.

Solís y Villalta también se quejaron de una “campaña del miedo” que a su juicio han implementado otros partidos en contra suya.

En Costa Rica los últimos dos gobiernos han sido del PLN con Óscar Arias (2006-2010) y Laura Chinchilla (2010-2014), pero el candidato de ese partido prefirió desmarcarse de ambas administraciones.

“No quiero ser la réplica de otro gobierno que ya pasó. Reconozco los errores y los logros de ambos gobiernos. Pero voy a renovar liderazgos y recoger las raíces históricas socialdemócratas”, manifestó Araya.

El próximo domingo cerca de 3,1 millones de costarricenses están llamados a las urnas para escoger al presidente, los dos vicepresidentes y los 57 diputados de la Asamblea Legislativa para el periodo 2014-2018.