El Gobierno autoriza una manifestación para el 25S... que no ha solicitado el 25S

La Delegación de Gobierno en Madrid ha autorizado varias movilizaciones para el 25 de septiembre a petición de un particular sin que el grupo que ha convocado la jornada de protesta de ese día ante el Congreso haya hecho tal solicitud. El itinerario de las concentraciones y marchas coincide parcialmente con la iniciativa del 25S.

Los organizadores de la protesta han convocado varias marchas desde diferentes puntos de Madrid que confluirán a las 18 horas en las plazas de la Puerta del Sol, Neptuno y Cibeles, con el objetivo de “rodear el Congreso” y pedir la dimisión del Gobierno y el inicio de un proceso constituyente.

La Coordinadora 25S se ha desmarcado de la iniciativa del particular porque no tiene nada que ver con el espíritu de desobediencia civil que caracteriza a su iniciativa. No han solicitado permiso para manifestarse ni tienen la intención de hacerlo.

“Es evidente que con este doble juego la Delegación busca ejercer presión disuasoria e infundir miedo, un hecho intolerable en un Estado de derecho”, dice la coordinadora. “No es un problema de orden público, sino político, y avergüenza ver cómo la Delegación utiliza recursos públicos para jugar sus estrategias políticas”.

La coordinadora insiste en que su iniciativa está protegida por el derecho constitucional de reunión. Y afirma que con la medida de la Delegación, que dirige Cristina Cifuentes, está reconociendo que la convocatoria “no pretende alterar el funcionamiento interno del Congreso”.

La Delegación de Gobierno autoriza en su resolución las concentraciones en la Plaza de España y Puerta de Atocha entre las 12 y 14 horas; las asambleas populares en la Plaza de España y en el Paseo del Prado, desde las 14 a las 17.30 horas; las manifestación desde la Plaza de España a la Puerta del Sol, y desde la Glorieta de Cibeles hasta la Plaza de Neptuno a las 17.30 horas, así como la “Asamblea General Permanente” en el Paseo del Prado desde las 18.30 a las 21.30 horas.

El principal cambio impuesto por la Delegación del Gobierno consiste en impedir que la lectura de un manifiesto se haga frente a las vallas policiales instaladas para alejar a los manifestantes del Congreso. Sólo está autorizada si se realiza en la plaza Cánovas del Castillo, es decir, al lado de la fuente de Neptuno.