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La despedida a Chacón no consigue aplacar la división en el PSOE

Felipe González, en la capilla ardiente de Carme Chacón.

Rodrigo Ponce de León / Carmen Moraga

“Hoy los socialistas lloramos juntos, se ha ido una de las nuestras, una de las grandes y hoy los socialistas tenemos un poco más de frío”. Con estas frases, uno de los candidatos a la secretaría general del PSOE, Patxi López, mostró su dolor y una aspiración incumplida en la sede del PSOE de la calle Ferraz de Madrid donde se había instalado la capilla ardiente de Carme Chacón, que falleció este domingo a los 46 años de edad.

Aunque durante todo el día corrió el rumor en Ferraz de que los tres aspirantes a la secretaría general del PSOE iban a hacer una declaración conjunta, fue más un anhelo que una realidad. Incluso, en la calle, los ciudadanos que esperaban en la cola para dar su último adiós suspiraban bajo el calor con la posibilidad de ver a los tres candidatos juntos. “A ver si al menos esta desgracia consigue unirlos”, comentaba una señora mientras se abanicaba.

El expresidente del Gobierno Felipe González fue lacónico en su intervención, pero dejó entrever que bajo la apariencia de duelo, la marejada en el PSOE no se aplaca. “Para todos los compañeros, noticias como esta nos deberían llevar a discutir de las cosas importantes”, dijo Felipe González.

Patxi López insistió en que Chacón como una de “las grandes referencias” había logrado una imagen de unidad, aunque la realidad, sin crispaciones ni diatribas, distaba mucho de la de un partido unido. El exministro Miguel Sebastián imploraba que el último servicio de Chacón fuera que el partido salga más unido.

No fue posible una tregua como responso a Carme Chacón. Los tres candidatos llegaron por separado y los tres expusieron su dolor y condolencias en diferentes momentos. La aparición por la mañana de una cuenta de Twitter bajo el nombre de “En memoria de Carme” en la que se veía una foto de la presidenta de la Junta y Chacón ha provocado cierto malestar entre los socialistas. Aunque desde un primer momento se trató de aparcar la polémica, lo cierto es que enturbió el ambiente.

Susana Díaz fue la primera en llegar a Ferraz de los tres candidatos a la secretaría general pero la última de los tres en hablar. Cuatro horas después de su entrada a las 14.30 entre aplausos de las personas que hacían cola para mostrar sus respetos, la presidenta de la Junta de Andalucía firmó muy emocionada en el libro de condolencias. “Era una mujer extraordinaria, noble, dulce, cariñosa y rebelde, muy trabajadora y honesta. Amiga y compañera, que estuvo a mi lado en los momentos difíciles y bonitos”, apuntó Díaz.

Una hora antes de que Susana Díaz hablara, Pedro Sánchez volvía a entrar en la sede de Ferraz seis meses después de que saliera como secretario general del PSOE. Desde el 1 de octubre del Comité que acabó con su defenestración, no había vuelto a entrar en la sede socialista.

Con un gesto serio, Sánchez señaló sobre Chacón que fue “una figura trascendental del socialismo, ejemplar en su acción política. Abrió muchos caminos para los socialistas y los que nos sentimos feministas. Quiero reivindicar su memoria, su recuerdo y su acción política que pervivirá en el corazón de los socialistas”.

Pedro Sánchez y Patxi López se saludaron públicamente tanto en la calle como en el interior de la sede. López habló con Susana Díaz de forma cordial sin tocar temas trascendentales. Según fuentes del PSOE, la presidenta andaluza y Pedro Sánchez –de cuya ejecutiva dimitió Chacón el pasado verano– ni se saludaron ni estuvieron en las mismas habitaciones en Ferraz.

En el vestíbulo de la sede socialista se había colocado una gran fotografía con la imagen de la política catalana sonriente y una mesa con los libros de condolencias, junto a un gran ramo de rosas rojas, para que las personas que quisieran dejar su último mensaje pudieran hacerlo tras visitar la sala donde se encontraba el féretro. Decenas de ciudadanos aguantaron las colas y el calor para dar su último adiós y firmar en el libro.

Zapatero y su Gobierno

Por la mañana, los compañeros de Gobierno con José Luis Rodríguez Zapatero rememoraban emocionados la figura de Chacón, especialmente las exministras Trinidad Jiménez y Cristina Garmendia. “Habitualmente le recordaba una frase que ya es historia de nuestro país, ese 'capitán, mande firmes'. Allí donde esté, le quiero decir que seguiremos firmes en los valores que ella defendió, en las causas de la igualdad en las que ella luchó y en el entendimiento, aquí, en Cataluña y en España”, comentó muy emocionado el expresidente Zapatero tras escribir en el libro.

Por la capilla ardiente pasó una nutrida representación de exministros socialistas, entre ellos Alfonso Guerra, Juan Fernando López Aguilar, José Blanco, José Bono, Valeriano Gómez, Elena Salgado, Miguel Ángel Moratinos, Beatriz Corredor y Antonio Camacho, además de Trinidad Jiménez y Cristina Garmendia.

Especialmente sentido fue el abrazo que se dieron el diputado Eduardo Madina y Ana Mato, exministra de Sanidad en el Gobierno de Rajoy, que abandonó la sede del PSOE entre lágrimas.

El exsecretario general del PSOE Alfredo Pérez Rubalcaba, rival de Carme Chacón en el congreso de 2012, rememoró que “la muerte siempre es dura pero cuando se muere a los 46 años eso tiene un punto de injusticia. Carme era una mujer muy inteligente, trabajadora y muy comprometida con todo. La vamos a echar mucho de menos”.

Representación del Gobierno de Rajoy

“Con su rigor y seriedad se supo ganar el respeto de todos”, declaró la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, tras firmar en el libro de condolencias. La vicepresidenta recordó “la unión generacional” que tenían cuando empezaron casi a la vez en política, ya que solo les separaba un año de edad. “Éramos jóvenes y debatíamos con mucha energía y mucha pasión, nos apreciábamos y nos respetábamos mucho”, comentó Sáenz de Santamaría.

El Gobierno de Rajoy tuvo una representación muy nutrida en la capilla ardiente de Chacón. Además de Santamaría, acudieron al sepelio la ministra de Defensa y secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, el del Interior, Juan Antonio Zoido, el de Justicia, Rafael Catalá y la de Sanidad, Dolors Montserrat, muy afectada durante su visita a la sede socialista.

“Cuando se va una persona como Carmen, hay que recordar a aquellos que creen en las causas justas y tienen la valentía de hacer lo que tienen que hacer. Y Carmen era una de ellas”, señaló Cospedal. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, envió una corona de flores a la capilla ardiente.

Por parte de Podemos, se acercaron a Ferraz el exjefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad), Julio Rodríguez, que ocupó ese cargo entre 2008 y 2011 bajo las órdenes de la ministra Chacón. Rodríguez, ahora miembro del Consejo Ciudadano de Podemos, añadió que seguirá “luchando por este país”, como era el deseo de la política socialista catalana. Junto al exJemad, asistieron Ione Belarra y Ramón Espinar.

Otros representantes de partidos políticos que se acercaron a Ferraz a dar el pésame fueron Inés Arrimadas, José Manuel Villegas y Miguel Gutiérrez, de Ciudadanos, así como Andrea Levy y Alicia Sánchez Camacho, del PP.

El salón de plenos del Ayuntamiento de Esplugues de Llobregat acogerá el miércoles la urna con las cenizas de la que fue también exconcejal de ese consistorio, que ha declarado tres días de luto.

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