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Entrevista Presidente de Melilla

Eduardo de Castro: “El cargo institucional más alto que tiene Ciudadanos soy yo y me tienen oculto”

Eduardo de Castro, alcalde -presidente de Melilla

Carmen Moraga

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Eduardo de Castro (Melilla, 1957) lleva varias semanas preguntándose qué es lo que ha pasado para que la dirección de Ciudadanos haya decidido expulsarle fulminante e inesperadamente del partido, alegando que ocultó información sobre una causa judicial en la que figura como investigado. Él niega que ocultara estos hechos porque “son públicos y notorios desde hace muchos meses”, y se muestra indignado porque tanto a Inés Arrimadas como el candidato a la Comunidad de Madrid, Edmundo Bal, le haya llamado “corrupto”, motivo por el cual asegura que está preparando el terreno para querellarse contra ambos.

De Castro insiste en esta entrevista en que no va a dimitir. También deja claro que no se va a ir a otro partido y muchos menos al PP, formación a la que precisamente, gracias a un pacto con los socialistas y Coalición por Melilla (CpM), desbancó del poder en el que los conservadores llevaban cerca de 20 años. “Yo voy a seguir en Ciudadanos porque por encima de las personas están las ideas. Soy liberal progresista, fundador de Ciudadanos desde el 27 de abril de 2014, y único coordinador que ha habido por primarias sin estar obligado”, recuerda.

El regidor melillense no oculta que no se siente muy identificado con la nueva etapa emprendida por Arrimadas, a la que reprocha no haber escuchado al sector crítico que capitaneó el exvicepresidente de Castilla y León, Francisco Igea, que se enfrentó en unas primarias contra ella. “Yo entonces apoyé a Paco Igea y sigo apoyándole”, deja caer De Castro.

¿En qué situación se encuentra el Gobierno de Melilla después de que la dirección de Ciudadanos haya decidido expulsarle del partido?

El Gobierno de Melilla se encuentra igual o mejor que antes de esta pretendida expulsión, así que goza de buena salud. A raíz de esto, además, mis dos socios de Gobierno, la secretaria general del PSOE y el presidente de Coalición por Melilla (CpM) han apoyado y fortalecido a este presidente.

¿No hay posibilidad entonces de que sus propios aliados impulsen una moción de censura o la respalden si parte del PP y Vox?

El Partido Popular lleva intentando hacerme una moción de censura desde el mismo día que me hicieron presidente pero no le dan los números y tanto los cuatro diputados del PSOE como los ocho del CpM me apoyan como han manifestado estos días. Ha salido públicamente en prensa y han dicho que no se cuestiona a esta presidencia.

¿Usted no se ha planteado dimitir?

No. Eso salió en un periódico de aquí de Melilla que controla el PP, pero es mentira. Yo no he dicho nunca que vaya a dimitir porque no tengo ninguna razón y menos por un expediente que aún está por resolver.

En el expediente que le abrieron le acusaban de incumplir varios artículos de los estatutos y de estar imputado por una supuesta “prevaricación administrativa” por la cesión “a dedo” de un centro de menores en Rostrogordo y haberlo ocultado al partido. Usted dice que se trata de una denuncia conocida y que ya lo sabía Ciudadanos. Si es así, ¿por qué no le abrieron antes el expediente y lo hacen ahora?

Esa es una buena pregunta para hacérsela a mi partido. A mí el día 12 de marzo me llega a mi correo la apertura del expediente y una suspensión de militancia. Me la mandan a la una y pico de la madrugada, una hora muy extraña para que esté reunida la Comisión Disciplinaria, pero bueno. Y como supuesta falta ponen una noticia de Europa Press del pasado mes de diciembre de 2020. Es decir, que han pasado un montón de meses y ahora dicen que hacen esto con “carácter de urgencia”. Si era tan urgente, ¿por qué no lo habían hecho antes? Yo alego y les digo que no he ocultado absolutamente nada porque todo estaba publicado, era público y notorio. Es más, les mando los enlaces de otras noticias de otros medios con el mismo caso.  

Pero usted está siendo investigado por este caso.

A mí, efectivamente, me llamaron en calidad de investigado para que fuera a declarar. Teníamos que haber ido el pasado 4 de marzo pero una de las partes pidió más documentación y esa declaración se ha pospuesto para mayo. Pero a lo mejor no llego ni a mayo porque lo mismo me sacan de la causa porque no tengo nada que ver con este asunto, como no he tenido nada que ver en otros muchos asuntos que me han sacado. Yo no hago ningún contrato. Ni este ni ninguno. Yo lo único que hice en ese caso concreto era que la Fiscalía de Menores en pleno estado de alarma, con contagios de Covid, avisa de que es un centro de menores que está saturado y era necesario sacarlos de allí porque estaban hacinados y enviarlos a otros sitios. Es que la misma Fiscalía es la que lo pide, y yo lo que hago es declarar la emergencia de esa situación y al declararla el mecanismo se pone a funcionar. Yo no sé ni a quién contratan, ni cómo lo contratan ni se está bien o está mal. Y si [ese contrato] está mal me parece bien que acudan a los juzgados, pero yo solo declaré una situación de emergencia. Cuando se ha acabado el estado de alarma he dejado de firmar declaraciones de emergencia.

También está inmerso en otra causa referente a la presunta concesión del servicio de la grúa a la empresa de un familiar del exvicepresidente de su Gobierno. ¿Qué dice de este otro asunto?

Con respecto a este caso yo, a día de hoy, no tengo notificación alguna del juzgado de que yo esté siendo investigado. No existe. Es una cuestión que alguien tendrá que averiguar porque es la Fiscalía la que pide documentación sobre este contrato de la grúa y se le envía por parte de la secretaría general de la Asamblea sin ningún problema porque aquí somos transparentes –yo ni siquiera sabía que se había enviado, también lo tengo que decir porque no puedo saber toda la burocracia que hay– y es la Fiscalía la que hace la investigación ante esa denuncia y la pone en manos del Juzgado. Lo hizo el lunes pasado y a día de hoy el juez ni a mí ni a ninguno de los imputados –que son un montón, incluso gente del PP del Gobierno anterior– no nos ha convocado a nada. No sabemos nada. No estamos imputado ninguno.

¿En cuántas causas está usted imputado o investigado?

Pues llevo siete u ocho y todas hasta ahora han sido archivadas o sobreseídas. La primera fue nada más llegar por parte del anterior presidente [Juan José Imbroda, del PP] que llegó hasta el Tribunal Constitucional. Se ganó. La siguiente también de él y se archivó. Las siguientes fueron el PP y de Vox, todas archivadas. Esto es tan sencillo como si voy yo mañana a un juzgado y me da por decir que Pablo Casado ha colocado a un familiar suyo en Murcia, por decir una región donde gobierna el PP, pues inmediatamente estaría investigado este señor. Si con eso ya es culpable entonces estaríamos casi todos los políticos fuera de todo.

¿El hecho de que los parlamentarios en Melilla no gocen de aforamiento propicia que se judicialice la política?

Efectivamente aquí no tenemos aforamientos. Yo soy de los que opina que los políticos solo deberíamos tener aforamientos para cosas muy concretas. Si el señor Imbroda, el antiguo presidente, que es senador, no estuviera aforado, tendría muchísimas denuncias. Pero, claro, cuando están aforados un juez no abre una causa por una ocurrencia cualquiera. Esta es una guerra judicial para tumbar al Gobierno y recuperar un sillón que se le ha quitado a este señor después de veinte años.

Ciudadanos siempre ha defendido que con una imputación hay que dimitir.

Albert Rivera defendió primero eso y luego lo cambió por ir a juicio oral. Es muy sencillo, hay un Código Ético que tiene unos criterios estrictos de ética y legalidad al que debemos someternos todos los miembros del partido, desde el primer afiliado hasta el último.

Precisamente Edmundo Bal dijo el otro día que el Comité de Garantías de Ciudadanos ha dictaminado que usted incumplió el Código Ético y que por eso ha sido expulsado.

El señor Edmundo Bal miente y además insulta. Primero, el Comité de Garantías no se ha pronunciado aún. El único órgano que ha dicho algo es la Comisión de Régimen Disciplinario, que depende del Comité Ejecutivo, es decir, de la señora Arrimadas, de los que mandan. Y entiende que yo he cometido una falta muy grave y la resuelven en un tiempo récord. Y me acusan de ocultar una noticia. Difícilmente en los tiempos que corren se puede ocultar una noticia que se publica en todos los medios. No tiene ni pies ni cabeza. Además, tengo un plazo de 15 días para presentar un recurso que estoy preparando. Lo que sí quiero decir es que el señor Bal me ha asombrado, pensaba que era más serio. Ha dicho “en Ciudadanos los corruptos no nos duran ni cinco minutos”. Me ha llamado corrupto y eso no es admisible. Si Bal se erige en adalid de la corrupción me parece muy bien pero lo que me han hecho ya he dicho que se llama pena de telediario y también he dicho que no entiendo la estrategia de Ciudadanos... porque es que no la entiendo.

Usted adelantó que iba a pedir al juez medidas cautelares de protección porque cree que se ha vulnerado su derecho al honor. También aseguró que iba a solicitar una conciliación previa a sendas querellas contra Arrimadas y Bal por acusarle de corrupto ¿Lo ha hecho ya?

Yo no quiero perseguir absolutamente a nadie pero voy a ejercer mi defensa a través de mi abogado y él será el que tomará las medidas que considere oportunas. Pero, sí, habrá una conciliación previa a las querellas para ver si se retractan. Y también pediré esa medidas cautelares porque se ha vulnerado mi presunción de inocencia que es un principio básico que hay que respetar y conmigo no lo han respetado.

También dijo que se siente “cabeza de turco” porque su partido, y más concretamente Bal, le está utilizando para demostrar que en Ciudadanos se toman muy en serio lo de la “regeneración”, porque “a los cinco minutos expulsan a los corruptos”.

Es que es así. A mí me han metido en la campaña de Madrid sin pedirlo y además de una forma bastante cruenta, abrupta y con una acusación muy grave, llamándome corrupto. Yo seré muchas cosas pero corrupto le puedo asegurar que no lo soy.

¿Ha hablado con Arrimadas? ¿Qué interlocución tiene con la dirección de Ciudadanos?

Yo no tengo contacto con el partido. Hace seis meses que el partido no tiene contacto con la agrupación de Melilla de la cual yo era coordinador. El día 11 de noviembre del año pasado simplemente mandaron un correo para decir que estaban organizándose y que ya nos avisarían. Han pasado seis meses y no sabemos nada. Cerraron nuestra cuenta de Twitter, también la plataforma donde yo tenía acceso para ver los afiliados que tengo aquí, así que no tengo ni idea de cuántos hay. Estamos totalmente desamparados.

A Arrimadas la última vez que la vi fue en Madrid en el acto de Estado con motivo del Día Europeo de las Víctimas del Terrorismo, en los jardines del Palacio Real. La saludé y me preguntó qué cómo había ido a Madrid, si en avión y que cuánto había tardado el avión... las típicas preguntas para hablar de algo. Se fue, yo regreso a Melilla y ese mismo día a la una y pico de la madrugada me envían ese expediente. En política las casualidades no existen. 

¿A qué achaca esa indiferencia teniendo en cuenta que la de Melilla es la única presidencia autonómica que ostenta Ciudadanos?

Eso habría que preguntárselo a Inés Arrimadas. El cargo institucional más alto que tiene Ciudadanos, y no es petulancia, efectivamente soy yo y me tienen oculto de tal manera que cuando se ha hecho propaganda de esos cargos han hablado solo de los vicepresidentes de las comunidades autónomas pero nunca del único presidente que tiene Ciudadanos. Yo no sé los motivos de esto y tampoco quiero pensar que esto se deriva de que pacté el gobierno que pacté, porque cómo no sea por eso...

¿Cómo se entiende que con un solo diputado un partido pueda llegar a presidir una autonomía, como ha ocurrido en Melilla?

Pues se entiende muy fácil. Aquí había un Gobierno de 20 años del PP muy especial que había tenido al menos tres grandes operaciones anticorrupción por parte de la Guardia Civil: Ópera, Tosca, Montecristo, que están ahí en el cajón y algunas se aburrirán, prescribirán, lo cual no quiere decir que no ocurrieran. Llegó a haber hasta 12 imputados ocho de los cuales eran altos cargos del PP, desde un vicepresidente, varios viceconsejeros y consejeros y hasta alguna consejera que ya estaba inhabilitada, condenada. El entonces secretario general de Ciudadanos, el señor Villegas, dijo textualmente: “Pactaremos preferentemente con el PP y cuando se pueda con el PSOE pero nunca cuando haya casos de corrupción y nunca con Vox”. Aquí había casos de corrupción, un presidente, Imbroda, que no se iba porque si entonces hubiese dejado el cargo habría ocurrido otra cosa. No solo no se va sino que sigue ahí y ahora se va a presentar a la secretaría general de su partido para dirigirlo de nuevo.

Su pacto con el PSOE y Coalición por Melilla se cerró en contra de las directrices de la dirección de entonces de Ciudadanos, que dirigía Albert Rivera, y le abrieron un expediente.

Sí, sí. En aquella ocasión me hicieron un expediente, muy bien armado, es cierto, no como el que me han abierto ahora. Yo me defendí. Además, había hablado previamente con José Manuel Villegas y Fran Hervías del por qué se tomaba la decisión. Lo sabían perfectamente, tengo pruebas de ello. Yo presenté a la Comisión de Régimen Disciplinario en aquella ocasión una serie de alegaciones y cuando las vieron y hablaron conmigo dejaron que decayera el expediente, no hicieron ninguna maniobra más. Luego, incluso Miguel Gutiérrez vino a la investidura.

¿Cómo ve ahora el futuro de Ciudadanos? La mayoría de las encuestas apuntan a que corren el riesgo de no sacar representación en Madrid con Bal.

A mí me encantaría que Ciudadanos siguiera para delante y siguiera ocupando un espacio político que existe y se llama centro. Pero los resultados están ahí. Se perdieron 47 diputados en el Congreso, pasando de 57 a diez; en Catalunya de 36 hemos bajado a seis, y en otras comunidades no estamos o hemos desaparecido. En Madrid dependerá de lo que digan los madrileños.

A su juicio, ¿en qué se está equivocando Arrimadas?

Yo creo que tendría que haber oído más al llamado sector crítico. Pero ella es la presidenta del partido y toma las decisiones que cree oportunas. Los resultados dirán el 4 de mayo si se está equivocando o está acertando.

Si Ciudadanos desaparece en la Asamblea de Madrid, ¿cree que Arrimadas debería dimitir como hizo Albert Rivera?

Creo que debería tomar alguna medida. Pero la dimisión es una decisión muy personal y yo no voy a juzgar ni a Inés Arrimadas ni a nadie. Cada uno tiene que saber lo que tiene que hacer en cada momento.

Y si a usted le abren juicio oral por alguna de estas causas, ¿dimitirá?

Si a mí me abren juicio oral entonces tendré que tomar la decisión correcta, evidentemente.

¿Y esa decisión sería dimitir?

Pues, seguramente.

Cambiando de tema, Melilla es una de las autonomías con mayor índice de contagios de Covid. Los datos no son buenos, aunque supongo que como presidente me dirá que está satisfecho con la gestión que está haciendo su Gobierno.

No, no estoy satisfecho porque nadie puede estar satisfecho cuando muere gente y cuando tenemos un alto índice de contagios. Ahora mismo tenemos 520 positivos, ayer hubo 48 positivos más. Esta es una Ciudad de 86.000 habitantes, 12 kilómetros cuadrados, tenemos un hospital pequeño en el que ahora mismo hay 42 hospitalizados de los cuales seis están en UCI. Mi objetivo y el del Gobierno desde el principio ha sido salvar vidas y preservar la salud, y, en lo posible, la economía y hacer lo necesario para volver a esa normalidad. El virus no entiende de política ni se va de vacaciones.

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