Estonia, Letonia y Lituania apoyan a España tras la DUI catalana

Los países bálticos, Estonia, Letonia y Lituania, apoyaron hoy al Gobierno de España después de que el Parlamento regional de Cataluña aprobase una declaración unilateral de independencia y apelaron al diálogo constitucional para resolver la crisis.

El primer ministro de Estonia, Jüri Ratas, respaldó al Gobierno de España en la crisis política catalana apoyando la unidad nacional de España y pidió la búsqueda de una solución en el marco de la constitución y la legalidad.

En un mensaje en la red social Twitter poco después de la declaración de independencia, Ratas aseguró que “Estonia apoya la integridad territorial y la unidad de España”.

En opinión del primer ministro estonio, la crisis política en la comunidad autónoma española de Cataluña es un “conflicto interno” que “debe resolverse de acuerdo con su constitución y con las leyes”.

Por su parte, el ministro letón de Exteriores, Edgars Rinkevics, afirmó en declaraciones recogidas por la agencia de noticias Leta que su país no planea “reconocer la independencia catalana en forma alguna”.

Señaló asimismo que se trata de una cuestión interna dentro de un país miembro de la Unión Europea (UE) y que no ve pertinente por el momento que la Comisión Europea (CE) trate de mediar en el conflicto.

Por último, deseó que no se agudice la situación y que los Gobiernos de España y de la región de Cataluña elijan el “diálogo político”, en base a los principios que rigen en la Unión y en cualquier estado democrático y legal.

Previamente, el ministro de Exteriores de la vecina Lituania, Linus Linkevicius, también había mostrado su apoyo a la integridad territorial y la soberanía de España y había abogado por buscar una “solución constitucional”.

Linkevicius llamó “a resolver esta crisis a través del diálogo y no por la fuerza o la violencia” y consideró que “no se han agotado las posibilidades de diálogo” para encontrar una solución constitucional.

“Lo que estamos viendo es un conflicto o a un choque de trenes”, apuntó el ministro báltico, que confió en que el conflicto “no se agudice” y no llegue a la “confrontación física y la violencia”.