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El líder de Desokupa afirma ahora que no va a retirar la lona tras asegurar que la quitaría

Boicot a la lona de Desokupa

Iñigo Aduriz

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Era todo parte de un engaño. A primera hora de la tarde la organización Desokupa, que se vanagloria de expulsar por la fuerza a personas de las viviendas, aseguró que había decidido retirar la lona contra Pedro Sánchez y otros miembros de la izquierda que colgó esta semana en la calle de Atocha de Madrid. Pero el mismo Daniel Esteve, fundador de la organización, que anunció la decisión a través de las redes sociales, un par de horas después dijo en otro vídeo que no retirará la pancarta.

“Tras los últimos acontecimientos creemos que se han superado todos los límites y retiraremos la lona por voluntad propia hoy a las 18h”, había asegurado Esteve. “Esperamos no haberos decepcionado. Esto no es una derrota”, añadía en Twitter, sobre las tres de la tarde del viernes. A las 18.30 publicaba otro tuit diciendo que no, que “la lona se queda”. “Alguien se ha pensado que nos íbamos a acojonar?”, se pregunta, en su perfil de Twitter, en un mensaje que acompaña de un vídeo en el que se le ve bebiendo una cerveza. Esteve asegura que la junta electoral ha desestimado los recursos interpuestos por PSOE y ERC para retirarla.

La lona tiene como eslogan “Tú a Marruecos, Desokupa a la Moncloa” y está acompañada de la foto de Pedro Sánchez y de Daniel Esteve, fundador de Desokupa. Además, el cartel saca pecho de las expulsiones de hogares y señalaba a Unidas Podemos y ERC con el rótulo: “Os echaremos de menos a todes”.

Esta misma mañana la lona aparecía cubierta con numerosos carteles en defensa del derecho a una vivienda digna y en contra de los desahucios. “Ni alquileres, ni hipotecas, ni deudas. Vivienda gratuita, universal, de calidad y bajo control obrero”, se podía leer en un mensaje que firma el Movimiento de Vivienda de Madrid. Sin embargo, sobre las 10.00 horas de la mañana la empresa encargada de gestionar ese espacio publicitario, Urban Visión, había retirado las proclamas antidesahucios.

“Como sabéis hoy un grupo de anchoas se descolgaba, lo tapaba, las desocupábamos la lona suya en una hora y el cartel vuelve a estar on fire, on line, prensa, televisión, radio...”, había enfatizado inicialmente Esteve en una grabación difundida en su perfil de Twitter. “Hemos multiplicado por cinco nuestras expectativas, hemos superado los 10 millones de euros en impactos en publicidad. Es una auténtica locura”, ha añadido. A renglón seguido, en cambio, Esteve consideraba que “por el bien” de su empresa y de sus “trabajadores” había decidido retirar la lona. Era mentira.

Un clásico de la comunicación política

Este tipo de carteles se han convertido en un clásico de la comunicación política y empresarial hasta tal punto que su uso se ha hegemonizado en los últimos años. En las últimas semanas, a la pancarta de Desokupa se había sumado la que Vox colocó en la antigua cervecería Santa Bárbara, en la confluencia de las calles Goya y Alcalá de Madrid.

En esa pancarta gigante se atacaba a varios colectivos. Se veía una mano tirando a la basura los diversos símbolos que representan al feminismo, al colectivo LGTBI, la Agenda 2030, el comunismo, el Movimiento okupa y la bandera independentista catalana. Pero, a raíz de distintas denuncias, la Junta Electoral de Madrid obligó a Vox a retirarla.

La comunidad de vecinos del edificio de la calle de Atocha iba a recibir 8.000 euros por mantener el cartel de Desokupa durante tres semanas, un precio acordado por la empresa publicitaria y el cliente. “Nosotros no ponemos el precio”, afirmó esta semana, en declaraciones a elDiario.es, la presidenta de la comunidad del edificio.

Sin embargo, el abogado Xaime da Pena, financiador de la lona con un historial de polémicas a sus espaldas, aseguró en conversación con este diario que les había costado 40.000 euros por colgarla desde el día 3 hasta el 23. En lo que va de año, el edificio ha albergado cuatro lonas diferentes. En este sentido, los ingresos para los vecinos varían según algunos factores, como el tamaño de las mismas y el tiempo que estén colocadas. Según la presidenta, el ingreso mínimo, en general, que recibe la comunidad por colgar una lona son 5.000 euros.

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