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Un mensaje señala que Almeida llamó a Luis Medina mientras los comisionistas negociaban con el Ayuntamiento

Los mensajes cruzados entre Alberto Luceño y una funcionaria del ayuntamiento de Madrid

Alberto Pozas / Pedro Águeda / Marcos Pinheiro

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El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, contactó con Luis Medina en plena negociación del hoy imputado y su socio Alberto Luceño, también investigado, con el Ayuntamiento de Madrid. Después de que elDiario.es desvelara la investigación de la Fiscalía Anticorrupción, Martínez-Almeida se refirió a una llamada con Medina, sin que nadie le cuestionara por ello, y sin saber ubicarla con exactitud en el tiempo. El sumario del caso, al que ha tenido acceso elDiario.es, revela que esa llamada se produjo el 26 de marzo, cuatro días antes de que los investigados ingresaran sus primeras comisiones, de un millón de euros en el caso de Luis Medina, y cuando Luceño todavía está gestionando los pedidos, según se desprende de varios mensajes incorporados a la causa. La relación de los comisionistas con el Ayuntamiento siguió intensamente en los días posteriores a la llamada de Almeida y solo concluyó ocho meses después, en noviembre.

La investigación de la Fiscalía Anticorrupción sobre el cobro de comisiones millonarias por parte de dos empresarios desvela que muchos de estos mensajes se cruzaron entre Alberto Luceño, uno de los imputados, y Elena Collado, alto cargo del consistorio que centralizaba los esfuerzos para contratar la compra de material al precio que fuera. Esos mensajes aluden a la llamada que el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, habría hecho a Luis Medina Abascal. “Ya me ha dicho Luis que le llamó Almeida”, dice Luceño a su interlocutora ese 26 de marzo de 2020.

Fue la propia Collado la que entregó a la Fiscalía Anticorrupción su registro de mensajes con Luceño, un cruce que empieza el 23 de marzo de 2020 y termina mucho después, en noviembre de ese año, unos días antes de que los investigadores se dirigieran al consistorio exigiendo información sobre el caso y con la investigación, por tanto, ya en marcha. Para cuando empiezan estas conversaciones, Luceño y su socio Medina ya habían acordado inflar los precios para cobrar comisiones millonarias salidas de las arcas municipales según la Fiscalía.

Fue entonces, en la tarde del jueves 26 de marzo, cuando Luceño envía un mensaje a su interlocutora mientras ambos hablaban de contratos. “Ya me ha dicho Luis que le llamó Almeida”, dice Luceño. Collado, que testificó ante Anticorrupción un año después, no sabía nada del tema. “Pues he estado 5 horas con un material requisado y no me he enterado”, contesta. Para entonces, según el sumario, los contratos ya estaban aprobados pero los dos seguían negociando detalles clave de la entrega del material y las transferencias, que en ese momento habían empezado pero no se habían realizado en su totalidad.

Al día siguiente, por ejemplo, Luceño informaba a su contacto del Ayuntamiento que ya estaba poniendo en marcha los certificados de los guantes que también compraron. Unas horas antes, el empresario preguntaba a Collado por “los contratos firmados y el justificante de transferencia de los bancos”. Unos pocos días después negociaban aspectos clave de la compra de guantes de nitrilo: “Por favor, confirma precio unidad nitrilo y me lo mandas por aquí”, decía Luceño varios días después de la llamada.

La llamada del alcalde

El propio Ayuntamiento de Madrid reconoce este miércoles a preguntas de este periódico el contacto en esas fechas entre el alcalde Luis Medina Abascal. La llamada, de hecho, ha sido reconocida en varias ocasiones por el propio alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, pero circunscribiéndola a que se limitó a agradecer a Medina una donación de mascarillas. El regidor aseguró hace unos días que esta llamada “se produce después de la formalización del contrato porque se me comunica que va a hacer una donación de 183.000 mascarillas entre el 12 y el 15 de abril”. Eso significa que el alcalde habría sabido de la donación de mascarillas de Medina al menos 22 días antes de que se produjera y que se lo agradeció cuando todavía no estaba asegurada su entrega por las dificultades que presentaba el mercado.

En varias declaraciones, el alcalde ha intentado restar relevancia a la relación comercial del Ayuntamiento con Luceño y Medina porque el Consistorio recibió “más de mil” ofrecimientos de material, si bien dos contratos que investiga la Fiscalía son los más cuantiosos de cuantos se rubricaron para adquirir material sanitario por parte de la administración local.

El día de la exclusiva de elDiario.es, 4 de abril, el alcalde aseguró: “El familiar mío no conocía a Luis Medina, le contacta una conocida común porque Luis Medina quiere hacer llegar al Ayuntamiento que tiene la capacidad de poder suministrar material sanitario y el familiar mío se limita a darle un correo”. Cuando Luceño le dice a Elena Collado que “Almeida ha llamado a Luis” ese mismo día, 26 de marzo, los comisionistas llevan varios días tratando intensamente la venta de material con la responsable de compras de Madrid por lo que el contacto entre el primo del alcalde y Medina, uno solo, según el propio José Luis Martínez-Almeida, se habría producido necesariamente antes.

Luis Medina Abascal, hijo del fallecido duque de Feria, llegó al Ayuntamiento después de contactar con un primo del alcalde y aprovechando su fama. Según el alcalde, él no habló con el aristócrata en ningún momento durante la contratación ni tampoco cuando contactó con su primo, pero sí lo hizo después para agradecer una donación.

“Nos han estafado seguro”

Hace una semana este periódico informó de cómo la interlocutora de Alberto Luceño en el consistorio hizo saltar las alarmas cuando comprobó que los guantes de nitrilo que le habían traído desde China no eran los que habían contratado y, además, eran mucho más caros que los que podían encontrarse en un supermercado. Las conversaciones recopiladas por Anticorrupción revelan cómo fue ese momento: “Por Dios, dime algo. Nos han estafado seguro”, decía una angustiada Elena Collado. Luceño contestaba: “Tranquila, cuelgo y te llamo”.

La solución que encontró Luceño, de cara a la galería, fue conseguir una rebaja del precio y que el proveedor devolviera el dinero que ya había adelantado el Ayuntamiento. “Leno modificará la factura y os la enviará mañana”, le dice el empresario. La realidad, según Anticorrupción, es que Luceño renegoció sus propias comisiones para conseguir que el consistorio recuperase su dinero.

No fue el único traspiés en relación con la calidad del producto que habían solicitado. Meses después, los dos hablaban también de los test de anticuerpos que, en muchos casos, no tenían sensibilidad suficiente como para ser útiles y todavía en septiembre trataban la entrega de nuevos reactivos para suplir esa falta de sensibilidad de los test. A finales de abril, Collado también le transmite que las mascarillas que han recibido son de buena calidad pero no saben cuánto tiempo de vida tiene cada una.

El Ayuntamiento, supuestamente, no sabía que detrás de todo esto había contratos inflados para incluir las comisiones millonarias de los dos empresarios. Así lo ha dicho en público José Luis Martínez-Almeida y así lo afirmó la Funeraria de Madrid en un escrito dirigido a Anticorrupción en enero de 2021: “Este Ayuntamiento desconoce la existencia de posibles comisionistas”.

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