Mónica García: “Ayuso intenta hacer de la política un lugar sucio y embarrado para que la gente se desvincule de ella”

Esther Palomera

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Mónica García (Madrid, 1974) es de verbo rápido y directo. No se arredra. No deja pregunta sin respuesta, en especial todas las que tienen que ver con la gestión de Isabel Díaz Ayuso, cuyo único legado, dice, es la comisión que cobró su hermano del gobierno regional por la venta de mascarillas durante la pandemia, “los protocolos de la vergüenza en las residencias de mayores y la chapuza sanitaria”. Azote de la actual inquilina de la Puerta del Sol, esta médica especializada en Anestesiología probablemente es a quien más insultos –después de a Pedro Sánchez, claro– ha propinado la sempiterna polémica baronesa del PP, a quien cree que sólo le interesa Madrid “para asaltar Génova 13”.

Entró en política en 2015, un año después del nacimiento de Podemos, y fue elegida diputada de la Asamblea de Madrid por ese partido. Cuatro años después, cuando Íñigo Errejón y Manuela Carmena impulsaron Más Madrid, abandonó, tras “un doloroso divorcio” las filas de los de Pablo Iglesias para integrarse en el proyecto que hace dos años arrebató la hegemonía de la izquierda al PSOE de Madrid, convirtiéndose así en la líder de la oposición madrileña.

García sueña con presidir el primer gobierno progresista madrileño del siglo XXI porque no se resigna ni a “la normalización de lo malo conocido”, ni al “trumpismo cañí”, ni al ruido constante y atronador que emite el ayusismo. Que lo consiga es otra cosa dada la fortaleza de la derecha madrileña y la habitual entropía de la izquierda madrileña. Por lo pronto, sobre este último marco procura ser cauta y no pisar callos, porque sabe que la salida de Ayuso del kilómetro 0 depende de que “cada átomo progresista tenga representación y de que los representantes de todas las organizaciones progresistas” se pongan “de acuerdo el 29 de mayo para poner las políticas de los madrileños en el centro” de su “actividad política”.

¿Cuántos son los madrileños en riesgo de exclusión social?

Hay un millón y medio, 370.000 más de los que había antes de la pandemia. Somos la comunidad más rica y la más desigual. Hay un informe maravilloso de Foessa, de Cáritas, que hace un examen muy exhaustivo sobre el nivel de desigualdad. Yo creo que es una cosa que no nos podemos permitir como sociedad.

¿Su propuesta para reducir ese nivel de desigualdad?

Lo primero es diagnosticarla. Es imposible hacer como el gobierno de la señora Ayuso, que no ve a los pobres. Y claro, como no los ve, es imposible hacer propuestas para ellos. Yo creo que hay que impulsar el sur para acabar con esa brecha que divide nuestra región entre el norte y el sur. Hay que impulsar el trabajo. Tenemos un plan de reindustrialización que tiene muy en cuenta los trabajos y la industria. Una industria que ha sido mermada por el Partido Popular en todos estos años, que ha pasado del 12% al 5%. Por supuesto que hay que poner recursos en aquellos sitios donde más se necesita: en los centros escolares, donde hay un 85% de absentismo escolar;  hay que dar oportunidades de futuro y expectativas a la población, no solamente a los ultra ricos que vienen aquí a la Comunidad a depredar de alguna manera nuestra identidad y nuestra nuestra riqueza, sino a todas las personas que merecen una oportunidad para poder salir adelante.

¿Cuántos madrileños hay en lista de espera quirúrgica?

Hay 880.000 madrileños en lista de espera. En general, desde que está la señora Ayuso se ha aumentado un 40%. Hay medio millón de personas que esperan más de 60 días y 400.000 que esperan más de 90 días en lista de espera quirúrgica, dependiendo de si vemos los datos que la Comunidad le manda al ministerio o los que publica aquí. Por ejemplo, en diciembre del año pasado había 90.000. En cambio, al ministerio se le mandaron 70.000. Cualquiera que trabaje en un servicio quirúrgico sabe que hay un claro retraso y una falta de acceso a nuestro sistema sanitario y a nuestros quirófanos, por mucho que la Comunidad se siga empeñando en intentar maquillar las cifras. La falta de acceso a nuestro sistema sanitario es un problema de primer orden que se traduce en que cada vez más madrileños tienen que pasar por caja y hacerse un seguro privado.

¿El tiempo medio de espera en atención primaria difiere entre los municipios de mayor o menor renta?

Sí, nosotros ya hicimos un estudio que demostraba que el tiempo de espera depende también de la renta y ahora mismo la Comunidad de Madrid creo que está la cuarta por la cola en el porcentaje de población que espera más de 48 horas para ser atendido. Las cifras que da el PP,  como siempre, están falseadas. No hay nada más que meterse en la aplicación donde hay centros de salud en los que no te dan cita hasta dentro de 15 días. Incluso hay algunos que te dicen que no tienen citas disponibles. Esto es una merma y un deterioro que es muy preocupante de nuestra atención primaria, que es el eje fundamental de nuestro sistema sanitario. Por eso nuestra principal propuesta es arreglar la sanidad pública que el Partido Popular se ha cargado.

¿Cuál es la tasa de paro juvenil de esta región?

Está por debajo de la media española, ¿Puede estar en el 27%? Algo así, más o menos, pero es preocupante porque tenemos aquí unas cifras de desempleo juvenil que no están acordes con la región rica que somos. No están acordes tampoco con el modelo productivo que se espera de una región como Madrid que debería estar en la vanguardia de la transición ecológica y de los empleos que demanda el siglo XXI. Y, sobre todo, está muy vinculado a una generación que sufre la precariedad como parte de su normalidad y de su estructura. Había un experto que decía que no podemos tener un modelo económico que tenga trabajadores que están dopados con ansiolíticos y con cafeína. Y yo creo que los jóvenes se han acostumbrado a la precariedad, a la falta de expectativas y a la falta de empleos sólidos y estables. Y esto no es solo un problema a nivel individual para cada uno de ellos, sino que es un problema social y que, por supuesto, tiene una traducción económica: somos una región que no acaba de despegar y de desarrollar todo su potencial.

¿La okupación es un problema en Madrid?

Es un problema, pero no tiene nada que ver con el problema de la vivienda. Entiendo que el Partido Popular y la derecha quieran meter miedo con unas cifras, por cierto, que según el Consejo General del Poder Judicial han disminuido en Madrid. La okupación es un problema, por ejemplo, en las viviendas públicas. La mitad de las viviendas okupadas están a cargo de la gestión de la señora Ayuso y en algún momento podría explicarnos por qué no ha hecho nada. Pero el problema fundamental es de vivienda, de las familias que no llegan a fin de mes después de pagar la vivienda y de aquellas otras que no pueden adquirir o no tienen acceso a una vivienda. Según ese informe de Foessa, 400.000 familias después de pagar la vivienda ya no se quedan en pobreza absoluta. Tenemos la tasa de emancipación que ha caído estrepitosamente al 15%. Tenemos unos jóvenes que tienen que gastar el 97% de su sueldo en la vivienda. Tenemos el suelo y el techo más caro en alquiler y somos la Comunidad que debemos destinar mayor número de años trabajados a poder tener una vivienda en propiedad: 9,2 años frente a seis años que tiene el resto de la nación. Esto significa que trabajamos un 30% más que el resto de España para poder tener una vivienda. Esto es un problema de primer orden y que no tiene una solución única ni una solución mágica, pero sí que tiene por lo menos una voluntad política de hacer que la vivienda pase de ser un bien especulativo a cumplir el artículo 47 de la Constitución, a ser un derecho fundamental. Y para eso hay que hacer muchas cosas. Hay que poner a disposición toda la vivienda vacía que tenemos que son miles. Hay que regular, por supuesto, los precios. Y hay que potenciar la vivienda pública. Nosotros queremos construir, rehabilitar y comprar vivienda pública. Y, por supuesto, hay que ponerle freno a la especulación y a los fondos buitre.

No pretendía con las anteriores preguntas hacerle un examen estadístico, pero sí preguntarle si cree que la presidenta de la Comunidad de Madrid conoce esta realidad socioeconómica de la Comunidad de Madrid.

La presidenta de la Comunidad Madrid no solo no la conoce, sino que además no la quiere conocer. Este es un problema. El otro día [por el pasado lunes] en el debate electoral decía: no me doy por aludida. Y es que no se da por aludida por ninguno de los problemas que está presente en la vida de los madrileños y madrileñas. No se da por aludida por el precio de la vivienda, no se da por aludida por la sanidad y la falta de médicos. No se da por aludida por la expulsión del 25% de nuestros pediatras que se han ido de la región. No se da por aludida por los vecinos y vecinas de San Fernando. No se da por aludida por el cambio climático. No se da por aludida. Es una presidenta que solamente se da por aludida cuando habla de la Moncloa, Sánchez, ETA y de Bildu, que son cosas que no pertenecen al espectro político de lo que estaría dentro de sus competencias.

¿El cambio climático se combate poniendo una planta en el balcón de nuestras casas?

Sobre todo no se combate tomándole el pelo a la gente. Ya hemos conocido el negacionismo de la señora Ayuso y ahora vemos que el siguiente episodio es la tomadura de pelo de un gobierno que ha dicho que el cambio climático era una estafa y un invento de la izquierda. También la justicia social es un invento de la izquierda. También la comida que le dan a los mayores es un invento de la izquierda. Pero con respecto al cambio climático, es un negacionismo y una tomadura de pelo en la que nos estamos jugando el futuro y la salud. Y es fundamental asumir este reto en primera persona y además acompañarlo de una percepción de que la justicia climática va a ir acompañada de justicia social y que vamos a vivir mejor. Atajar el cambio climático no va a ser algo que nos va a mermar nuestras condiciones de vida, sino todo lo contrario, nos va a mejorar nuestras condiciones de vida. Igual, bueno, merma un poquito los beneficios de todos aquellos que están depredando nuestro planeta o que están depredando nuestros recursos para beneficio propio, pero para el conjunto de la sociedad la lucha contra el cambio climático ha venido a traernos también una conciencia social y una conciencia ecológica que nos va a hacer vivir mejor en el futuro.

¿Por qué cree que Ayuso no habla de Madrid?

Porque no sabe, no quiere y no puede hablar de Madrid. Parece que está jugando al juego este de tabú, en el que puede decir de todo menos Madrid. Se la ve realmente incómoda cuando tiene que hablar de Madrid. Se la vio el otro día en el debate y seguramente es porque no le gusta Madrid. ¿Quiere decir esto que no hay nada de Madrid que le interese más que utilizar la pieza de Madrid para asaltar Génova 13? No lo sé. Para sus cálculos de poder interno, ella utiliza estas elecciones contra su propio proyecto y su propio partido. Nosotros usamos estas elecciones contra su negacionismo, contra su soberbia y contra su incapacidad para gestionar un reto tan grande como es una región que debería estar mirando al siglo XXI y sin embargo, está mirando al siglo XIX.

¿Madrid es de derechas?

Pues mira, yo creo que Madrid es una región muchísimo más abierta, diversa, plural y rica de lo que el Partido Popular nos representa. Tenemos un gobierno que le da la espalda al resto de Comunidades, que le da la espalda a la evidencia científica, que le da la espalda a los avances en materia económica. Por ejemplo, cuando todo el mundo está hablando –la OCDE, el Banco Central Europeo, el Fondo Monetario Internacional– de una justicia fiscal a nivel europeo, tenemos aquí una presidenta que no es capaz de sintonizar ni con Europa ni con el Gobierno central, ni con el resto de Comunidades ni con sus propios ciudadanos. Ha insultado a sanitarios, ha insultado a taxistas, ha insultado a vecinos y vecinas, ha insultado a las mujeres. En Madrid hay unos pocos que están viviendo por encima de sus posibilidades, muy potenciados por el gobierno de la señora Ayuso, que están haciendo que el resto de madrileños vivamos por debajo de nuestras posibilidades. Y mi sensación es que hemos normalizado lo malo conocido. Y en esa normalización de lo malo conocido, yo quiero presentar que hay algo muy bueno y muy maravilloso por conocer, que es una alternativa a este gobierno depredador y a este parque temático para fondos buitre que nos ofrece el Partido Popular.

Si Ayuso no sintoniza con los madrileños, como usted dice, ¿cómo explica su resultado electoral de hace dos años y el que apuntan hoy también las encuestas, donde  barre prácticamente a la izquierda?

Yo creo que utiliza algunas herramientas que son muy útiles electoralmente –que ya han utilizado clásicos como Trump, como Bolsonaro, como Johnson– y  que con sus altavoces mediáticos y con ese poder que le han otorgado los  28 años de gobierno del PP tiene de alguna manera más facilidad hacer ese trumpismo cañí que funciona electoralmente. Lo que pasa es que yo creo que no funciona ni social ni políticamente. La gente no se siente identificada con esa manera de hacer política. Ella considera que la política es ruido y yo defiendo que la política es la mejor herramienta que nos hemos dado en democracia. Y bueno, pues, ella intenta hacer de la política un lugar sucio y embarrado en el cual la gente se desvincule de la política. Y en esa parte de desvinculación ganan ellos. Yo creo que la política la tenemos que reivindicar como una herramienta fundamental que es la que transforma las sociedades, las regiones y las ciudades, y no como esa herramienta tóxica y confrontativa que utiliza Ayuso ¿La polarización funciona? Pues seguramente. Yo no lo voy a utilizar. ¿La política sin escrúpulos funciona? Si, seguramente funciona electoralmente, pero no funciona ni para nuestra democracia, ni para nuestra sociedad, ni para la política.

Pero, bajar al barro parece que da votos.

Bueno, la señora Ayuso ha entendido que la única manera que tiene de tener titulares es bajar al barro, insultar, hacer declaraciones completamente extravagantes. Ella ha vinculado la política a la extravagancia o al circo que decían los romanos. Nosotros queremos vincular la política al pan si es posible y también a las rosas. No solamente nos interesan las cosas del comer, sino que también nos interesan las cosas del soñar. A Ayuso le interesan las cosas de polemizar y bueno, pues, yo creo que a una sociedad que le han vendido que eso es lo normal, hay que decirle que no es lo normal tener una presidenta que insulta, que está enfadada, que está incómoda hablando de los problemas de los madrileños y que solo se siente cómoda hablando de Sánchez, de ETA y de Bildu.

¿Se puede ganar a Ayuso?

Sí, claro que se la puede ganar. Yo creo que se la puede ganar y tengo la responsabilidad de dejarme la piel para liderar el primer gobierno progresista del siglo XXI en esta región. Creo que lo necesitamos como el comer y como el soñar. La señora Ayuso dice que esto es una primera vuelta para sus fines personales y partidistas. Yo creo que la sanidad no aguanta una segunda vuelta y el cuidado de los mayores no aguanta una segunda vuelta. Nos estamos jugando el futuro de esta región y, sobre todo, un futuro de convivencia. Me da la sensación de que la campaña se le está haciendo muy larga a la señora Ayuso, de la misma manera que el debate electoral se le hizo eterno porque no sabía de qué hablar. Y a los madrileños también se nos está haciendo muy largo esta constante política de la nada y de la confrontación. Y yo creo que se la puede ganar.

Pues la presidenta dice que no tiene más rival que Sánchez. ¿Cree que es Sánchez o es [el presidente del PP, Alberto Núñez] Feijóo, como antes lo fue Casado?

Bueno, claro, su segunda vuelta es con Feijóo, claramente. Pero para no tener rivales le está dedicando la mitad de los mítines más o menos a las medidas de Más Madrid, a insultar a Más Madrid y a hablar de Más Madrid. Y también la mitad de las sesiones plenarias a insultarme a mí personalmente y a hablar de las propuestas que supuestamente ha leído de Más Madrid con poca comprensión lectora. Para no tener rivales, no sé por qué nos dedica tanto tiempo. Yo creo que es una falta de respeto a los madrileños y madrileñas cortarles el debate sobre Madrid. Es una falta de respeto que una persona que se presenta a presidir esta comunidad no pueda hablar ni en presente ni en pasado, y sólo pueda hablar en futuro de cosas que hará, como si ella no hubiera tenido ganas de hacerlo en estos últimos cuatro años o como si el Partido Popular no hubiera tenido tiempo en los últimos 28 años. Yo creo que decir que ella se presenta contra Sánchez es claramente un órdago a su compañero de partido, que supongo que le estará trazando la línea de puntos hasta llegar al lugar donde quiera que esté Casado. Pero nosotros no nos enfrentamos a fantasmas ni a lugares abstractos. Nos enfrentamos a la desidia, la indolencia, a los centros de salud que han tenido que abrir sin médicos y médicas, a la indolencia que ha tenido el gobierno con los vecinos de San Fernando, al del alquiler de la vivienda y a los problemas reales de los vecinos que ha traído el Partido Popular.

¿Bildu le ha hecho un regalo a las derechas en esta campaña electoral?

Bueno, es que yo creo que es completamente irresponsable, innecesario y difícil de entender lo que ha hecho Bildu. Pero más allá de eso, es que aquí hablamos de Madrid. Los problemas de los madrileños y las madrileñas no se solucionan hablando mucho de ETA.

¿Y no cree que algo habrá hecho mal la izquierda para no gobernar esta región desde 1995?

Bueno, pues yo creo que ha hecho una cosa mal y que con toda mi humildad creo que nosotros estamos haciendo bien, y es dar por perdido Madrid. Considerar que Madrid está perdido y considerar que es una pieza intercambiable para otras cosas. Por eso creo que a nosotros se nos reconoce la legitimidad de haber defendido desde el primer momento las políticas y los intereses de los madrileños y madrileñas. Me gustaría que se dejara de hablar desde Madrid y que se empezara a hablar de Madrid. Y creo que nosotros hemos hecho esa autocrítica. Más Madrid surge un poco también de esa autocrítica, de decir: nosotros nos vamos a ocupar de Madrid y vamos a hablar de los problemas de Madrid. Y nuestra mayor contribución al espectro progresista es cambiar la pieza de Madrid, que es una pieza clave cuando deje de ser un parque temático de fondos buitre, de ultra ricos y de todas aquellas políticas depredadoras que ha traído el Partido Popular. 

¿A qué atribuye el éxito de Más Madrid, que hace dos años arrebató la hegemonía de la izquierda al PSOE?

A hablar de lo importante y a un trabajo muy riguroso. Hemos ido a conocer los problemas de primera mano a los barrios, a los distritos, a los municipios, a las AMPAS y a las asociaciones de vecinos. Y nuestra receta es tan sencilla como hablar de política, hablar bien de política y reivindicarla como una herramienta fundamental de la ciudadanía. Hablar de las cosas de Madrid es una fórmula que parece muy sencilla y que tendría que ser la fórmula lógica en todas las formaciones, pero sin embargo es una fórmula vanguardista que habla de lo pequeño, de lo cotidiano y de lo que importa a la gente.

¿Al PSOE le ha sido rentable ser oposición durante casi 30 años en la Comunidad de Madrid?

No lo sé. Lo que sí sé es que no fueron ambiciosos. Yo creo que por lo menos no han tenido la ambición que hemos tenido en Más Madrid de trabajar por y para Madrid y de considerar que Madrid es recuperable para las políticas más valientes y más progresistas, que son la que mejoran la vida de la gente. Tomarnos en serio Madrid ha sido una de las de los aciertos que hemos tenido. Los ciudadanos nos reconocen y nos dicen que se han reconciliado con la política.

¿Perder la hegemonía de la izquierda el 28M sería un fracaso para Más Madrid?

De verdad que hacemos política mirando a la cara al Partido Popular y a la señora Ayuso. Cuando no miras a los lados, cuando no estás tampoco preocupado de qué es lo que hacen los demás y cuando estás centrado en tu proyecto, creo que tienes los resultados y los réditos que te mereces. Yo he hecho durante muchos años atletismo y hay una norma fundamental que es hasta que no cruces la meta, no mires a los lados ni mires para atrás. Estamos fijados en que esta región cambie de signo y en que la señora Ayuso pase a la oposición. Y somos la alternativa más real que puede hacer realidad eso. Así que vamos a seguir trabajando y no le vamos a decir al resto de fuerzas políticas lo que tienen que hacer.

Ayuso prometió 25.000 viviendas en régimen de alquiler. No hay ni una entregada ¿La Ley de Vivienda puede revertir esa situación?

Bueno, si hay algo que caracteriza a la señora Ayuso es que no le gusta cumplir la ley. Sus únicos proyectos legislativos tienen que ver con ir a recurrir leyes que son de beneficio común, como la Ley de Vivienda. Bueno, hay una vía de escape que tiene esa ley estatal y es que deja eso también en manos de las Comunidades Autónomas. 

¿Qué le falta a la Ley Nacional de Vivienda?

De alguna manera creo que le falta esa ambición como para que se cumpla en todo el territorio nacional porque resulta que tienes una presidenta que es rebelde contra las leyes y que de lo que hace gala es de no cumplirlas. Hay que quitar ese freno, hay que quitar ese obstáculo, hay que dejar que el río fluya. E insisto, creo que el problema de la vivienda es tan sumamente grande en toda España, pero mucho más en Madrid, donde tenemos el techo más caro de todo el país y donde el acceso a la vivienda se ha visto completamente mermado por una segunda burbuja inmobiliaria que viene casi a renglón seguido de la primera. Hay que hacer muchas cosas a la vez y, vuelvo a decirlo, regular los precios, regularlos… La Comunidad de Madrid tiene un 0,3% de vivienda pública y vivienda social frente al 0,9 que tiene España y frente a otros países que tienen el 3%. Y hay que ampliar ese parque de vivienda. Hay que regular los precios de los pisos turísticos que han arrasado barrios enteros de nuestra ciudad y de nuestra región. Y hay que ponerse serio para que se cumpla el artículo 47 de la Constitución.

¿Que Ayuso salga de la Puerta del Sol depende del resultado de Podemos el 28M?

La salida de Ayuso de la Puerta del Sol depende de que cada átomo progresista tenga representación y de que los representantes de todas las organizaciones progresistas nos pongamos de acuerdo el 29 de mayo para poner las políticas de los madrileños en el centro de nuestra actividad política. Y depende de que cada uno hagamos nuestro trabajo y de que cada uno seamos capaces de sacar el mejor resultado posible para poder confluir luego, el 29 de mayo, en un gobierno progresista, en el primer gobierno progresista en Madrid del siglo XXI.

¿Ve a Podemos con representación en la Asamblea de Madrid?

Quiero ver representado a cada átomo progresista. Necesitamos que cada uno de los remos progresistas tiren de este barco. Y necesitamos esos remos para remar en la misma dirección que es echar a la señora Ayuso.

¿Llevar serigrafiado al hermano de Isabel Díaz Ayuso en una camiseta el día del debate electoral le quita votos a la presidenta madrileña?

No lo sé. Yo no me meto en las estrategias del resto de partidos. No les digo lo que tienen que hacer o lo que tienen que dejar de hacer. Pero creo que no podemos olvidar que el único legado que nos ha dejado Ayuso es la comisión a su hermano, los protocolos de la vergüenza en las residencias de mayores y la chapuza sanitaria. El otro día leí cuáles eran las preocupaciones fundamentales de los madrileños y la primera es la sanidad. Luego está la economía y la inflación. Por supuesto, está la vivienda y muy bajito, muy pequeñito está la corrupción. La corrupción que es marca de la casa del PP y que lo ha seguido siendo durante una pandemia. Y yo creo que no estamos condenados a aceptar a  partidos que dan mordidas, partidos que piensan en sus propias cuentas, que piensan en sus propios beneficios y que han inundado nuestros juzgados de sumarios judiciales.

¿Cree que le puede penalizar más a usted haber cobrado el bono social, más allá de que pidiera perdón por ello, que lo que le puede penalizar a Ayuso la mordida a su hermano?

Lo he dicho muchas veces: no me siento orgullosa de haberlo recibido, pero sí de haber renunciado a él y, por supuesto, de haber pedido perdón, admitido un error y haber rectificado. La medicina avanza porque rectifica y no sé porque la política no puede avanzar a base de rectificar y sobre todo a base de reflexionar sobre dónde tienen que llegar las ayudas, cuáles de esas ayudas tienen que ser universales y cuáles tienen que ser puntuales según el contexto del momento. Estoy muy orgullosa de haber asumido el error y haber rectificado. Eso me hace dormir muy tranquila, por cierto. Pero además creo que eso es lo que humaniza también un poco la política. Decía Freud que hay tres oficios que son imperfectos: la política, la medicina y la educación, donde nunca llegas a hacerlo bien. También te digo que yo puedo cometer un error en unas declaraciones o en un tweet pero nunca me voy a equivocar en abandonar a los mayores en las residencias, ni en destrozar la atención primaria, ni en insultar a los vecinos de San Fernando, ni en darle una mordida a un familiar.

¿Qué le sugiere el proyecto político Sumar de la vicepresidenta Yolanda Díaz?

No oculto mi sintonía con Yolanda ni con un proyecto político que creo que cubre un espectro progresista que era imprescindible, sino con alguien que además considera que la política se puede hacer de otra manera y que pone por delante proyectos y políticas como el salario mínimo, la reforma laboral, o los ERTE, que fueron un gran pilar de sostenibilidad de nuestra economía. Y en este respecto, pues, toda la colaboración y toda la sintonía, pero también he de decir que seguimos siendo Más Madrid y que tenemos el suficiente músculo como para tirar de esta Comunidad desde Más Madrid. 

¿Quién aporta más a quien: Más Madrid a Yolanda Díaz o Yolanda Díaz a Más Madrid?

Pues mira, a mí me encanta, como siempre, poner ejemplos médicos. Creo que hay políticas y recetas que son simbióticas y que cuando tú das dos fármacos a la vez, el efecto se potencia, se suma. Yo creo que lo que más suma realmente es tomarse la política en serio, hacer política rigurosa, llevar hasta los últimos extremos las políticas progresistas y ser valiente. Creo que hablar de lo que le preocupa a la gente es lo que más puede sumar a cualquiera que quiera hacer este tipo de política y de alguna manera volver a prestigiar el oficio de la política.

¿Es posible un acuerdo entre Sumar y Podemos después de las elecciones del 28 de mayo?

No lo sé. Supongo que sí, porque cuando uno pone las políticas en el centro y hay alguien que está liderando de alguna manera esas expectativas progresistas, pues es la receta tan fácil como ponerse a hablar realmente de lo que quieres hacer. No tanto hablar de los partidos, de tú, de mí, de las listas de las siglas, etc, sino ponerse a hablar de realmente dónde queremos llegar. Aquí en la Comunidad de Madrid, queremos llegar a que no gobierne la señora Ayuso y en el resto de España, por supuesto, queremos llevar hasta su mayor extremo todas las políticas progresistas que mejoran la vida de la gente.

Se lo voy a preguntar de otra manera. ¿Ve posible una candidatura encabezada por Yolanda Díaz, en la que estén Irene Montero y Ione Belarra?

Pues ahí no te puedo contestar, la verdad. Quiero decir que no lo sé, porque insisto que yo estoy centrada en Madrid y ahora mismo lo único que me importa es Madrid. Me presento a unas elecciones en Madrid en las que sí que puedo hablar por la lista que presentamos en Más Madrid, que es una lista llena de talento, llena de gente con vocación de servicio público y con compromiso. Más allá de eso, es esperable que nos pongamos a trabajar para, por y con los ciudadanos.

Si tuviera que definirme en una palabra a sus adversarios políticos. ¿Cómo definiría a Isabel Díaz Ayuso?

Irresponsable.

¿Juan Lobato?

A ver, esta es difícil… Pero, diré constante

¿Alejandra Jacinto? 

Iba a decir… No sé… ¿Echá palante?

¿Impetuosa?

Impetuosa, no. No es impetuosa. Este es el típico test imposible de contestar

¿Valiente, arrojada?

No, como que tiene ganas, No sé cómo decirlo. Como que tiene ganas.

¿Y usted cómo se definiría a sí misma?

Ahí puedo decir tres, ¿vale? Comprometida, rigurosa y con una vocación de servicio público que se me sale por los poros.

¿Si logra desbancar a Isabel Díaz Ayuso de la Puerta del Sol, cuál sería su primera decisión como presidenta de la Comunidad de Madrid?

Arreglar la sanidad pública, sin lugar a dudas. Estamos haciendo que deje de latir con toda su fuerza el corazón de nuestro estado de bienestar y de la sociedad tal y como la conocemos. No nos lo podemos permitir como sociedad. 

Entrevista completa a Mónica García

Vídeo: Nando Ochando e Irene González