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Pedro Sánchez encabeza la línea dura contra el independentismo tras la sentencia del procés

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, durante la declaración sobre la sentencia.

Irene Castro / Iñigo Aduriz / Aitor Riveiro / Carmen Moraga

La sentencia del procés ha irrumpido en la campaña del 10N a cuatro semanas de que el país vuelva a votar. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, compareció desde la Moncloa para leer una declaración institucional sin preguntas que profundiza en la línea dura que el líder socialista ha escenificado en las últimas semanas contra el independentismo. 

Igual que él, el resto de líderes comparecieron a lo largo de la mañana tras conocer los primeros titulares sobre el fallo del Tribunal Supremo. Salvo Rivera, ninguno respondió a los periodistas. El líder del PP, Pablo Casado, abogó por endurecer el Código Penal; Rivera reclamó una reunión al presidente en funciones para consensuar las medidas para “garantizar la libertad y la seguridad en Catalunya”; mientras que Pablo Iglesias cuestionó la actitud del PSOE. 

El PSOE llevaba semanas agravando el tono contra los independentistas y Sánchez aprovechó el fallo del Supremo para seguir esa línea, que será la línea argumental del partido hasta las elecciones: “El Gobierno se mantendrá atento y garantizará la convivencia, la seguridad y el respeto a la legalidad democrática”. El presidente en funciones ya había deslizado que aplicaría la Ley de Seguridad Nacional o el 155 de ser necesario en función de las “transgresiones” en Catalunya tras conocerse el fallo. 

La declaración de Sánchez en Moncloa consistió en una firme defensa de la Constitución así como de la “autonomía” de los jueces y aprovechó para mandar un mensaje contundente al independentismo: “Quiero manifestar el absoluto respeto y acatamiento de la misma por parte del Gobierno de España –expresó–. El acatamiento de la misma significa su cumplimiento. Reitero, significa su íntegro cumplimiento”. Las palabras del jefe del Ejecutivo en funciones fueron un aviso de que no habrá indultos para los condenados. “No procede en absoluto hablar de indultos. Desde luego el Gobierno no tiene esa voluntad”, había advertido el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, a primera hora en TVE. 

La rotundidad de Sánchez cogió con el pie cambiado a PP y a Ciudadanos. El Partido Popular, que pensaba utilizar la crisis catalana como ariete contra el Gobierno de Sánchez durante toda la campaña electoral y que en los meses previos había azuzado la idea de que el Ejecutivo socialista indultaría a los independentistas, se reconoce desconcertado en las últimas horas ante la reacción del PSOE a la sentencia del procés y su negativa a aplicar el indulto. Fuentes de la dirección popular atribuyen ese “cambio” en el discurso de los socialistas a que “han comprobado que las encuestas para el 10N no les van bien”.

Aún así, Pablo Casado insiste en que brindará todo su apoyo al Gobierno en funciones ante la reacción que pueda darse en Catalunya. No obstante, el PP advirtió de que permanecerá “vigilante” ante la actuación del Gobierno, al que le reclamarán que ponga en marcha la Ley de Seguridad Nacional en el caso de que se produzca cualquier altercado. “Si se cancela un vuelo hay que aplicar Ley de Seguridad Nacional”, explicaban por la mañana del lunes en la dirección del PP. Después se han producido decenas de anulaciones de vuelos con origen o destino Barcelona-El Prat y los disturbios han protagonizado la tarde en el aeropuerto.

Por su parte, los socialistas restaron importancia a los disturbios y las cargas policiales. “Lo que se ha visto hasta ahora entra dentro de lo previsible”, expresa en conversación con eldiario.es un destacado dirigente socialista, que considera que las cargas “indiscriminadas” del 1-O no se pueden comparar con la actuación de este lunes para “desbloquear los accesos al aeropuerto”. 

Ciudadanos siguió insistiendo en que Sánchez debe comprometerse a no indultar a los condenados y Rivera pidió una reunión al presidente en funciones para consensuar las medidas que se tengan que poner en marcha en Catalunya. En Moncloa aseguran que el encuentro “se producirá de acuerdo a la marcha de los acontecimientos”.

Sánchez telefoneó a Casado, Rivera e Iglesias por la tarde del lunes. “El presidente ha transmitido a sus interlocutores que si fueran necesarias medidas excepcionales, éstas serían compartidas. Sánchez en repetidas ocasiones ha reiterado públicamente que, llegado el caso, el Gobierno actuará con serena firmeza, proporcionalidad y unidad”, afirmaron desde Moncloa.

Guerra cruzada a las puertas del 10N

Sin embargo, la pelea partidista se trasladó también a la posición de los partidos tras la sentencia. Así, el PP se mostró molesto con la actitud de Rivera, a quien acusa de estar “calcando” su estrategia en Catalunya y lamentó que el líder de Ciudadanos ofrezca ahora reuniones a PP y PSOE cuando el presidente de los populares le ofreció presentarse en coalición a las generales del 10N y reunirse para hablar de esa propuesta y Rivera se negó. “Respetamos todo lo que nos copia y los portazos a los que nos ha dado”, ironizaban fuentes de la dirección popular.

El PSOE, por su parte, cargó contra el PP por proponer reformas legislativas para endurecer el Código Penal nada más hacerse pública la sentencia. “Parece cuestionar y poner el foco en carencias del fallo que no son tales”, afirmó el secretario de Organización, José Luis Ábalos. 

Pablo Iglesias criticó la judicialización del conflicto en Catalunya y lamentó que la sentencia aleje la “resolución”. “Hoy no estamos más cerca de una solución política del conflicto”, dijo el líder de Unidas Podemos en un vídeo publicado en las redes sociales en el que aprovechó para cargar contra “la dureza del presidente en funciones” por su alusión al “íntegro cumplimiento” de la sentencia, que considera le acerca a la derecha. “En España se indultó a los terroristas Barrionuevo y Vera, al jefe del golpe de Estado del 23F Armada y el Supremo llegó a pedir el indulto a Tejero. Que Sánchez hable de cumplimiento íntegro es una prueba más de su apuesta por gobernar con el PP”, señaló.

“Nosotros no queremos que Catalunya se vaya de España, pero somos demócratas y seguiremos apostando por el diálogo y por un camino de reconciliación”, añadió Iglesias. Este fin de semana, en la presentación del programa para el 10N, Unidas Podemos volvió a insistir en un referéndum pactado como solución para Catalunya, aunque no aboguen por la independencia. Iglesias, sabedor de que la posición del grupo confederal sobre Catalunya puede lastrar sus opciones en las elecciones, recurrirá durante la campaña a los artículos sociales de la Constitución para contrarrestar los mensajes que los sitúan del lado separatista.

El PSOE, que consideraba que la sentencia del procés marcaría un antes y un después en la campaña, vio en la reacción de Unidas Podemos un argumento más para señalar la distancia que les separa en este asunto ante el electorado para descartar un Gobierno de coalición. Iñigo Errejón, en quien los socialistas ven un perfil más pactista, también cuestionó la sentencia: “La España en la que creo persuade más que castiga”.

Los socialistas también aprovecharon para defenderse de las acusaciones que durante meses han recibido de PP, Ciudadanos y la derecha mediática por la decisión de la Abogacía del Estado de rebajar la acusación a sedición y malversación –en vez de hacerlo por rebelión como la Fiscalía– y que son los delitos por los que finalmente ha condenado el Tribunal Supremo a los líderes independentistas. 

“Con toda la polémica que se construyó de forma artificial sobre la posición de la Abogacía del Estado en torno a la acusación por sedición, cabría hoy preguntarse si habría podido producirse un absolución de no haberse acusado por sedición a los encausados por el procés”, expresó en Twitter el portavoz de la Ejecutiva, Óscar Puente, que aprovechó para cargar con dureza contra Casado y Rivera.

El fichaje estrella de Rivera para las elecciones, el exabogado del Estado Edmundo Bal, relegado por su negativa a aceptar la acusación por sedición, ha salido al paso al mostrarse conforme con que la condena no haya sido por rebelión, que era lo que él defendía y de lo que Ciudadanos ha hecho bandera en los últimos meses y ha mantenido su crítica a la decisión de la Abogacía del Estado porque “el escrito omitía cualquier hecho de violencia”, ha expresado en El Programa de Ana Rosa (Telecinco). 

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