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PNV: el garante de la gobernabilidad que intenta hacer de árbitro entre Sánchez e Iglesias

El PNV pide a Sánchez y a Iglesias que hablen ellos y no sus negociadores

Iñigo Aduriz

El PNV, cuyo papel ha sido decisivo en la conformación de los últimos gobiernos españoles tanto de PP como de PSOE y que continuamente reivindica su “responsabilidad de Estado” frente a la batalla de todos contra todos en que se ha convertido la política española, intenta erigirse en el árbitro y desatascar la situación de bloqueo con solo seis de los 350 diputados del Congreso -es la octava fuerza de la Cámara- y a su ideología nacionalista.

La última contribución a la “estabilidad” la realizaba este miércoles el portavoz de la formación soberanista, Aitor Esteban, en el Congreso de los Diputados, justo el mismo día en que quedó de manifiesto el fracaso de las últimas negociaciones entre PSOE y Unidas Podemos para tratar de lograr la investidura de Pedro Sánchez antes del 23 de septiembre, fecha límite antes de que se convoquen de forma automática unas nuevas elecciones generales para el 10 de noviembre.

“Se me ocurre decir unas cuantas cosas, pero creo que mi silencio va a contribuir mucho más que unas posibles palabras a que se produzca una estabilidad institucional”, apuntaba Esteban este jueves en la tribuna del Congreso. El portavoz del PNV optó incluso por no hacer uso de su último turno de palabra en el Pleno de la Cámara Baja para no azuzar el bronco debate que vive la política española en los últimos meses y que se volvía a reflejar en el hemiciclo en plena cuenta atrás para lograr la investidura.

Minutos antes, Esteban había exigido “responsabilidad” tanto al presidente en funciones como al líder de Unidas Podemos para que logren un acuerdo que desbloquee la gobernabilidad del país. “Hace falta un Gobierno fuerte que ejerza en el Estado español”, apuntaba el representante de los nacionalistas vascos en el Congreso, que ponía en duda la voluntad de las formaciones de izquierda por formar el Ejecutivo y evitar unos nuevos comicios. “Todos dicen aquí no querer elecciones pero parece que vamos a ello”, lamentaba.

“Una gran oportunidad”

Aún hay tiempo para el acuerdo, a juicio del dirigente del PNV. “Estamos ante una gran oportunidad para seguir el mandato popular amplio y diverso que dieron las urnas en abril. Es una gran oportunidad para enfriar el clima político de enfrentamiento que se empieza a convertir en España en algo sistémico y que a mí personalmente me preocupa”, añadía.

Muy duro con la actitud tanto de PSOE como de Unidas Podemos de los últimos meses, el líder nacionalista consideraba que “es difícil de entender que lo que antes para algunos parecía una humillación y no era aceptable ahora es aceptable, como también es difícil entender que aquello que valía antes para unos ahora no vale”. Se refería al hecho de que el grupo confederal reclame ahora el Gobierno de coalición que les ofrecieron los socialistas y a que éstos, tras el fracaso del primer intento de la investidura de julio, hayan desechado esa oferta y solo se planteen un Ejecutivo monocolor.

“Los únicos que pueden arreglar esto son ustedes, señor Sánchez, señor Iglesias, porque sus equipos ya no tienen capacidad negociadora”, les decía Esteban a los dos dirigentes políticos, antes de recordar que “lo bueno de los acuerdos es que no haya vencedores y vencidos”, aunque “llevando el debate a donde lo han llevado es complicado”. Él insistía: “No es imposible. Es posible si hay voluntad y hay inteligencia”.

El PNV ha decidido volcarse en la búsqueda de un acuerdo entre PSOE y Unidas Podemos. En un gesto inédito, el pasado día 4 el presidente de los nacionalistas vascos, Andoni Ortuzar, acudía a la sede socialista de la calle de Ferraz de Madrid a reunirse con el propio Sánchez en una cita muy relevante ya que en la anterior fase de negociación no fue el presidente en funciones quien se vio con la cúpula de la fuerza soberanista sino que lo dejó en manos de escalones inferiores.

Ayuda para Aznar, Zapatero y Rajoy

Como lleva insistiendo desde las elecciones del 28 de abril, la formación nacionalista aseguró en Ferraz que no será un “obstáculo” para la formación de Gobierno y, como este miércoles, llegó a “rogar” a PSOE y a Unidas Podemos que alcancen un acuerdo.

El pasado 23 de julio, durante el primer debate de investidura, Esteban ya reprochó a Sánchez e Iglesias haber generado una situación “grave” por su falta de acuerdo, porque ambos “han perdido la perspectiva” y parecen haber olvidado “la foto de Colón”, en alusión a la imagen de unidad del PP, Ciudadanos y Vox, que a su juicio podrían ganar las elecciones.

Pese a ser una fuerza minoritaria, la de los nacionalistas vascos ha sido clave en la formación de gobiernos en la más reciente historia democrática. En 1996, el apoyo del PNV que entonces presidía Xabier Arzalluz fue decisivo para que el popular José María Aznar llegara la Moncloa, también gracias al respaldo de la CiU de Jordi Pujol. Siempre a cambio de transferencias o beneficios para Euskadi, los nacionalistas también facilitaron la gobernabilidad de José Luis Rodríguez Zapatero durante sus dos legislaturas en el Ejecutivo.

En la última legislatura contribuyeron también a la estabilidad del Gobierno de Mariano Rajoy y, después, fueron claves para que Pedro Sánchez ganara la moción de censura, llegando a ejercer de intermediarios entre los socialistas y el resto de fuerzas nacionalistas o independentistas para que la iniciativa, inédita en la historia democrática española, saliera adelante, siempre después de que el PSOE asegurara que mantendría los compromisos que adquirió el PP con el PNV.

En abril de 2018, justo un mes antes de que se expulsara a los populares del poder tras la sentencia del caso Gürtel, el PNV había arañado una subida para todos los pensionistas españoles como contrapartida para apoyar los presupuestos del PP, que siguen hoy prorrogados después de que el PSOE no lograra los apoyos para sacar adelante sus cuentas de 2019. Antes, Rajoy y Ortuzar habían firmado acuerdos de calado a cambio de garantizar la estabilidad política del Estado, como la renovación del Concierto Económico, inversiones en ferrocarriles en Euskadi o más atribuciones para la Ertzaintza.

Profundizar la autonomía vasca

Con Sánchez ya en la Moncloa, los nacionalistas vascos consiguieron cuatro nuevas transferencias de la veintena que aún quedan por traspasar al Gobierno vasco en cumplimiento del Estatuto de Gernika. Al PNV le interesa por ello la formación de gobierno cuanto antes para proseguir en ese camino que refuerce y profundice en la autonomía vasca.

En su calidad de árbitro de la política española, Esteban, que sigue manteniendo que el acuerdo entre PSOE y Unidas Podemos es posible, no ha dejado de arremeter en las últimas semanas contra la negociación de las dos formaciones de izquierda: “Me parece terrible la poca profesionalidad con la que han encarado estos meses la negociación. Ha sido una absoluta ineptitud”, llegó a asegurar, en una entrevista en Deia.

No es la única situación de crisis en la que los nacionalistas vascos se han prestado a mediar. Su presidente, Iñigo Urkullu, fue uno de los emisarios que intercedió entre el independentismo catalán y el entonces presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para intentar frenar la Declaración Unilateral de Independencia en 2017.

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