Las dos formaciones se comprometen a reducir progresivamente la jornada máxima de trabajo (ahora en 40 horas semanales) a las 37,5 horas dentro de dos años, en 2025, sin disminuir el salario. Es decir, de las habituales 8 horas diarias en cinco días a la semana se pasaría a las 7 horas y media al día.
Habrá un paso intermedio en 2024: “Su aplicación se producirá de forma progresiva reduciéndose hasta las 38,5 horas en 2024 y culminándose en 2025”, recoge el acuerdo. A partir de entonces, se constituirá una mesa con los interlocutores sociales que evalúe los resultados de la reducción aplicada y que “siga avanzando en la disminución de la jornada legal”, dice el pacto, teniendo en cuenta las características de los distintos sectores de actividad, la evolución de la productividad y las circunstancias económicas.
Sumar llevaba como propuesta en campaña alcanzar las 37,5 horas máximas ya al año que viene, en 2024, y seguir rebajándola progresivamente hasta las 32 horas, jornada marcada por el debate de la semana laboral de cuatro días. Los sindicatos, CCOO y UGT –que han saludado el pacto– han reclamado que la jornada máxima se reduzca hasta las 35 horas en esta legislatura.
Las patronales se han revuelto contra una medida adoptada, a su juicio, “a espaldas de los interlocutores sociales y con un afán intervencionista evidente”. Consideran que el pacto “es un atropello al papel constitucional de los agentes sociales”.
Informa Laura Olías.