El PSOE duda de los pasos de Pablo Iglesias hacia un hipotético acuerdo
El Comité Federal del PSOE de este sábado apenas ha abordado el tema para el que estaba convocado: el aplazamiento de la batalla por el liderazgo. Una vez posicionados unos y otros, y alcanzado previamente el acuerdo mayoritario con las federaciones sobre la adecuación de retrasar el 39º Congreso, ha sido la posibilidad de reeditar una sesión de investidura la que ha acaparado la reunión. En las filas socialistas se dividen entre el optimismo moderado y el escepticismo sobre las posibilidades de que Pedro Sánchez acabe en Moncloa gracias a Ciudadanos y Podemos al mismo tiempo. De hecho, aunque el líder socialista celebra “el punto de inflexión” que ha supuesto que puedan sentarse los tres partidos a negociar conjuntamente, el PSOE mira con cautela los pasos que está dando Podemos hacia un posible acuerdo.
El anuncio del secretario general de Podemos de someter a una consulta a la militancia la postura que debe defender la organización ante la posible repetición de las elecciones se ha producido cuando arrancaba el Comité Federal del PSOE. La versión oficial de los socialistas es que celebran que Iglesias dé este paso y enmarcan el referéndum interno dentro del “punto de inflexión” que se ha producido esta semana y al que ha hecho referencia Sánchez en su réplica a puerta cerrada, según fuentes socialistas. En esa intervención, Sánchez también ha presionado tanto a Podemos como a Ciudadanos al recordarles que el PSOE aspira a formar un Gobierno a tres mientras son ellos quienes “parece que tienen problemas” para que así sea.
Ferraz considera que la consulta en Podemos es un avance y una nueva oportunidad para que salga adelante un Gobierno presidido por Sánchez, aunque reprochan a Iglesias que no lo hiciera antes, es decir, cuando el líder del PSOE se sometió a la primera sesión de investidura. Dirigentes de la Ejecutiva consideran que la consulta “facilita” el camino al PSOE: “Las encuestas dicen que la mayoría de votantes de Podemos quiere que permita el Gobierno”, expresa un miembro de la dirección, que considera que esa sería la opción elegida mayoritariamente por los inscritos de Podemos.
Pero no todos opinan igual. En conversación informal con los periodistas, algunos dirigentes han coincidido en que los movimientos de Iglesias persiguen “blanquear la imagen” de Podemos ante la posible repetición de las elecciones, es decir, de dar la impresión de que ha rebajado el tono y facilitado el acuerdo ante el electorado para trasladar la responsabilidad a los “hombros del PSOE”. Así, un destacado dirigente territorial opinaba que la propuesta de que sean el PSC y En Comú quienes planteen una solución para Cataluña solo busca “invertir la carga de la prueba”.
También existen dudas sobre la celebración de la consulta interna ya que la formación de Iglesias se lo planteó en otras ocasiones, como en Andalucía tras las elecciones de marzo del año pasado, sin llegar a realizarlo. Teresa Rodríguez planteó preguntar a las bases si se movía del 'no' en la votación para investir a Susana Díaz y finalmente no lo hizo.
Los recelos sobre el éxito que puede suponer para el PSOE el referéndum en Podemos también los mostraba un barón próximo a Sánchez, que destacaba que el resultado variará mucho en función de la cómo se formule la pregunta y de qué defienda la dirección de Podemos. Por el momento, Iglesias ha reiterado que, por el momento, no se ha planteado la abstención ante el acuerdo PSOE-Ciudadanos.
Algunos socialistas ven en la decisión de Iglesias una forma de sacudirse la presión si los militantes votan en contra del Gobierno de Sánchez: así no será sólo la cúpula del partido la que habrá decidido el 'no', que por ahora es la posición que manejan si Sánchez no se aparta de Ciudadanos y escoge un “gobierno a la valenciana” con las formaciones de izquierdas. Los de Albert Rivera rechazan cualquier fórmula que incluya a Podemos en el Gobierno.
También entre los socialistas existen reticencias al “gobierno de coalición” que plantea Iglesias, fundamentalmente en el PSOE andaluz y los sectores más críticos. “¿Con qué Podemos nos vamos a entender? -se ha preguntado Susana Díaz a puerta cerrada-. ¿El que apoya un gobierno de izquierdas en Valencia? Con ese podemos seríamos capaces de encontrar puntos de entendimiento, pero ¿con ese Podemos que defiende el soberanismo en Cataluña y Euskadi, con ese Podemos que justifica que se líen a puñetazos con un concejal socialista y hablan de Miguel Hernández?”, ha dudado.
Son precisamente los barones más alejados de Sánchez los que tienen más dudas sobre la posibilidad de que haya gobierno antes que elecciones ya que no creen que Podemos acabe absteniéndose. El más claro ha sido el aragonés Javier Lambán, que ha reconocido que ahora es “menos optimista que hace diez días”. No obstante, tampoco en el equipo negociador dan por hecho que se pueda lograr un entendimiento dada “la antagonía” demostrada mutuamente por Podemos y Ciudadanos tanto en público como en privado.
La reunión del Comité Federal de este sábado ha sido tranquila, prácticamente de trámite, y más en comparación con las celebradas en diciembre -cuando los barones impusieron las líneas rojas a Sánchez para sus pactos- y en enero -cuando forzaron que se adelantara la celebración del Congreso para competir por el liderazgo. Esta vez no ha habido discusión sobre la fecha para la batalla interna. En el PSOE se da por hecho que Sánchez será candidato si se repiten las elecciones y que, en ese caso, la disputa por el liderazgo se producirá producirá después si el resultado vuelve a ser malo.
No obstante, con la vista puesta en la repetición de las elecciones, Susana Díaz ha aprovechado para pedir a Sánchez unidad en el PSOE “para sumar y ganar” y se ha puesto como ejemplo para articular un proyecto unido en torno a los dirigentes territoriales. Así, ha dejado caer que Sánchez debe contar con los barones pese a las diferencias: “Ser diferente te obliga a sumar y a ganar no poniendo en evidencia lo peor del adversario”, le ha dicho a Sánchez tras recordar que ella, en Andalucía, ha conseguido sumar a los suyos. Desde el entorno de Sánchez aseguran que los dirigentes territoriales “siempre muestran discrepancias en el Comité Federal y al final siempre sale una sola voz”.