El PP pretende concentrar en julio las comparecencias más complicadas de Rajoy para evitar mayor desgaste
Julio convulso, septiembre para los presupuestos. El Partido Popular quiere concentrar la declaración ante el tribunal por el juicio de Gürtel y su comparecencia en la comisión de investigación de la financiación irregular del PP del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en julio. La formación conservadora busca condensar en un mes de vacaciones los tragos más amargos del presidente para llegar a septiembre con un Rajoy con menos cargas de corrupción para afrontar la negociación de los presupuestos de 2018.
Hace solo una semana el propio Rajoy solicitó por carta al Tribunal del caso Gürtel declarar por videoconferencia en el juicio los días 26 o 27 de julio como las “fechas más adecuadas” en función de la agenda del jefe del Ejecutivo.
Ahora, el coordinador general del PP, Fernando Martínez Maillo, como diputado popular en la comisión de investigación de la financiación de su partido, pretende que el presidente del Gobierno sea el primer compareciente a declarar. “El PP no va a poner ningún obstáculo ni impedimento. Si así se decide, será Mariano Rajoy el primero que comparezca con total normalidad y naturalidad, dentro del ejercicio democrático de la actividad parlamentaria”, comentó a la salida de la comisión.
El PSOE coincidió en un primer momento con los populares para, posteriormente, añadir que pedirían la comparecencia de Rajoy al principio y al final de la comisión, aunque no está así registrado en los documentos aportados por este grupo parlamentario.
Tanto Podemos como Ciudadanos han coincidido en que el presidente del Gobierno debe ser el último en declarar para poder preguntarle por todas las cuestiones que se planteen en otras comparecencias y para que dé tiempo a revisar la documentación, tanto la que se pida ahora como la que se pueda solicitar en el trascurso de las investigaciones.
El tono de la sesión de la comisión de investigación ha sido “muy brusco”, explicaron fuentes de los grupos parlamentarios presentes. En algunos momentos, explicaron, parecía “un gallinero” sin que el presidente, el diputado de Nueva Canarias Pedro Quevedo, lograra hacerse con el control de la situación.
La comisión no alcanzó ningún acuerdo concreto y se volverá a reunir la semana que viene. Sobre la mesa está la fórmula para llamar a los comparecientes. Básicamente, el Congreso establece dos sistemas: por acuerdo de los diputados que forman la comisión o por cupo de cada grupo.
PP, Unidos Podemos y ERC, coinciden
El Partido Popular, Unidos Podemos y ERC han apostado por un método que combine ambas opciones. La comisión ha pedido un informe al respecto a los letrados de la Cámara Baja pero, si se acepta, se abre la mano a que cualquier grupo llame a declarar a quien quiera: Desde Felipe González a Juan Carlos Monedero. La suma de los tres partidos serviría para aprobarlo.
Desde Unidos Podemos asegurarón que no tienen “ningún problema” en que acuda a la comisión el cofundador del partido. “Que llamen a quien quieran, a ver cómo justifican convocar a Monedero si la comisión es para investigar al PP”, explicaron desde la dirección del grupo.
Sin embargo, Martínez Maillo lanzó como amenaza que si los grupos políticos ponían objeciones a las comparecencias de sus líderes políticos desempolvarán la comisión de investigación de la financiación de los partidos que tienen durmiente en el Senado para que comparezcan en la Cámara Alta.
El aviso del diputado popular iba dirigido especialmente al PSOE, con el que hasta el momento habían mantenido buenas relaciones parlamentarias, pero tras la victoria de Pedro Sánchez en las primarias se abre un nuevo periodo en el que los populares temen que los socialistas radicalicen su oposición.
Evitar que se alargue la erosión por la corrupción
La intención de la formación conservadora es evitar que se alargue en el tiempo la erosión que sufre Mariano Rajoy por culpa de los numerosos casos de corrupción que afectan al PP.
En el relato de los populares la palabra estabilidad es una contante. La nueva aritmética parlamentaria que les ha permitido salvar los primeros trámites para la aprobación de los Presupuestos de 2017 se ha convertido en una llave para acabar la legislatura completa. El exministro del Interior Jorge Fernández Díaz admitía que “la estabilidad está básicamente garantizada en la medida en la que se puedan aprobar los Presupuestos”.
Con las cuentas de este año ya encaminadas a falta de las enmiendas parciales, en septiembre se abrirá la negociación de los Presupuestos de 2018. La primera prueba de fuego es la aprobación del techo de gasto este mismo julio.
Reeditar el acuerdo presupuestario con Ciudadanos, Partido Nacionalista Vasco y Coalición Canaria es un objetivo posible para los populares que no quieren entrar en el nuevo curso político en septiembre con un presidente del Gobierno con la carga de su comparecencia en la comisión de financiación del PP.