“No nos parece razonable romper un acuerdo del que nos sentimos satisfechos para empezar de cero con otro partido”
Meritxell Batet (Barcelona, 1973) es diputada por Madrid desde el pasado 20D. Militante del PSC, fue elegida por Pedro Sánchez para ser su número dos en la candidatura y también para formar parte del equipo negociador que está intentando situarle en Moncloa. La dirigente socialista cree que aún hay margen para que Sánchez sea presidente e insta a Podemos, al que reconoce “imprescindible” para lograrlo, a que se siente a negociar sobre “políticas y prioridades”. Así, aunque asegura que no romperán el pacto con Ciudadanos, porque sería una “deslealtad”, admite que están abiertos a incluir lo que Podemos considere “oportuno” dentro de las líneas rojas que tiene cada partido.
Durante las últimas semanas ha habido un parón en las negociaciones. ¿Cabe esperar un cambio de estrategia del PSOE de aquí a finales de abril?
No es que hayamos parado, aunque sea la sensación que se pueda transmitir. Hemos mantenido reuniones con muchos grupos -con Compromís, con PNV, con IU-Unidad Popular-. Con Ciudadanos nos hemos visto con muchas asociaciones y sectores de la sociedad civil porque pensamos que es muy importante conocer cuál es su valoración del acuerdo y ha sido muy gratificante porque está muy bien valorado por parte de los colectivos a los que hemos visto.
Pero el resto de grupos no se ha movido.
Es importante que Compromís, IU y PNV hayan mostrado esa disposición a seguir trabajando y viéndonos para ver cómo exploramos el desarrollo de ese acuerdo, qué podemos cambiar y añadir. Y es positivo que compartamos que ir a elecciones sería un desastre. Por tanto, vamos a hacer todos los esfuerzos para que no se repitan.
PNV fue menos optimista. Dijo que no tenía sentido seguir negociando si la base era el acuerdo con Ciudadanos. Pero el PNV es necesario para sacar adelante la investidura. ¿Cómo les van a convencer?
En la reunión estuvieron más constructivos que en la nota de prensa que remitieron y, por tanto, pensamos que hay base para seguir explorando la negociación. Es verdad que puede haber alguna parte del acuerdo que no les gusta, pero también se puede acordar el desacuerdo, como hicimos con Ciudadanos. En cambio, poner énfasis y complementarlo con aquello que para ellos es imprescindible y que se concentra en la agenda vasca.
Siempre han dicho que el acuerdo se puede enriquecer, pero justo cuando lo firmaron y el PSOE se sentó con el resto de fuerzas de izquierdas, Ciudadanos vino a decir que era un texto cerrado. ¿Qué ha cambiado para que Ciudadanos admita modificaciones? ¿Y qué cree que Ciudadanos estaría dispuesto a cambiar?
Ciudadanos entiende perfectamente que si el objetivo compartido es conseguir un Gobierno del cambio y que se produzca la investidura de Pedro Sánchez, es imprescindible recabar más apoyos. Por tanto, el acuerdo necesariamente es abierto y así lo ha explicado Ciudadanos en las reuniones conjuntas. Estamos dispuestos a modificar aspectos siempre poniéndonos de acuerdo las dos partes. De hecho, los sectores de la sociedad nos han sugerido modificaciones y las dos fuerzas nos hemos emplazado a incorporar cosas nuevas a petición de estos colectivos. Con más razón se producirían cambios si alguna fuerza política lo planteara.
¿Se va a anunciar la incorporación de esos nuevos elementos?
Es posible que cuando termine la ronda se puedan introducir esas modificaciones y se puedan explicar. Espero que en paralelo nos sigamos viendo con las fuerzas políticas y que puedan añadir o plantear sugerencias.
¿Les ha alejado del resto de fuerzas el acuerdo con Ciudadanos e ir de la mano a las negociaciones con el resto de fuerzas?
Hemos partido de la base de que la transversalidad es una premisa que no podemos eludir. Sabemos que eso implica muchas dificultades porque partidos ideológicamente muy alejados tienen que encontrar puntos de encuentro y eso es complejo. Para el PSOE lo ha sido porque estamos muy lejos de Ciudadanos, aunque paradójicamente se ha avanzado más rápido que con Podemos, con quien probablemente estamos más cerca. Todas las fuerzas debemos asumir la transversalidad y ser generosos en los planteamientos.
Necesitamos más escaños para ese acuerdo y, sobre todo, una mayoría sólida en el Congreso porque es una legislatura en la que tenemos depositadas muchas esperanzas y necesitamos una mayoría cualificada casi permanentemente. Si queremos hacer reformas profundas, tendremos que contar con esas tres formaciones políticas. De ahí que queramos sumar a Ciudadanos y a Podemos.
Se han centrado en sumar a Podemos e insisten en que el bloque de izquierdas no suma, pero sumaría 161 y podría gobernar si se logra la abstención de Ciudadanos. ¿Por qué no se ha planteado esta posibilidad el PSOE?
Cuando empezamos las negociaciones no teníamos una idea predeterminada de con quién íbamos a alcanzar un acuerdo primero. Podemos tardó más de dos semanas en sentarse y en esas dos semanas avanzamos las negociaciones con Ciudadanos, Compromís, IU-Unidad Popular, Coalición Canaria y, en menor medida, con PNV. Con Compromís e IU alcanzamos no acuerdos definitivos pero sí documentos muy sólidos y consensuados, aunque no se firmaron. Podríamos haber cerrado con estas formaciones políticas el acuerdo primero y si con Podemos nos hubiéramos sentado desde el minuto cero, pues posiblemente, también.
No fue una cuestión predeterminada el orden de llegar a los acuerdos sino que fue la propia negociación la que nos condujo a avanzar más rápido con unos que con otros sabiendo que el punto de llegada tiene que ser el mismo: sumar las dos grandes fuerzas junto con el PSOE porque es lo que nos da garantías de esa mayoría sólida necesaria para enfrentar esta legislatura que plantea muchos retos, como alcanzar un nuevo pacto educativo. Para eso necesitamos al menos 176 escaños.
Pero la investidura fallida hizo que el marcador se pusiera a cero. ¿Por qué a partir de ahí no intentaron sentarse con Podemos desde el principio para sumar 161 escaños?
La investidura no pone el contador a cero. El PSOE alcanzó un acuerdo perdurable, sólido, y creo que respetar los compromisos adquiridos y ser leales con las otras formaciones es imprescindible. No nos parece que sea razonable romper un acuerdo del que nos sentimos satisfechos para empezar de cero con otro partido. Por eso insistimos que la base debe ser esa pero con la flexibilidad necesaria para sumar a otras fuerzas. Tampoco tendría sentido mantenernos rígidos en la literalidad de un texto si tu voluntad es sumar.
Podemos tardó en sentarse pero justo cuando acababa de empezar la negociación a cuatro se firmó el acuerdo con Ciudadanos. ¿No se le dio la oportunidad suficiente a esa mesa a cuatro?
En la mesa a cuatro era complicado que avanzara con rapidez porque cuando te reúnes más de 25 personas es difícil hablar de cuestiones concretas. Está bien seguramente una primera sesión de carácter general pero con dos de esas formaciones ya teníamos trabajos muy avanzados, había peticiones expresas de temas muy importantes y tenían reflejo en un documento. Por tanto, si queríamos avanzar con Podemos era necesario hacer reuniones bilaterales e incluso partiendo los grupos por especialización. Pensamos que así se puede avanzar más en lo concreto porque se tienen que plantear políticas concretas y prioridades más que filosofía política.
¿Sigue confiando en que Pedro Sánchez será presidente?
España necesita un presidente del Gobierno y un cambio de gobierno. Lo necesitamos y Pedro Sánchez es quien está en mejores condiciones para hacerlo. Es un candidato socialista, de izquierdas, que representa a un partido que tiene interlocución con todas las fuerzas del arco parlamentario y eso es un valor. Puede sumar esas voluntades y la mayoría necesaria para ser presidente. Es una oportunidad que tenemos por delante y hay que aprovecharla.
¿Hay posibilidades reales de que lo consiga?
Hay posibilidades reales. Se trata de que nos pongamos de acuerdo o de que se añada a este acuerdo Podemos principalmente. Por supuesto que Compromís, PNV e IU son cualitativamente muy importantes y queremos que estén en la suma pero la formación imprescindible es Podemos.
¿Y qué le van a ofrecer a Podemos para que se sume?
Les ofrecemos sentarnos a la mesa y hablar sobre qué cuestiones consideran imprescindibles de incorporar a este acuerdo, qué políticas echan de menos. Y estamos dispuestos a estudiar la incorporación de lo que ellos consideren oportuno.
Para que eso se produzca es imprescindible que se reúnan Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. ¿Por qué ha sido imposible que se hayan visto antes de Semana Santa, como acordaron?
No sé si es imprescindible esa reunión. A lo mejor está bien que esta nueva fase se desencallara con su encuentro, pero lo importante es que se reúnan los equipos negociadores para ver las peticiones que Podemos pueda tener.
Si ha sido imposible que se reúnan dos personas, ¿va a ser posible que lo hagan los equipos que dependen de ellos?
Imposible no ha sido. Ellos se han visto anteriormente y han concertado una nueva reunión y en el equipo negociador estamos en plena disposición. Nuestra prioridad es vernos con los grupos y es perfectamente factible que en los próximos días podamos avanzar y se pueda conseguir este gobierno del cambio. No creo que los ciudadanos entendieran que no hayamos sido capaces de ponernos de acuerdo.
¿Cree que Podemos cederá?
Podemos es un partido nuevo pero sus dirigentes tendrán la sensibilidad con sus bases y sabrán escuchar a sus votantes: sus votantes mayoritariamente no quieren unas nuevas elecciones y quieren un cambio de gobierno. Para que lo haya, toda la sociedad sabe que es imprescindible hablar, dialogar y entenderse con el resto de fuerzas. Estoy convencida de que harán el esfuerzo y podremos tener un Gobierno presidido por Pedro Sánchez.
Si no fuera así, y se repitieran las elecciones, ¿al PSOE le va perjudicar ir de la mano de Ciudadanos? ¿Tendrá que romper en algún momento con Ciudadanos?
No contemplamos el escenario de nuevas elecciones. Todas nuestras energías y decisiones van dirigidas a que no se repitan. Estamos en un momento crucial para recuperar la confianza entre ciudadanos y política. Ese fracaso sería el peor mensaje que podríamos emitir. En cualquier caso, pensamos que la capacidad de diálogo y de llegar a acuerdo y encontrar los puntos de unión con las fuerzas políticas no es penalizable porque es lo que nos están pidiendo los resultados del 20D. La pureza de cada uno de nosotros no permite que gobernemos solos, sino que nos entendamos, y eso no implica ni renuncia ideológica, ni renuncia de nuestros valores, ni de nuestra historia. El PSOE continúa encarnando lo mismo que encarnaba antes de llegar a este acuerdo con Ciudadanos. En el futuro seguiremos siendo la fuerza de izquierdas mayoritaria que ha sido crucial para vertebrar este país.
Ha dicho que los ciudadanos no penalizan a quienes intentan llegar a acuerdos. Por eso vuelvo a insistir en si al PSOE no le interesaría intentar una vía distinta a la actual: intentar el apoyo de las fuerzas de izquierdas y la abstención de Ciudadanos. Lo mismo que se le pide a Podemos pero pedírselo a Ciudadanos y así el PSOE lo habría intentado todo.
Para eso se nos estaría pidiendo que rompiéramos un acuerdo que hemos alcanzado y eso resta credibilidad. La credibilidad pasa por ser leales a los acuerdos alcanzados y hemos alcanzado uno con Ciudadanos. Lo que hacemos es abrirlo al resto de formaciones y estamos dispuestos a introducir modificaciones que el resto de fuerzas quiera. Máxima flexibilidad, máxima voluntad y generosidad para sumar a otras fuerzas pero sin romper un acuerdo.
¿Le parece legítimo que Pablo Iglesias reclame la vicepresidencia teniendo en cuenta que les separan 300.000 votos?
Me parece legítimo todo, pero las formaciones políticas tenemos la obligación de ponernos de acuerdo en qué queremos hacer. Hay que fijar el foco en el para qué queremos gobernar y no empezar hablando del reparto de cargos, sillones o ministerios. Me parece legítimo que todas las formaciones hagan sus planteamientos pero no me parece tan adecuado decir que se quiere estar en el Gobierno porque no te fías del otro. Sobre la desconfianza nunca se construyen relaciones sólidas, sino al revés. Los partidos deberíamos partir de la confianza en el otro para que los acuerdos sean eficaces.
¿Y se fían de Podemos?
No tenemos ningún motivo para no fiarnos a priori. Lo que queremos es llegar a acuerdos. Si conseguimos llegar a un acuerdo programático, como hemos hecho con Ciudadanos, partimos de la base de la confianza en el otro porque es sobre la única base sobre la que podemos construir algo constructivo y útil.
Una vez alcanzado ese acuerdo programático, ¿se ve sentada con Pablo Iglesias en la mesa del Consejo de Ministros?
No he pensado mucho en ello. Son dos preguntas en una. Si Pablo Iglesias estaría y si yo estaría.
Lo suyo lo dijo Pedro Sánchez.
No estoy en esa fase ni con ese chip. Lo importante ahora son las políticas.
Nadie responde que sí en el PSOE.
Honestamente, no es una cuestión a la que hayamos dedicado tiempo porque viene en otra fase. Pensamos que lo relevante es pensar qué queremos hacer con un nuevo Gobierno que tiene que representar políticas nuevas y representar otros valores y prioridades. Una vez resuelta esa fase, también hay que dejar un margen a que el presidente forme su gobierno. Además, si vamos a un gobierno del cambio con distintas formaciones, su opinión va a ser relevante,
Ustedes hablan de Podemos como partido fundamental que necesita ese gobierno, pero Ciudadanos cree que es el PP el que debe sumarse. ¿Hay un desacuerdo?
Ciudadanos considera que el PP debería abstenerse y facilitar este Gobierno y nosotros pensamos que el PP no lo va a hacer nunca porque nunca ha tenido un acto de generosidad con este país. Sus decisiones siempre han respondido a intereses particulares y partidistas. Pensamos que el PP no puede conducir ni participar en un gobierno del cambio porque es el que nos ha conducido aquí a la crisis territorial, económica, social e institucional. Es un partido asediado por los casos de corrupción y ya no es un problema del número sino de la reacción que tienen porque siguen siendo muy tibios.
Pese a todo, Ciudadanos reclama que sea el PP. ¿Aceptaría Ciudadanos a Podemos?
Ciudadanos ha dicho con claridad que hace un llamamiento también a Podemos para que facilite ese gobierno y son conscientes de que en estos momentos es mucho más factible que una fuerza política con esa sensibilidad para que se produzca el gobierno del cambio acabe apoyando la investidura de Pedro Sánchez que un partido que sigue anclado en los mismos planteamientos desde el 20D.
¿Está de acuerdo con la fecha que ha elegido el PSOE para dilucidar el liderazgo del partido?
El Comité Federal decidió una fecha y yo la respeto. Las cuestiones orgánicas, en las que no estoy muy inmersa, me parece que lo que hay que hacer es respetarlas.
Cae en mitad de las negociaciones en las que Pedro Sánchez va a intentar ser presidente...
Es verdad que el calendario es coincidente. Creo que el calendario institucional, la formación de un nuevo gobierno, tiene que ser el elemento central en el que nos concentremos. El hecho de que coincida el procedimiento orgánico no tiene por qué distorsionar en exceso. Si el Comité Federal sigue manteniendo esta fecha, lo celebraremos, pero el PSOE tiene claro que su prioridad es servir a los ciudadanos y las ciudadanas.
¿Debería retrasarlo el Comité Federal?
Creo que es algo que tiene que decidir el Comité Federal.
A propuesta de la Ejecutiva y usted está en la Ejecutiva.
Estaría bien que el Comité Federal se planteara si hay que retrasarlo o no y la decisión que tome será la correcta.
Si Pedro Sánchez tiene rival en ese Congreso, ¿hará campaña por Pedro Sánchez?
Estoy en su equipo, en su Ejecutiva y creo que Pedro tiene un liderazgo no solo interno sino social muy consolidado, ha crecido muchísimo como candidato y creo que puede ser un gran presidente del Gobierno.