La rebelión comunista filipina retoma la lucha armada tras la tregua navideña

La guerrilla comunista de Filipinas, una de las más veteranas de Asia, retomó hoy la lucha armada, después de denunciar que el Gobierno de Manila había incumplido la tregua navideña que habían pactado.

El presidente del panel negociador rebelde, Luis Jalandoni, calificó la violación del Ejecutivo filipino del acuerdo navideño de “una oportunidad perdida importante para avanzar en las negociaciones de paz”.

En otro comunicado, el comité central del ilegal Partido Comunista de Filipinas anunció que “el Nuevo Ejército del Pueblo (su brazo armado) y las milicias populares reanudarán inmediatamente la ofensiva y confrontarán y frustrarán la campaña del enemigo”.

“Se emite esta declaración a recomendación del panel negociador del Frente Democrático Nacional de Filipinas, después de que el Gobierno de la República de Filipinas incumpliese el acuerdo del 17-18 de diciembre de extender su propio alto el fuego hasta el 15 de enero”, completó la organización.

La guerrilla comunista denunció que las Fuerzas Armadas reanudarán su ofensiva tras la medianoche de hoy.

Por su parte, el portavoz de la Presidencia de Filipinas, Edwin Lacierda, dijo en rueda de prensa en Manila que la rebelión comunista solo busca excusas para truncar las negociaciones de paz, según los medios locales.

“Ellos saben que un alto el fuego de esa amplitud va en su detrimento, por lo que decidieron acortarlo y echarnos la culpa a nosotros”, argumentó Lacierda, quien añadió que cumplirán con el pacto hasta el último día acordado.

El alto el fuego cubría del 20 de diciembre de 2012 al 15 de enero de 2013 y fue alcanzado por ambas partes en unas conversaciones celebradas en la embajada noruega en La Haya el 17 y 18 de diciembre pasado.

Aquella reunión permitió relanzar las conversaciones de paz, paralizadas desde hacía más de un año, con el compromiso de mantener más contactos de alto nivel en una fecha a acordar por ambas partes.

Las negociaciones se estancaron en noviembre de 2011 a raíz de que el Gobierno filipino se negara a excarcelar a varios cabecillas del movimiento comunista.

Lacierda indicó que la guerrilla comunista “siempre está creando excusas. La primera excusa fue que deseaban la puesta en libertad de varios asesores políticos. Nosotros aceptamos redactar una lista, pero ellos se negaron”.

El portavoz añadió que entonces alegaron que la lista estaba amañada, y “ahora vuelven con otros obstáculos para la paz”.

“No hacen más que buscar razones para no comprometerse con el progreso y la paz”, afirmó Lacierda.

La tregua navideña entre las Fuerzas Armadas y la rebelión comunista ha sido una tradición que se ha cumplido casi todos los años desde hace lustros, aunque no siempre al pie de la letra.

Según el Ejército, los insurgentes secuestraron a cinco personas, dos milicianos y tres civiles, durante estas Navidades.

Por su parte, un notorio comandante comunista, sobre el que pesaba una recompensa gubernamental por su captura equivalente a 128.000 dólares o 97.000 euros, fue capturado el día de Navidad.

Las autoridades filipinas diferencian el mantenimiento de la ley y el orden, que no puede cesar nunca, de la ofensiva contra la guerrilla comunista.

El Frente Democrático Nacional de Filipinas, que lleva el peso de las negociaciones, es una plataforma que agrupa a varias organizaciones de izquierda, entre ellas el ilegal Partido Comunista de Filipinas y su brazo armado, el Nuevo Ejército del Pueblo.

El Nuevo Ejército del Pueblo cuenta con unos 6.000 combatientes y lleva 43 años de lucha armada en un conflicto que ha causado cerca de 30.000 muertos.