Varios líderes de la OTAN han cuestionado la negativa de Pedro Sánchez a elevar el gasto militar al 5% del PIB, que es el umbral que figurará en la declaración conjunta de la cumbre que se celebra en La Haya. Esa era una exigencia de Donald Trump y también de buena parte de los países del este de Europa.
El más elocuente ha sido el primer ministro belga, Bart de Wever, que ha asegurado que si Sánchez cumple con los objetivos de capacidad que le corresponden a España con un 2,1% del PIB, “es un genio”: “Y la genialidad inspira a la gente”. Así, ha asegurado que el resto de aliados pueden hacer la misma interpretación que España respecto al compromiso de gasto, es decir, no llegar al 5% si con menos porcentaje cumplen con las exigencias de la alianza atlántica, pero ha cuestionado que los cálculos de la OTAN, que apuntan a un 3,5% del PIB, sean erróneos: “Esta gente no es tonta”.
“Es un deber para todos”, ha señalado el primer ministro de Estonia, Kristen Michal, a su llegada a la cumbre. Y el primer ministro griego, Kyriákos Mitsotákis, ha cuestionado que esa decisión suponga aprovecharse del compromiso del resto de socios.
Informa Irene Castro