La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha evitado hacer 'sangre' tras meses de agrios enfrentamientos con el secretario general del Partido Popular, Teodoro García Egea, que ahora es presionado por los barones de su partido para que dimita. “Soy muy respetuosa con todo el mundo, con las organizaciones y con las personas. Es un momento de extremada delicadeza. No me toca inmiscuirme”, ha dicho la vicepresidenta.
“Respeto al señor García Egea y más allá de nuestros debates acalorados y de nuestros cruces de datos [ha dicho sobre su tradicional respuesta al diputado conservador] insisto: mi respeto absoluto”. “Le compete al PP decidir lo que hace no solo con su futuro sino con las personas que han de formular preguntas”, ha rematado en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros.
Escribe Irene Castro.