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La polémica por las palabras de la actriz mexicana Karla Souza al definirse como “persona de color”

La actriz mexicana Karla Souza en un evento Los Ángeles (EEUU)

Cristina F. Pereda

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“Deberían rectificar, que las mujeres que somos de color en las series se nos pague igual que a la gente blanca”. Esta es la frase que la actriz mexicana Karla Souza le dijo a un productor de Hollywood, según declaraciones de la propia intérprete durante una entrevista en el podcast del autor Roberto Mtz. Es la frase con la que reivindicaba la igualdad salarial entre ella y sus compañeros de una serie, sabiendo que tanto a Souza como a la otra actriz, afroamericana, le pagaban menos que a los actores blancos. 

Las palabras de Souza han provocado una polémica con dos bandos enfrentados: ¿tiene sentido que se defina como una persona de color? Un bando dice que sí, otro que no. Ambas partes seguramente estarán de acuerdo en que Souza, habiendo nacido en México, siempre será una actriz de una minoría en EEUU. Y como tal, comparte con hispanos, afroamericanos y asiáticos las peleas y batallas por la igualdad salarial que ha defendido desde el principio de su carrera. En la entrevista, también afirma que “como mujer y como persona mexicana en Estados Unidos”, esas peleas son “batallas que nadie ve” y que “nadie entiende lo difícil que es abogar por uno mismo en un mundo [hecho] para explotarnos”. 

Sin embargo, Souza es una actriz mexicana de piel blanca y ojos verdes. Ante sus compatriotas mexicanos, pertenece a una minoría. Pero esta vez es la minoría privilegiada cuya tez ofrece oportunidades que les son negadas a sus compatriotas de ascendencia africana o indígena. Además de esos privilegios que puede aportar el color de la piel, se suman las ventajas de la clase social y el nivel de educación de cada uno. De padre mexicano y madre chilena, la actriz ha tenido la oportunidad de estudiar en Francia, Inglaterra y EEUU.

Souza es una actriz mexicana a la que muchos compatriotas verán como privilegiada pero a la que la industria de Hollywood —y la sociedad estadounidense— ubicaría casi siempre en la casilla de las minorías. Su apariencia no concuerda con la imagen que la mayoría de la gente tiene de una persona de color por lo que, a pesar de sus batallas como hispana, es posible que muchos latinos —en México y en EEUU— cuestionen su identidad como “persona de color.” 

Y ahí radica la polémica: en la definición que cada uno aporta al término “de color.” Una persona de color es una persona que no tiene ascendencia blanca ni europea, según el Instituto Nacional de Salud de EEUU. Si fuéramos a juzgar por su fisonomía, se podría decir que Souza no cabe dentro de esa descripción. Pero al tener un padre mexicano y una madre chilena, es perfectamente posible que tenga una herencia no blanca que tampoco percibimos en sus rasgos. 

Y esa apariencia —mujer blanca con ojos verdes— conlleva una percepción de una persona que no es de color y que le ha podido proporcionar mejores oportunidades tanto entre los latinos en EEUU como en su propio país, como no le hubiera ocurrido a una actriz afrodescendiente o de rasgos indígenas. Souza sí denuncia que al clasificarle como latina o hispana, algunos productores le han ofrecido menos compensación económica que a los blancos, pero no dice si, en otro momento, esos mismos rasgos le han beneficiado. 

La actriz ha protestado porque tras esta primera pelea, se encontró en la misma situación en su siguiente trabajo. “Cuando en la nueva serie empecé a oler que a los actores blancos les estaban pagando más que a las dos mujeres, a mí mexicana y a la afroamericana, armé un pinche pedo [escándalo]”, ha explicado. 

La polémica es parecida a la suscitada hace dos años tras la victoria en los Globos de Oro de Anya Taylor-Joy, la actriz vencedora con Gambito de Dama. En aquella ocasión, era una publicación la que establecía la identidad racial de una actriz “de color” a la que el público ve como blanca. Al tener un progenitor de origen argentino, la revista Variety entendió minoría, hispana, de color. 

Aquel lío fue aún mayor porque sucedió en medio de la campaña #OscarsSoWhite que denunciaba la falta de galardonados de minorías entre los ganadores de los Oscars y Globos de Oro. Y parecía que ‘Variety’ tenía prisa por revertir la tendencia fuera como fuera: equiparó la victoria de Taylor-Joy con las anteriores de Queen Latifah, Hale Berry o Alfre Woodard. Basta una búsqueda en internet para encontrar las imágenes de estas actrices y descubrir cuál de todas no se definiría como “de color”. Taylor-Joy, como recordaron muchos internautas a ‘Variety’, se identifica como Latina blanca y aquello valió una rectificación. 

La controversia que han provocado las palabras de Souza es proporcional a la complejidad del asunto. La identidad racial o étnica de la actriz es un asunto personal. Pero aunque se define como persona de color, muchos de sus compatriotas en México y en la comunidad latina de EEUU le ven como blanca. Otros estadounidenses no le percibirán como hispana hasta oír su apellido o escucharle hablar en español. Una cosa es cómo nos definimos y otra es cómo nos ve el mundo.

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