La familia Vigil de Quiñones estudia llevar a los tribunales a la Junta tras la votación para renombrar al hospital de Sevilla

Visita del presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, a las obras del antiguo Hospital Militar Vigil de Quiñones de Sevilla.

Javier Ramajo

Sevilla —

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“Siempre existe la posibilidad”. Sin afirmar ni negar la posibilidad, la familia Vigil de Quiñones no descarta acudir a los tribunales después de conocer los resultados de la votación para el cambio de nombre del antiguo Hospital Militar de Sevilla, rebautizado desde el año pasado como Hospital Doctor Muñoz Cariñanos pese a obtener el menor número de apoyos.

La sorpresa de los porcentajes que les trasladó el viceconsejero de Salud, obligado por el Consejo de Transparencia de Andalucía, de alguna manera confirma sus sospechas de que podía haber gato encerrado en aquella votación. Llevaron hasta el final el proceso de información pública y descubrieron finalmente que aquel “referéndum” para rebautizar el centro sanitario, inaugurado hasta cuatro veces por el presidente Moreno, no fue tan “democrático” como él mismo anunció.

La familia de Rogelio Vigil de Quiñones y Alfaro, reconocido médico militar por numerosos méritos científicos, médicos y castrenses, y que acompañó a los últimos de Filipinas en su encierro en la Iglesia de Baler entre 1898 y 1899, no se contentó con la primera respuesta de la Consejería de Salud, allá por el mes de junio: “Para la asignación o cambio de denominación de los centros sanitarios, en general, y de los hospitales en particular, no existe regulación normativa al respecto, por lo que el proceso en concreto que se ha articulado no resulta obligatorio o preceptivo en su realización, ni vinculante en su resultado”.

Aquella respuesta chocaba con el grandilocuente anuncio de Moreno. La familia analiza ahora la manera de revocarlo con abogados especialistas en la materia. Fuentes de la Consejería de Salud consultadas después de que este medio desvelara el miércoles los resultados de la votación argumentan ahora que sus servicios jurídicos insisten en que no hay nada en la normativa vigente que obligue a hacer un proceso para poner o cambiar el nombre de un centro sanitario. “Es elección del SAS”, detallan, algo muy alejado de lo que Moreno expuso hace dos años a los profesionales sanitarios: “Sois vosotros quienes tenéis que poner el nombre a este centro”. “Ni ni siquiera una consulta, como la del Militar, es vinculante ni obliga al nombre”, inciden desde la Consejería.

Fuentes de la Junta confirman que se trató de “una decisión política tras ver que sólo había participado el 11,6% de los sanitarios”, teniendo en cuenta que se amplió el plazo de votación, ya que en primera instancia “sólo había participado el 3%”. El abogado de la familia, José Ignacio Bidón, dijo este jueves en la SER que confía en no tener que poner un contencioso ya que cree que la administración autonómica “rectificará”.

“Un conjunto de decisiones políticas orientadas por una consulta”

Lo último que había informado la Consejería al respecto es que las denominaciones del Distrito Sanitario de Sevilla Vigil de Quiñones, del Hospital Doctor Muñoz Cariñanos y del futuro Hospital Materno-Infantil y de la Mujer Rosalía Robles Cerdán habían sido “fruto de un conjunto de decisiones políticas orientadas por una consulta previa, facultativa y no vinculante, entre los profesionales del sistema sanitario público de la provincia de Sevilla”.

Fuentes de la familia ya consideraron que la poca participación refleja el “escaso interés social que suscitaba el cambio de denominación” sin que haya quedado constancia de que se le consultara a la totalidad de los profesionales del SAS en Sevilla ni que las bases de la votación fueran publicadas, como aseguró el presidente Moreno, ni qué empresa tecnológica se encargó de validar los resultados del referéndum en el que la opción del nombre de Muñoz Cariñanos fue “la que obtuvo menos apoyos de todas las opciones posibles” y “sin que se pueda entender que finalmente no haya sido la voluntad de los sanitarios y médicos tal y como se afirmó por activa y por pasiva”.

Méritos de Vigil de Quiñones

Un par de meses antes de que Moreno anunciara aquel referéndum, la Asociación Nacional Últimos Filipinas, Héroes de Baler (formada por descendientes de estos héroes, historiadores, investigadores y simpatizantes de aquella “gesta universal”) inició una petición en la plataforma change.org donde pedía que no se procediera al cambio de denominación del hospital, argumentando que “muchos sevillanos y españoles se han interesado por la gesta de los últimos de Filipinas gracias al nombre de ese hospital, acercándose así a un imborrable episodio de la Historia universal, que transciende a su época y a cualquier ideología”, sin entender que “después de tantos años” se planteara un cambio de nombre a este “emblemático hospital”.

La familia recuerda que Rogelio Vigil de Quiñones y Alfaro, reconocido por sus incontables méritos científicos, médicos y castrenses, contuvo la epidemia de Beri-Beri, sin medios ni recursos, únicamente con medios naturales, sin lo cual no hubiera sobrevivido ninguno de los españoles destinados en Baler en 1898. Su figura ha sido muy destacada en los libros de sanidad como un destacado científico a quien se le atribuye ser el descubridor del antídoto de aquella enfermedad por la que morían millones de personas. Participó en varias guerras como médico y resaltó siendo el primer director médico del Hospital Docker en Melilla.

Por parte de la familia se añaden las distinciones y reconocimientos de Vigil de Quiñones: dos cruces de María Cristina de 1.ª Clase, la Cruz de 1ª clase del Mérito Militar, la Cruz de 1ª clase del Mérito Militar con distintivo rojo o la Medalla conmemorativa de los Sitios de Gerona. También recuerdan que el 1 de mayo de 1903 se le concedió la Medalla de Alfonso XIII, el 26 de marzo de 1917 se le concedió el Pasador de Larache y el 7 de julio de 1921 se le entregó la Cruz de la Orden de San Hermenegildo.

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