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El Defensor del Pueblo pide videovigilancia el Psiquiátrico Penitenciario de Sevilla

Cuerdas, contenciones forzosas. Hospital Gregorio Marañón (Madrid)

Javier Ramajo

Sevilla II sigue sin cámaras en el módulo de aislamiento dos años después de que lo considerara “prioritario” el Defensor del Pueblo estatal, que ahora también solicita instalar una cámara de videovigilancia y grabación en la celda destinada a la aplicación de contenciones mecánicas en el Hospital Psiquiátrico Penitenciario de Sevilla.

Sin previo aviso, un técnico del Defensor del Pueblo cursó visita el pasado 28 de mayo al hospital psiquiátrico, ubicado en la cárcel de Sevilla-I, como seguimiento a la anterior visita realizada durante tres días de junio de 2013 y al objeto de comprobar el grado de cumplimiento de las recomendaciones y sugerencias realizadas en el marco de una inspección realizada por la Institución en su condición de Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura y otros tratos y penas crueles, inhumanas o degradantes.

La mayoría de las personas enfermas que se encuentran en este centro, abierto desde 1990, son internos judiciales que cumplen una medida de seguridad por haber sido declarados inimputables. En España solo existen dos hospitales psiquiátricos penitenciarios de este tipo, dependientes de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias: este de Sevilla y el de Foncalent (Alicante).

Recientemente, el Defensor del Pueblo español presentó ante la comisión mixta de Relaciones una guía de buenas prácticas para el uso de contenciones mecánicas en centros de privación de libertad, que tiene por objetivo difundir los criterios que, a juicio del Defensor del Pueblo, deben ser tenidos en consideración, en actuaciones que requieran el empleo de las mismas.

La aplicación de medidas de contención mecánica ha sido una cuestión abordada por el Gobierno y el departamento de Instituciones Penitenciarias por su uso en la otra cárcel sevillana, la de Morón de la Frontera (Sevilla II). Según consta en varias respuestas oficiales a preguntas escritas de la senadora andaluza de Podemos Maribel Mora, la aplicación de estas medidas se redujeron a prácticamente a la mitad en 2016 respecto al año anterior, al menos en lo que se refiere a medidas de temporalidad prolongada (correas homologadas). El Ejecutivo distingue entre esta aplicación por tiempo prolongado y el uso de las esposas, de temporalidad reducida.

En ese sentido, y según datos estadísticos que constan en el Sistema de Información Penitenciario para los años por los que se interesa la senadora (2014, 2015 y 2016), en 2014 las esposas se aplicaron en 20 ocasiones y las correas en 116; en 2015 las esposas se aplicaron en 27 ocasiones y las correas en 120; y en 2016 las esposas se aplicaron en 37 ocasiones y las correas en 63. La fuerza física personal se aplicó en unas 500 ocasiones en cada uno de estos tres años, al igual que el aislamiento provisional y las defensas de goma se utilizaron entre 10 y 20 veces cada año. El uso de aerosoles se produjo solo en dos ocasiones en 2015, según datalla el Gobierno.

El Defensor, a la espera de que se instalen las cámaras en el módulo de aislamiento en Sevilla II, sugiere su instalación también en el psiquiátrico penitenciario de Sevilla. Además, también solicita “adoptar las medidas oportunas para adecuar la plantilla de personal médico a las necesidades de la población penitenciaria del centro”.

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