El Huevo de Colón y el expolio de nunca acabar: décadas desmantelando la mayor escultura de bronce de España
Con sus 45 metros de altura y sus 476 toneladas de peso, el conocido como Huevo de Colón se considera la escultura de bronce más grande de España, tal y como recoge El Patio Colorao, la revista de la comuna de Arte y Patrimonio de la Universidad Pablo de Olavide (UPO). Es también —en otro orden de récords— uno de los monumentos de Sevilla que más expolios ha sufrido a lo largo de los años, como atestiguan las “reiteradas” denuncias de vecinos, organizaciones políticas y colectivos sociales en defensa del patrimonio, que lamentan el deplorable estado en el que se encuentra hoy este coloso de bronce, acero y cobre denominado El Nacimiento del Hombre Nuevo.
La hemeroteca da buena cuenta de ello, recogiendo, apenas tres años después de su inauguración en 1995 por parte de la infanta Elena, los primeros “actos vandálicos” y “robos de las planchas de la estructura oval que lo envuelve” perpetrados contra la escultura ubicada en el parque de San Jerónimo. Tanto fue así que ya por entonces la prensa local describía a esta imponente talla que reproduce la imagen de Cristóbal Colón dentro de una esfera oval a la que debe el apodo de los sevillanos como un monumento “relegado al abandono” y que se estaba desmantelando “a pedazos” por la delincuencia.
Un cuarto de siglo después, las asociaciones vecinales del barrio en que se enclava esta escultura, obra del artista ruso-georgiano Zurab Tseretelli, continúan lamentando el estado de “deterioro” permanente al que se ha visto abocado el Huevo de Colón, dada la falta de “conservación y vigilancia” que acecha al patrimonio de Sevilla en su conjunto, de acuerdo con la crítica que hace a la administración pública el presidente de la Asociación de Defensa del Patrimonio de Andalucía (ADEPA), Joaquín Egea.
Reducido a esqueleto
En conversación con SevillaelDiario.es, Egea sostiene que las partidas destinadas en los propuestos municipales a conservar el patrimonio de la ciudad “no sirven para nada”, si no se garantiza su “vigilancia y mantenimiento” posterior. De ahí que se refiera a la escultura que preside el parque de San Jerónimo como una víctima del “abandono” por ser “uno de esos monumentos que no está vigilado absolutamente nada”.
Como consecuencia, esta obra tan “interesante” a ojos del presidente de ADEPA —que recuerda fue un regalo del Ayuntamiento de Moscú a la capital hispalense con motivo de la Expo del 92— ha quedado reducida a un esqueleto “completamente vacío”, al ser despojada de las planchas de metal que lo recubrían por dentro y le conferían ese color cobrizo tan característico.
En línea similar, la presidenta de la asociación de vecinos de San Jerónimo, Ana María Puerta, reconoce que “es una pena” encontrar hoy este huevo, tan popular en la ciudad, prácticamente en el chasis. Según el testimonio de esta vecina, las sustracciones se producen de forma continua desde hace años. “Han quitado tantas que ya pierdes la cuenta”, admite Ana María Puerta minutos antes de comprobar que “se ha seguido expoliando”, al comparar documentos gráficos de su archivo personal relativos a 2022 con otro más actual que constata cómo la parte trasera ya se ha desmantelado casi al completo.
Investigación abierta
Los robos, que han dado con frecuencia desde al menos 1998 —como avala la hemeroteca—, alcanzaron su auge en 2021, provocando que se iniciara una investigación policial a instancias de la denuncia que interpuso en aquel momento el entonces delegado municipal del Distrito Norte, Juan Antonio Barrionuevo (PSOE). Ahora, ya fuera del cargo, el que fuera edil responsable de esta zona rememora que fue la presión ciudadana la que alentó al gobierno municipal a poner en conocimiento de la Policía Nacional aquello de lo que venían alertando los vecinos desde sus diferentes asociaciones.
Entre ellas, Ana María Puerta, como presidenta del colectivo vecinal de San Jerónimo, recuerda que en aquella época el vandalismo llegó “al límite”, tanto en lo que respecta a la escultura como a sus inmediaciones, por lo que decidieron acentuar sus movilizaciones en redes sociales, así como remitir escritos a la administración local en los que instaban a adoptar medidas de vigilancia más efectivas para controlar la zona.
Fruto de la operación que desencadenó aquella denuncia, los agentes detuvieron a cuatro personas (dos de ellas en España y las otras dos en Portugal) como responsables de la recepción y robo con fuerza de 42 piezas desaparecidas en el monumento El Nacimiento del Hombre Nuevo. Tal y como explicó entonces el Cuerpo Nacional de Policía, el grupo judicial de la comisaría del Distrito Macarena movilizó un dispositivo de inspección en chatarrerías de toda Sevilla con el fin de localizar las piezas robadas. Finalmente, lograron recuperar parte del material sustraído, al localizar 25 de ellas en la capital, mientras que las otras 17 se enviaron a una chatarrería ubicada en el Algarve portugués, pero se vendieron a un centro de recepción situado en la localidad sevillana de Alcalá de Guadaíra, donde fue requisado.
El expolio de nunca acabar
Desde entonces, según fuentes municipales de aquel momento, algunas de las placas requisadas se depositaron en el almacén municipal del Ayuntamiento de Sevilla, donde permanecen resguardadas, sin que se haya procedido a su restauración hasta el momento. No obstante, preguntadas por este periódico, fuentes del actual equipo de Gobierno aseguran que dichas planchas de bronce se van a reponer próximamente. En cuanto a las medidas de seguridad, el anterior delegado del Distrito Norte en el mandato socialista recuerda que se barajó la opción de instalar videovigilancia en parques históricos de la ciudad como “medida de disuasión” que no se llegó a concretar.
A este respecto, la nueva delegada de Limpieza, Parques y Jardines, Arbolado y Protección Ambiental, Evelia Rincón, ha asegurado que desde su delegación se está estudiando la manera de “reforzar” la vigilancia en esta zona en aras de evitar los robos. Entretanto, organizaciones como ADEPA siguen instando a las instituciones a que acometan mejoras en la vigilancia de este y otros espacios ajardinados que atesoran joyas del patrimonio sevillano como el Huevo de Colón, mientras que los vecinos abogan por “dar vida” a un parque “tan amplio y bonito” al que acuden diariamente deportistas y familias para jugar con sus hijos.
Por ello, frente a las voces que defienden reubicar este histórico regalo en barriadas menos alejadas del centro, desde la asociación de vecinos de San Jerónimo reivindican que “no hay que cambiarlo de sitio, sino darle más vida al parque que se hizo para él”, como defiende Ana María Puerta en nombre del barrio. “Es una pena que siendo una estatua importante no se cuida ni se intente proteger”, añade en este sentido para terminar insistiendo en la necesidad de “cuidarla” y protegerla mediante una “mayor vigilancia”, con la esperanza de frenar un expolio que parece no tener fin.
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