La portada de mañana
Acceder
Salazar: el mapa de poder en el PSOE y en Moncloa que lo convirtió en impune
Así son los nuevos grupos terroristas de extrema derecha
OPINIÓN | 'La sociedad infantil y la libertad de expresión', por Enric González
Sobre este blog

Este es un espacio donde opinar sobre Sevilla y su provincia. Sus problemas, sus virtudes, sus carencias, su gente. Con voces que animen el debate y la conversación. Porque Sevilla nos importa.

Sevilla desde la bici

Bicicletas en la Plaza de España, en una imagen de archivo.

0

Desde una bicicleta, Sevilla se ve aún peor que desde un autobús. Aunque debería ser una de las ciudades más preparadas de Europa (y, por ende, del mundo) para circular a pedales, gracias a su red de más de 180 kilómetros de carril-bici y su favorable orografía, los usuarios tenemos en los últimos años una profunda sensación de abandono de la infraestructura. Lo que fue un motivo de innovación, desarrollo y orgullo para la ciudad, que puso su nombre en portadas y telediarios de todo el mundo, palidece hoy agostada por el sol y el tiempo, la falta de mantenimiento y la ausencia de cultura y civismo por parte de algunos peatones.

El gran legado del paso de Izquierda Unida por el gobierno municipal entre 2003 y 2011, con Paula Garvín a la cabeza, fue el desarrollo de la red de carriles para la bicicleta en la ciudad, que pasó de algunos tramos sueltos que apenas sumaban 12 kilómetros de longitud a una completa malla asfaltada para los ciclistas que recorría toda la ciudad ofreciendo agilidad y seguridad para quienes apostaban por este medio de transporte. IU se lo impuso a su socio de gobierno, el PSOE de Alfredo Sánchez Monteseirín. Y quedó como uno de los elementos más preciados de su legado. Pero desde hace más de una década parece que a nadie en Plaza Nueva le interesa de verdad su conservación, por no hablar de su ampliación.

En el centro de la ciudad, el carril-bici es una víctima más del turismo masificado que tanto agobia a los sevillanos. Señalizado tan discretamente para no generar impacto visual que apenas se distingue del resto de la calzada, el carril queda casi siempre bloqueado por visitantes, paseantes y, sobre todo, por veladores de cafeterías, bares y restaurantes. Circular por la zona histórica de la ciudad resulta casi más difícil en bicicleta que en coche o, por supuesto, motocicleta.

Lo último es la conquista de la red en los últimos años por parte de los patinetes. Teóricamente sólo pueden usar el carril-bici estos vehículos cuando tienen menos de 250 watios de potencia, pero a mí me adelantan a veces auténticas motos a toda velocidad, poniendo en peligro a bicicletas, peatones y todo tipo de vehículos

En los barrios, más allá de la ronda histórica y el río, la red de vías sigue cumpliendo su cometido y facilitando el tránsito a miles de usuarios cada día. Las últimas estadísticas hablan de hasta un 20% de sevillanos que utilizan el carril-bici de forma habitual. El problema, en estas zonas, es la grave falta de mantenimiento. Variabilidad en la calidad del asfalto, muy lejos en las ampliaciones recientes de los originales. Grandes baches, cuando no directamente agujeros, que, cuando se tapan, reciben una capa gruesa de alquitrán que obstaculiza la rodada. Raíces de los árboles cercanos que levantan el asfalto y matorrales sin podar que invaden la calzada. Y una pésima cultura ciudadana: carritos de bebé, personas mayores, grupos de jóvenes, corredores… En el carril-bici uno se puede encontrar cualquier cosa antes que una bici.

Lo último es la conquista de la red en los últimos años por parte de los patinetes. Teóricamente sólo pueden usar el carril-bici estos vehículos cuando tienen menos de 250 watios de potencia, pero a mí me adelantan a veces auténticas motos a toda velocidad, poniendo en peligro a bicicletas, peatones y todo tipo de vehículos.

Uso la bici, y sufro estos problemas, en días laborables para ir y volver de la oficina. El fin de semana o en vacaciones, si quiero cogerla para hacer más kilómetros, echo en falta otras cosas. Es una pena que, con el espacio tan apropiado para la bici que hay en el cauce vivo del río, no la dársena, éste no esté convenientemente preparado y aprovechado. El camino existente está muy abandonado y el ciclista tiene que compartir espacio con la rave del estadio de La Cartuja de cada domingo por la mañana o con algún asentamiento ilegal, por no hablar de la maleza creciente conforme se acerca uno a la dehesa de Tablada. Y parece increíble que no se pueda dar la vuelta a la ciudad de forma segura en bici, con el arco norte y este verdaderamente impracticable.

Como política municipal, no consigo lograr entender qué desmotiva a un Ayuntamiento a priorizar la bici, sobre todo cuando ya se tienen datos y experiencias de suficiente tiempo para avalar el modelo. Sólo veo beneficios

En Madrid ocurre lo contrario que en Sevilla. La red de carriles-bici urbana es insuficiente en superficie y desarrollo y se plantea sobre una ciudad muy escarpada y con un tráfico imposible. Pero el estado de mantenimiento es mejor y, para los domingueros, tiene algo maravilloso: el anillo verde ciclista, una autopista para bicis de 67 kilómetros de largo que rodea toda la ciudad con señalización, trazado y asfaltado más que apropiado para disfrutar de la bicicleta. Y perdonen la comparación habitual, pero es la referencia que tengo más cercana.

Como política municipal, no consigo lograr entender qué desmotiva a un Ayuntamiento a priorizar la bici, sobre todo cuando ya se tienen datos y experiencias de suficiente tiempo para avalar el modelo. Sólo veo beneficios. Ahorro en tiempos de desplazamiento, mejora del tráfico, reducción de la contaminación y, casi lo más importante, generalización entre la ciudadanía de una actividad cardiosaludable que, necesariamente, mejora la salud y la calidad de vida de los sevillanos.

Urge desde la política municipal retomar el fomento de la bicicleta como medio de transporte urbano y de la red de carriles bici como infraestructura prioritaria de ciudad en cuanto a su mantenimiento, mejora y ampliación. No debería ser una cuestión de colores políticos, sino una planificación y desarrollo transversal con beneficios para toda la ciudadanía, independientemente de su lugar de residencia, su edad y su estatus socioeconómico. Y si no, debería bastar con pensar en que un 20% de los votantes la utiliza con frecuencia.

Sobre este blog

Este es un espacio donde opinar sobre Sevilla y su provincia. Sus problemas, sus virtudes, sus carencias, su gente. Con voces que animen el debate y la conversación. Porque Sevilla nos importa.

Etiquetas
stats