HRW pide a tropas francesas en Mali que eviten abusos del Ejército del país

La organización de defensa de los derecho humanos Human Rights Watch (HRW) pidió hoy desde Johannesburgo a las tropas francesas en Mali que “minimicen las atrocidades” del Ejército regular maliense contra los civiles del país.

“Francia debe tomar partido para entrenar y aconsejar al Ejército de Mali, a fin de que respete los derechos humanos”, dijo la abogada de HRW Tiseke Kasambala, durante la presentación hoy de su “Informe Anual 2013” en Johannesburgo.

Como ya hicieron la Corte Penal Internacional (CPI), Naciones Unidas y otras organizaciones, la representante de HRW denunció abusos “de todas las partes” en la guerra de Mali y pidió que sean investigados.

Kasambala recordó que el conflicto entre el Gobierno de Mali y los rebeldes salafistas que controlan el norte del país ha provocado el desplazamiento de 400.000 personas y criticó que la comunidad internacional ignorara la tensa situación maliense durante “tanto tiempo”, y que sólo reaccionara cuando ya era insostenible.

Más de 2.000 tropas francesas, junto con la Misión Internacional de Apoyo a Mali liderada por África (AFISMA, por sus siglas en inglés), participan desde principio de año en la ofensiva del Gobierno de Mali para recuperar el norte del país, en manos de grupos fundamentalistas islámicos desde mediados de 2012.

Para apoyar a la AFISMA, los líderes africanos consiguieron, en una conferencia internacional de donantes celebrada el pasado martes en Adis Abeba, que la comunidad internacional se comprometiera a dedicar 455 millones de dólares a la lucha contra los rebeldes de Mali.

Mali vive una grave crisis desde el pasado 22 de marzo, cuando un golpe de Estado perpetrado por miembros del Ejército maliense derrocó al presidente elegido democráticamente, Amado Toumani Touré.

Así, los militares protestaban por la poca atención que prestaba el Gobierno de Mali a la rebelión tuareg en el norte del país, pero el golpe no hizo más que agravar la situación en esa zona.

Aprovechando el vacío de poder tras el derrocamiento de Tuoré, el Movimiento Nacional de Liberación de Azawad (MNLA) proclamó el pasado abril unilateralmente la independencia de la región septentrional de Mali, que abarca 850.000 kilómetros cuadrados.

Sin embargo, diversos grupos yihadistas se hicieron fuertes en la región, cuyo control han arrebatado a los tuareg.