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El movimiento LGTBI celebra su orgullo y reivindica medidas urgentes para proteger a las personas trans

Manifestación del Orgullo 2018 en Madrid.

Fabiola Barranco

El orgullo ha vuelto a recorrer las calles de Madrid y se afianza como una cita que implica a toda la ciudad en la celebración y la reivindicación de los colectivos LGTBI. Otro año más, una gran manifestación ha congregado a miles de personas a lo largo de una de las principales arterias de circulación de la capital, desde Atocha a la Plaza de Colón.

A ritmo de batucada comenzaba el 40 aniversario del Orgullo en Madrid. El calor no ha impedido que el Paseo del Prado se llene de gente dispuesta a celebrar y reivindicar la igualdad. Las banderas arcoiris que representan el orgullo LGTBI se mezclaron con otra menos conocida, pero que precisamente este año pretende hacerse visible: la bandera del orgullo transexual, con cinco franjas de colores celeste, rosa y blanco. En esta edición se celebra la “liberación trans”.

Sobre el escenario al término de la marcha, los portavoces de la organización y varios colectivos LGTBI convocantes ha leído el manifiesto, que incluye un decálogo de “medidas urgentes” que piden al nuevo Gobierno, tales como “el reconocimiento y la protección de la autodeterminación del género, la modificación de la ley trans 3/2007, la urgente aprobación de la Ley Estatal de la Igualdad LGTBI o una política exterior y de inmigración que no  ampare a aquellos Estados en los cuales se vulneren los derechos humanos, en especial los de las personas LGTBI”.

Mientras, el Congreso tiene pendientes tres normas que suponen un avance para los derechos del colectivo. La proposición del PSOE que pide eliminar requisitos médicos para modificar el nombre y sexo legal en el DNI ya ha superado su periodo de enmiendas y está a la espera de un informe de la Comisión de Justicia. La Ley LGTBI de Unidos Podemos, redactada por la FELGTB, también ha superado el periodo de enmiendas y esperando el informe de la Comisión de Igualdad. Finalmente, una Ley Integral Trans registrada también por el grupo confederal todavía tiene que ser debatida. 

La ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, Carmen Montón, el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, y la ministra de Economía Nadia Calviño; Begoña Villacìs y Albert Rivera (Cs), Íñigo Errejon o Lorena Sánchez Huerta (Podemos), son algunas de las caras visibles del panorama político presentes este sábado. Sin embargo, ningún representante del Partido Popular ha hecho acto de presencia al no estar invitados por la organización, al “no apoyar ni la ley de Igualdad LGTBI, ni el Pacto de Estado frente al VHI, ni los compromisos de asilo, etc”, según la organización. Carla Antonelli, diputada del PSOE en la Asamblea de Madrid, se mostraba entusiasmada porque este es “es el año de la visibilidad trans, aunque ha costado mucho rescatar esa ”T“ a pesar de que estabamos ahí”.

Gorka secunda la pancarta “Las personas trans no queremos compasión, exigimos leyes y educación”. Lamenta no haber podido asistir al orgullo crítico pero hoy está aquí para revinidicar que es un “chico trans y no heterosexual”. A sus 23 años lucha para conseguir ser aceptado, incluso en su entorno más cercano. “En mi familia no me querían presentar a mi sobrina de 4 años, el otro día la conocí y me presentaron como 'tita Ainoa', la peque dijo, 'no es tía, es un chico'”, comparte Gorka con emoción. Por otro lado reconoce que los suyos empiezan a valorar que “ahora” es feliz.

“Aquí está la resistencia trans” o “nuestra pluma no se cura” son algunas de las consignas que grita con fuerza un grupo de adolescentes de entre los 13 y 17 años. Han decidido venir “a manifestarse y no sólo a la fiesta”. Dos de ellas, Lucía y Carmen reflexionan entre las diferencias que hay entre la juventud LGTBI con gente más mayor. “Yo creo que los mayores son más invisibles, en ese sentido nosotras tenemos más suerte”, dice la primera.

Eugenia y su pareja lleva una bandera del orgullo LGTBI donde ha plasmado un mensaje claro: “Madre orgullosa de un gay”. Cuenta que cuando su hijo tenía 15 años le confesó que era homosexual, pero que años después le dijo “nunca tendría que habertelo dicho, porque es algo normal”. Una reflexión que esta madre comparte para que “de una vez por todas, la gente asuma que es algo normal”.

Manuel tiene 25 años y ha venido desde Jerez de la Frontera para participar por primera vez en la manifestación del Orgullo y lo hace con la bandera romaní colgada al cuello. “Aunque la gente piense que el pueblo gitano somos homófobos, somos un pueblo muy plural. Hay familias que lo aceptan y otras que no, igual que los payos”, defiende.

“Ley de Igualdad LGTBI y pacto de Estado frente al VIH ¡Ya!” es lo que expresaba la segunda gran pancarta que se puede encontrar en la manifestación. Unas reclamas que vienen siendo señaladas por organizaciones del colectivo y apoyada por diferentes entidades sociales como CEAR o Save The Children. A la altura de los primeros números del Paseo de Recoletos, la gente que aguardaba la manifestación, recibía con caluroso aplauso al colectivo “Familias TRANSFormando”. Este grupo que “lucha contra la discriminación, la falta de información y formación de la sociedad”, necesarias para el proceso de transformación de sus “hijos, hijas e hijes”. Hoy salen a gritar porque, como dice Emilio García, padre de un hijo no binario, “aunque las nuevas generaciones de chiques lo tienen más fácil porque se está haciendo camino, todavía hay leyes que no se cumplen y otras que están atascadas en el parlamento como la Ley Registral”

El uso de la “e” en lugar de la “a” o la “o” es una fórmula utilizada también por la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena. “Hay que escucharles y colaborar con ellos, con ellas y con elles”, dijo la alcaldesa en Telemadrid, haciendo uso de una fórmula de lenguaje inclusivo que defiende parte del colectivo LGTBI para romper con la diferencia binaria que remarca y diferencia a las personas según su género y encasillándoles como hombre o mujer. Minutos después, ha vuelto a hacer el mismo gesto al hablar desde el escenario: “queridísimos, queridísimos, queridisimes”, expresó varias veces la alcaldesa, que celebró la disrupción en el lenguaje que están suponiendo las reivindicaciones LGTBI: “Ya no vale la a o la o, ahora la e. Así tiene que ser: diversidad y cambio”.

Obed es de Honduras, llegó hace unos meses para solicitar protección internacional después de huir de la “de la violencia y la discriminación por ser gay”. Es la primera vez que asiste a una manifestación de este tipo porque “allá no es posible, se nos castiga y acosa”, lamenta el joven, que acude acompañado de otras personas migrantes y refugiadas. El recuerdo por la situación de las personas LGTBIQ+ en otras partes del mundo ha sido recurrente en manifestantes y portavoces.

A las 19'30 la cabecera llegaba a su fin, a los pies del escenario ubicado en la Plaza de Colón. “El Orgullo es Madrid y vosotros sois el orgullo de Madrid”, ha dicho la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, quien también ha dedicado unas palabras para recordar a “aquellas activistas que imaginaron que el mundo iba a ser diferente, que podía ser para todos, especialmente para vosotros, vosotras, vosotres”, en referencia a la primera manifestación por el orgullo gay en Madrid, hace 40 años.

La ministra de Sanidad, Carmen Montón, también ha intervenido en el acto de cierre mostrándose “muy orgullosa” por asistir y homenajeado al compañero de partido y activista LGTBI, Pedro Zerolo, que falleció en 2015. También ha acudido a la manifestación el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska. Es la primera vez que dos ministros se ponen al frente de la pancarta en la manifestación LGTBI en España.

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