Cientos de sanitarios piden al Gobierno de Ayuso que deje de “maltratarlos” y avisan: “Madrid se queda sin médicos”
Cientos de médicos y pediatras han reclamado este domingo a la Comunidad de Madrid que deje de “ignorar” la Atención Primaria y cese el “maltrato” y la “sobrecarga asistencial”.
“Por fin hemos perdido el miedo. Hemos dejado de quejarnos en los pasillos a la acción para pasar a la acción, a hacer algo, a movernos a perder dinero y a jugarnos el cuerpo. Por fin somos una sola voz”, ha advertido una de las intervinientes en la concentración convocada por Amyts este domingo en la plaza del Reina Sofía coincidiendo con séptimo día de paros de 5.000 médicos y pediatras de Atención Primaria.
La concentración ha puesto el foco en los problemas de un servicio con “agendas infinitas” en el que denuncian que está tomando un papel de “guardianes de circulación” que distribuyen a los pacientes en los distintos niveles asistenciales para poder darles el servicio que necesitan y que deberían poder dar desde Atención Primaria “si se tuviera el tiempo necesario para hacerlo”.
“No pasa nada si ves un problema en 1 o 2 minutos o si ves 60 distintos a final de la jornada. Esto para la Consejería no existe”, han censurado desde el podio instalado en esta plaza madrileña en la que se ha podido leer en pancartas mensajes como 'La AP de Madrid se queda sin médicos', 'Su plan destruye nuestra Atención Primaria' y cánticos como '¿Dónde está el dinero de Sanidad?'.
Entre los sanitarios que han tomado la palabra se han encontrado dos jóvenes, que han puesto el foco en la importancia de desplegar incentivos para que los residentes que concluyan su formación opten por Madrid para continuar su carrera laboral.
Ha criticado los “turnos fijos de tarde” que “dificultan la conciliación”, los “contratos de pésima calidad” o los puestos en centros de salud que llevan “años sin médicos” atendiendo con dificultades.
“Parece que no nos quieren retener. Ni nos han preguntado qué queremos para quedarnos (...) ¿Si nos vamos quién va a seguir formando a las siguientes generaciones?”, han cuestionado.
Asimismo, han reclamado mejores condiciones laborales y salariales para evitar que haya una fuga de egresados de sus residencias en centros madrileños que van a otras autonomías o países en busca de mejores ofertas.
Las posturas entre la Consejería y el Comité de huelga, alejadas
La concentración llega tras un alejamiento de posturas entre ambas partes en la última reunión celebrada después de que el día previo se produjeran “avances importantes” que parecían apuntar a un acuerdo inminente. No obstante, los trabajadores afectados rechazaron por insuficiente la propuesta que la Consejería había puesto encima de la mesa y reafirmaron su intención de continuar con la huelga.
Lejos de relajarse la tensión, en los últimos días se han producido cruce de reproches por ambas partes y, aunque las negociaciones no se han dado por rotas, no hay fecha en el horizonte para un nuevo encuentro, que sería el cuarto para tratar de cerrar un acuerdo que permita la desconvocatoria de la huelga.
Desde el comité de huelga se ha reclamado un interlocutor “con capacidad de resolución” ante una “Consejería de Sanidad intervenida”, con una invitación para el titular de la cartera de Economía, Javier Fernández-Lasquetty, se sume a la negociación al ser el responsable de determinar la partida presupuestaria que sería necesaria.
El propio Lasquetty ha asegurado que las propuestas planteadas por la Consejería de Sanidad al comité de huelga de Atención Primaria “entran en el marco presupuestario”, aunque el sindicato Amyts, convocante de la jornada, se ha recalcado el cansancio ante los incumplimientos por parte del Gobierno regional que se arrastran desde hace años.
Por lo pronto la huelga continúa y mañana, cuando se cumple una semana de paros, Amyts ha convocado una manifestación frente a la Consejería de Hacienda.
La manifestación ha tenido lugar sólo dos semanas después de la multitudinaria marcha convocada el domingo 13 de noviembre en defensa de la sanidad pública, a la que acudieron 200.000 personas, según la Delegación del Gobierno, y 670.000, según los organizadores.
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