La extraña situación epidemiológica del estreptococo A que multiplica faringitis y amigdalitis entre los niños

Esther Samper

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La bacteria Streptococcus pyogenes es una sospechosa habitual en casos de amigdalitis y faringitis, especialmente en los niños, a lo largo del invierno y a principios de primavera. Sin embargo, desde septiembre de 2022 y a lo largo de 2023, este microorganismo (también conocido como estreptococo del grupo A) está teniendo un protagonismo inusitado en las consultas de pediatría: se ha detectado un aumento notable de la frecuencia de las infecciones estreptocócicas (sobre todo de las más leves: faringitis y amigdalitis) en múltiples países de Europa. Además, Reino Unido publicó una alerta por esta causa el pasado diciembre tras la muerte de 15 menores.

Nuevos datos apuntan a que las infecciones por S. pyogenes no solo están siendo más frecuentes de lo normal, sino que también estarían provocando casos más graves en algunos lugares de Europa. Hace unos días se publicaron los resultados de una vigilancia microbiológica en Holanda en la que se han detectado cuatro veces más casos de meningitis por estreptococo del grupo A en dicho país en 2022 comparado con años previos. Los autores recomiendan a los médicos “estar vigilantes sobre la aparición de meningitis por S. pyogenes” porque la incidencia por una variante más invasiva de la bacteria, de reciente aparición, podría ir en aumento.

¿Cuál es la situación del estreptococo en España? Por ahora, es difícil saberlo con certeza. Todavía no existen datos publicados al respecto ni tampoco cifras oficiales, ya que la infección por este patógeno no es de declaración obligatoria en nuestro país. La pediatra Irene Maté explica que “la Comunidad de Madrid sacó un informe en diciembre afirmando que sí había mayor incidencia, pero no mayor mortalidad”. Además, un grupo de trabajo de la Sociedad Española de Infectología Pediátrica (SEIP) está recogiendo datos sobre infecciones invasivas por el estreptococo en niños. Por ahora, la verdadera magnitud de las infecciones por Streptococcus pyogenes en España y el resto de países de Europa sigue siendo un misterio y resolverlo llevará tiempo.

Más allá de los datos científicos y oficiales, la impresión de múltiples pediatras en nuestro país es que la epidemiología del estreptococo es muy diferente de años anteriores. “Es algo que llevamos viendo toda la temporada escolar. Estamos viendo un número mayor de casos sospechosos y de casos confirmados y repetirse varias veces en los mismos niños. Niños que hemos tratado adecuadamente pocas semanas antes y que vuelven a presentar el cuadro, que confirmamos con test rápidos o cultivos. Lo habitual es que sea menos frecuente, se agrupe algo más en el tiempo. Suele ser algo de finales del invierno y principios de primavera y que no veamos recurrencias en una misma temporada. También este año estamos viendo otras infecciones por estreptococo A como otitis o infecciones perianales que habitualmente son muy raras”, informa Maté.

El pediatra Gabriel Ruiz coincide con la opinión de Maté: “Sí que tenemos la impresión muchos pediatras de Atención Primaria de estar viendo más casos de infección por estreptococo de lo habitual, pero también llevamos todo el invierno viendo más infecciones respiratorias víricas. Y cuando hay más infecciones víricas, suele haber más infecciones bacterianas. Es difícil comparar con otros años; desde luego, los años de pandemia han sido muy diferentes. Y en los años previos a la pandemia, la OMS ya informó de una tendencia al alza de las infecciones por estreptococos”.

Al igual que Ruiz, múltiples especialistas barajan como la razón principal tras el aumento de infecciones por estreptococo el incremento en los últimos meses de infecciones respiratorias virales en niños por la falta de exposición a diversos virus respiratorios en años previos, a raíz de las medidas epidemiológicas tomadas durante la pandemia.

Precisamente, las infecciones virales incrementan el riesgo de aparición de infección estreptocócica (un fenómeno conocido como “sobreinfección bacteriana”). Ciertos virus, como aquellos responsables de la gripe o el virus respiratorio sincitial, crean unas condiciones propicias para la infección de diversas bacterias, entre ellas el citado estreptococo. Raúl Ortiz de Lejarazu, jefe del Servicio de Microbiología del Hospital Clínico de Valladolid, aporta un dato que refuerza esa hipótesis: se ha detectado una menor incidencia de infecciones por estreptococo, estadísticamente significativa, entre aquellos niños que habían recibido la vacuna de la gripe.

Las faringoamigdalitis por estreptococo del grupo A suelen presentarse con fiebre, agrandamiento de los ganglios linfáticos del cuello, dolor de garganta al tragar o al hablar e inflamación y placas de pus en amígdalas. Ante la sospecha de que un niño padezca esta infección, ¿qué deberían hacer los padres? La doctora Maté traslada un mensaje de tranquilidad: “Son infecciones que conocemos y reconocemos bien los pediatras, que podemos confirmar fácilmente en la consulta gracias a los test rápidos y que se tratan con facilidad con penicilina o amoxicilina. Así que lo que les recomiendo es que acudan a su pediatra para que valoren a sus hijos e inicie un tratamiento”. 

En la misma dirección, Ruiz añade: “Por suerte, tenemos un test de diagnóstico rápido de estreptococo que es una buena herramienta de ayuda. Como todo test, se debe interpretar bien en el contexto de los síntomas clínicos. Se estima que entre un 15 y un 20% de niños en edad escolar son portadores del estreptococo, y éstos no deben tratarse con antibióticos casi nunca”.