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Hace 70 años, Rosa Parks se negó a ceder su asiento en el autobús y cambió la historia de los derechos civiles en Estados Unidos

Rosa Parks junto a Martin Luther King Jr.

Laura Cuesta

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En 2002, la cineasta Julie Ash llevó a la gran pantalla la historia de Rosa Parks. La película protagonizada por Angela Bassett, que consiguió una nominación a mejor actriz principal en los Emmy por este papel, narra la vida de Parks, una mujer negra que inició el movimiento de los derechos civiles en Alabama en 1955 después de negarse a ceder su asiento en el autobús a un pasajero antes. Esta semana se cumplen 70 años de ese gesto simbólico que marcó un antes y un después en la lucha contra el racismo en Estados Unidos.

Todo ocurrió el 1 de diciembre de 1955. Parks, que entonces tenía 42 años y era costurera, volvía a casa en autobús después del trabajo en Montgomery (Alabama). En un momento dado, un pasajero blanco subió al medio de transporte y se quedó sin sitio en el que sentarse. La mujer, obligada por las normas municipales de aquel momento a ceder su asiento por el color de su piel, permaneció sentada. 

El gesto de Parks dio continuidad al de otras mujeres afroamericanas, como Claudette Colvin, Aurelia Browder o Mary Louise Smith, que ese mismo año habían rechazado ceder su asiento a personas blancas. Tal como explicó en su autobiografía más tarde, Rosa no se levantó porque estaba cansada. “No estaba cansada físicamente, ni más cansada de lo que solía estar al final de una jornada laboral. No era mayor, tenía 42 años. No, de lo único que estaba cansada era de ceder. Mientras más obedecíamos, peor nos trataban”, señaló. 

Parks fue arrestada, acusada de violar las normas de la ciudad por aquella actitud, y sentenciada a pagar una multa de 14 dólares que se negó a pagar por considerar ilegal. El arresto generó un revuelo en Montgomery, donde la comunidad organizó un boicot: durante 381 días, las personas negras de la ciudad se negaron a utilizar el autobús. La protesta acabó el 20 de diciembre, cuando el Tribunal Supremo declaró inconstitucional tal segregación.

La segregación racial en Estados Unidos

Esta semana se cumplen 70 años del gesto simbólico de Rosa Parks, que la convirtieron en un icono de la lucha contra la segregación racial en el país. En aquel momento, las personas no solo estaban obligadas a ceder su asiento a personas blancas en el autobús. También tenían que entrar por la puerta delantera para pagar el billete y, a continuación, bajar para acceder por la parte trasera.

Pero la segregación iba mucho más allá de los autobuses. La comunidad de negros tenía vetado el acceso a piscinas, restaurantes y numerosos servicios públicos, que se consideraban exclusivos para blancos. En Montgomery, pero también en muchas otras ciudades de EE.UU., había letreros donde se podía leer “solo para blancos” o “negros no” que reforzaban la separación racial en la vida cotidiana.

Convertida ya en símbolo del movimiento por los derechos civiles, Rosa Parks no se libró del racismo: recibió innumerables amenazas y sufrió represalias laborales, llegando a perder su empleo como costurera. Luchó toda su vida por una sociedad más justa e igualitaria hasta que, en 2005, falleció a los 92 años. A día de hoy, los estados de California, Missouri, Ohio y Oregón conmemoran todos los años el Día de Rosa Parks.

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