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Apple pierde lustre ante su pasividad en inteligencia artificial, la falta de nuevos productos y la pujanza china

VentasIphone

Carlos del Castillo

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A Steve Jobs le gustaba decir que la vida es evolución. Ahora Apple parece estar diciendo adiós a una etapa de liderazgo. Su compañía dio la bienvenida a 2024 perdiendo el primer puesto como empresa más valiosa del mundo con Microsoft y ha cerrado el primer trimestre dejando de ser el fabricante de móviles que más vende. Un período en el que también se ha filtrado que la compañía que dio a luz a Siri podría no sumarse a esta carrera de la inteligencia artificial (IA), ya que está negociando con Google para incluir la suya en la próxima generación de iPhone.

“Un periodo creativo como éste sólo dura quizá una década, pero puede ser una década dorada si lo gestionamos adecuadamente”, dijo Jobs en el año 2000. Lo cierto es que duró mucho más, ya que en 2007 presentó el primer iPhone e inició un período que colocó a su empresa como una referencia en el campo de la innovación tanto del hardware como del software.

Una imagen de vanguardia que Apple podría estar perdiendo poco a poco. “Apple ya no es una compañía innovadora, es una compañía de lujo tecnológico que marca las tendencias de su mercado, como pasa con la moda”, expone José Antonio Alguacil, responsable de la agencia Ilusionlabs. El último producto que ha sacado a la venta, unas gafas de visión aumentada llamadas Vision Pro, nacen sin una utilidad concreta.

Se trata de un dispositivo de altísima tecnología de realidad mixta (realidad virtual y realidad aumentada) que la compañía encuadra como “la primera computadora espacial de Apple”: más que un móvil para llamar, más que un ordenador para trabajar y más que una televisión para el entretenimiento.

Sin embargo, sus primeros usuarios están reportando los mismos problemas que impiden que las gafas de realidad virtual se conviertan en un producto de gran consumo: su uso prolongado puede producir dolores de cabeza y de cuello debido a su peso (unos 650 gramos sin contar el peso de la batería, que va unida con un cable para guardar en el bolsillo) y malestar por tener un aparato relativamente grande pegado a la cara. La propia Apple recomienda quitárselas cada 20 o 30 minutos hasta acostumbrarse a su uso.

Con un precio de 3.500 dólares en su versión más básica se coloca como un producto muy alejado del gran público, lo que hace que empresas como Netflix rechacen la posibilidad de desarrollar apps específicas para ellas que aprovechen todo su potencial.

Mientras las Vision Pro navegan cierta incertidumbre acerca de si permitirán a Apple recuperar la inversión que ha hecho en ellas, su producto estrella pierde fuelle. Las ventas de los iPhone han caído un 10% en los tres primeros meses del 2024 en comparación con el mismo período del año anterior, según los datos de los datos de la consultora de análisis de mercado International Data Corporation (IDC). Esto permitió a Samsung recuperar su posición como el mayor fabricante de teléfonos inteligentes del mundo con el 20,8% de cuota de mercado.

Xiaomi por su parte experimenta un crecimiento del 34% en sus ventas para colocarse como el tercer fabricante del mundo. La compañía china domina ya el 14,1% del mercado, a poco más de tres puntos del 17,3% de la compañía dirigida por Tim Cook. Estos movimientos se dan a pesar de que la consultora destaca que sigue “observando un crecimiento del valor y de los precios medios de venta, ya que los consumidores optan por dispositivos más caros sabiendo que los conservarán durante más tiempo”, lo que a priori beneficia el modelo de negocio de Apple.

“Xiaomi se está recuperando con fuerza de las grandes caídas experimentadas en los dos últimos años”, expone Nabila Popal, directora de investigación del equipo Worldwide Tracker de IDC. Los diferentes momentos que atraviesan ambas empresas se ejemplifican con un coche: tras diez años de desarrollo y miles de millones de dólares invertidos en investigación, Apple cancelaba en febrero el proyecto para lanzar su propio vehículo al mercado. Casi a la vez, Xiaomi anunciaba que el suyo ya está disponible para la reserva, superando las 100.000 unidades solicitadas en apenas unos días.

“Las ventas de Apple en unidades se resienten, precisamente por el giro estratégico que parece estar dando hacia el lujo”, expresa José Antonio Alguacil, que también gestiona un canal de YouTube especializado en empresas y tecnología. “Sin embargo, esta caída en ventas por unidades no afecta a sus beneficios, ya que extraen un mayor margen que cualquier fabricante por unidad. Menos es más, también en el mercado tecnológico. Sobre todo cuando tu beneficio se engrosa y tus impuestos se adelgazan gracias al gran entramado empresarial de Apple en el mundo”, añade.

¿Con inteligencia artificial de Google?

Sin embargo, la política que más está penalizando a Apple, al menos a nivel bursátil, es su decisión de no unirse a la carrera de la inteligencia artificial generativa. Microsoft ha optado por integrar esta tecnología a nivel nativo en sus dispositivos, incorporando múltiples asistentes a Windows y sus programas de ofimática. Samsung ha hecho lo mismo en sus móviles, presentando modelos en el MWC mejorados con IA que recuerdan al salto que había entre los últimos teléfonos sin conexión a Internet y los primeros móviles 3G.

En cambio, la apuesta de Apple han sido las Vision Pro. Una tendencia que los mercados han penalizado con una rebaja del 13% del precio de sus acciones este 2024, que contrasta con los crecimientos del 10% de Microsoft, del 11% de Google o del 85% de Nvidia, compañías que han fiado su estrategia de futuro a la IA. Esta última podría incluso superarla en poco tiempo si sigue al alza en los próximos meses.



La respuesta de los de Cook a esta situación ha sido negociar con empresas que sí están trabajando con esta tecnología para tratar la posibilidad de licenciarla en sus dispositivos. Entre ellas están Google, que desarrolla una IA llamada Gemini, que se incorporaría a los iPhone a partir de la versión 18ª de iOS. Otra de las que ha estado sobre la mesa es la IA de Baidu, conocida como el Google chino. “Es un asunto que no ha sentado bien en el gobierno de los EEUU”, recuerda Alguacil: “Dejar entrar una IA china en los aparatos de uso masivo en USA es una temeridad estratégica”.

“Estamos hablando de una nueva revolución tecnológica mucho más poderosa que la llegada de internet, y Apple llega tarde”, confirma el experto. “Los mercados no compran lo que vales, si no lo que creen que puedes valer y en estos momentos las IA son elementos de desarrollo estratégico, no solo para las empresas, también para los países. Microsoft ha visto la oportunidad invirtiendo en Open IA de manera masiva y con ello tener una ventaja competitiva muy prometedora. Ndivia es el motor que hace que todas estas IAs funcionen, es el nuevo hardware, el aire que todos necesitan respirar, y por lo tanto se enfrentan a un crecimiento tan exponencial como su mercado. La tendencia dependerá de los productos que Apple pueda presentar, de su impacto en el mercado y de cómo respondan los actores comerciales ante dichas expectativas”, concluye.

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