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Un retrato de los cientos de 'black sites' donde Alemania espiaba a los ciudadanos

'Performance' de los interrogatorios que los servicios secretos alemanes hacían a refugiados para obtener información

José Manuel Blanco

Con los filtradores de información se puede trabajar para conseguir una exclusiva periodística… o una performance de concienciación social. El artista multimedia alemán Franz Wanner se alió con un periodista que había trabajado con filtradores de los servicios de inteligencia de su país (conocidos como Bundesnachrichtendienst o BND) para dar a conocer las ubicaciones en las que se encontraban los black sites o centros clandestinos de los servicios secretos.

Al oír hablar de black sites, quizá los que primero vengan a la mente sean los de la CIA, pero el SND tenía muchos y de todo tipo. La lista completa incluye lugares como la Frauenkirche, la iglesia catedral de Múnich. Hace unos meses se supo que en su campanario había una estación de radio secreta. Las autoridades católicas aseguraron no tener conocimiento de ello. El SND, que dijo que no se había usado desde hacía tiempo, lo desmanteló a las pocas semanas.

El trabajo, denominado The Interrogation (El interrogatorio en español), cuenta con la ayuda del periodista alemán Erich Schmidt-Eenboom, que ha estado en contacto con miembros de los servicios secretos durante 30 años. El reportero y el artista se han aliado para crear ese listado de centros clandestinos, que están sobre todo en Múnich y sus alrededores. El objetivo es ver cómo han operado los servicios secretos alemanes en estos 70 años y dónde se escondían algunas de sus sedes. Con su proyecto, Wanner quería concienciar a la población de la capital bávara de cuántos lugares de la zona fueron usados para los intereses de los espías. Porque los centros clandestinos pueden estar situados en los lugares más insospechados.

Entre los objetivos de esos centros clandestinos, según recoge la descripción de The Interrogation, estaba la vigilancia de periodistas y la creación de documentos falsos. También, el montaje de sistemas de escucha como el de la Frauenkirche. Junto al listado, Wanner propone una performance sobre un centro clandestino ya viejo conocido de los alemanes: hace unos años se supo de un lugar donde se entrevistaba a refugiados con el fin de concederles su solicitud de asilo. Pero se descubrió que el objeto de estas entrevistas era que aportaran información valiosa para los servicios secretos. A cambio, obtendrían el permiso de residencia. Aunque ese lugar de entrevistas se cerró en 2014, debido a la presión social, Wanner asegura que los interrogatorios se han seguido haciendo en otros emplazamientos. Algunos medios también denunciaron que esas prácticas seguían.

Así, la exposición se ha presentado en una sala de Múnich en la que se simulaba una entrevista de capacitación de los servicios de inteligencia. En el mismo lugar se encontraban la descripción de los otros centros. Como reza la descripción, “hay áreas, incluso en sociedades consideradas democráticas, en las que los estados violan sus propios principios legales”. Ciudadanía, privacidad y secretos de Estado son conceptos que rodean esta obra denuncia de Wanner.

Entre el resto de sedes, irónicamente está un antiguo asentamiento nazi, el conocido por el apodo de Objekt Nikolaus. Situado en Pullach, un municipio cercano a Múnich, es la actual sede de los servicios secretos desde 1947, aunque en la actualidad la mayoría de empleados están en otras oficinas en Berlín.

En las calles de Múnich también se encuentra una oficina de gestión de fondos de pensiones para agentes detenidos y sus familias, que pasa desapercibida en una calle cualquiera de la ciudad. Una de las instalaciones militares, el Bayern-Kaserne, es el centro de reunión de los soldados que trabajan para el BND, según la investigación. También hay un llamado “Instituto de Telecomunicaciones” para desarrollar tecnologías de esta disciplina y de seguridad.

Schmidt-Eenboom se ha servido de documentos no solo del BND, sino también de la CIA y de la inteligencia francesa. A ellos se suman el contacto con exagentes. Todo este material es el que ha servido a Wanner para preparar la performance y el resto de su trabajo.

El descubrimiento de los black sites alemanes ha venido acompañado por la polémica. En los últimos años, el BND ya estaba siendo criticado, pues se había descubierto que uno de sus agentes había estado presente en el asesinato que cometió una banda de neonazis. A la vez, Baviera aprobó el pasado mes de mayo una ley que permite a los policías llevar a cabo acciones preventivas si creen que se puede cometer un delito o hay un “peligro inminente”. Esto llevaría a que se vigilara a personas sin necesidad de orden judicial. Al mismo tiempo, algunos medios habían criticado a Wanner por publicar toda esta información.

Centros clandestinos por el mundo

No son los únicos black sites que se han conocido con el paso del tiempo. Algunos emplazamientos de la CIA que se han descubierto no eran simples edificios de oficinas. Eran centros clandestinos donde se practicaban detenciones ilegales y torturas. El propio expresidente de Estados Unidos, George W. Bush, confirmó en 2006, durante su segundo mandato, la existencia de esas prisiones fuera del territorio nacional. Entonces aseguró que los métodos usados en los interrogatorios no se podían calificar de torturas, aunque aseguró que eran procedimientos duros.

De acuerdo a la ONG Iniciativa de Justicia de la Sociedad Abierta (OSJI), una cincuentena de países, incluido España, habrían colaborado con el programa de detenciones ilegales. Incluso miembros de esos equipos se habrían alojado presuntamente en Mallorca al realizar alguno de estos viajes para trasladar presos.

Conocidos son también los centros clandestinos de detención de algunas dictaduras de América Latina, aunque el nombre de black sites está más relacionado con las prácticas de la CIA. Allí, se han convertido en centro de memoria y recuerdo de la represión. Entre los más conocidos está la Escuela de Mecánica de la Armada o ESMA, en Buenos Airesconvertido en un espacio de memoria que recuerda las torturas y asesinatos que allí se practicaron de 1976 a 1983.

Mientras, en Santiago de Chile se puede visitar Londres 38, en la calle y número del mismo nombre. Esta casa fue un black site durante la dictadura de Augusto Pinochet. Antigua sede del Partido Comunista de Chile, en sus paredes quedaban restos de sangre o fluidos que han sido analizados recientemente para buscar indicios de los torturados que pudieron alojar.

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