Por qué el desodorante te hace oler peor
El sudor puede ser un problema cotidiano para mucha gente. Por un lado, la sudoración excesiva puede manchar la ropa, pero además las bacterias que viven en nuestra piel descomponen el sudor, provocando en ocasiones mal olor.
Precisamente la inmensa mayoría de los desodorantes que se encuentran en los supermercados están diseñados para atajar estos dos procesos. Por un lado son antiperspirantes, y evitan la sudoración excesiva, y por otro son antisépticos, y matan a las bacterias que viven en nuestras axilas. Aquí es donde empiezan los problemas.
Lo habitual es que después de al poco tiempo de usar desodorantes con esta formulación, el olor sea terrible en cuanto el desodorante “nos abandona”, un olor que incluso es peor que antes. ¿Qué está ocurriendo?
El sudor que sale de nuestro cuerpo no solo se encuentra en las axilas. Una persona como media produce alrededor de un litro de sudor al día que exuda por sus tres millones de glándulas sudoríparas. Las glándulas que cubren la mayor parte del cuerpo son pequeñas y se denominan glándulas ecrinas. Producen un sudor acuoso e inodoro que ayuda a controlar la temperatura, por ejemplo, en verano o cuando estamos haciendo ejercicio.
Pero hay otro tipo de glándulas llamadas apocrinas que son más grandes y se encuentran principalmente en las axilas. Empiezan a producir sudor cuando llegamos a la pubertad y segregan un sudor más espeso, con proteínas y ácidos grasos disueltos. Este sudor no se segrega tanto para refrigerarnos, sino que se produce en situaciones de estrés.
Esto parece tener un sentido evolutivo. La composición del sudor de las axilas varía de una persona a otra dependiendo de los genes, determina qué bacterias lo descomponen, y finalmente el olor de cada uno de nosotros. Esto podría haber servido en el pasado para reconocernos unos a otros o incluso para identificar emociones como el miedo o, en el caso de las mujeres, si están en días fértiles o no, todo a través del olor.
Los desodorantes comerciales suelen contener sales de aluminio que forman un gel sobre la piel que tapona las glándulas sudoríparas. Por cierto, es exactamente lo mismo que produce el antiperspirante de sales de alumbre, que se vende como opción más natural. Esto evita el primer problema, que es que salga el sudor del cuerpo. Pero por desgracia produce un nuevo problema.
Hay un mito persistente sobre el aluminio como antiperspirante y el riesgo de cáncer de mama, pero en realidad no se ha podido encontrar ninguna relación. El verdadero motivo por el que los antiperspirantes son una mala idea es mucho más prosaico.
Las colonias de bacterias que se alimentan del sudor de las axilas son de dos tipos: estafilococos, que no producen demasiado mal olor, y corinebacteria, que producen un olor especialmente desagradable. Como se pudo comprobar en un reciente experimento, los antiperspirantes matan a las bacterias Staphlococcaceae, y las oportunistas Corynebacteria ocupan su lugar proliferando muy por encima de su población habitual. Esto produce un olor aún más asqueroso, que no quedará más remedio que contrarrestar con más agua, jabón, y más desodorante.
El otro componente de los desodorantes comerciales es el alcohol. El alcohol mata las bacterias y produce un pH ácido en la piel que evita que se multipliquen. Pero poco a poco se disuelve y al poco tiempo tenemos el mismo problema anterior. Las bacterias que producían nuestro olor corporal neutral han muerto, y las bacterias oportunistas hacen que nuestro sobaco apeste.
Aunque es un tema controvertido, la depilación sí tiene un efecto sobre el sudor. En un estudio realizado en 2016 con hombres, se encontró que depilar las axilas reducía significativamente su olor, pero esto se producía simplemente porque la limpieza con agua y jabón era más efectiva sin pelo.
¿Qué hacer? Al igual que ocurrió con el champú (otro cosmético que produce el mismo problema que pretende solucionar, la grasa en el pelo) hay un movimiento creciente de personas que están abandonando el desodorante, en lugar de dejar que el desodorante las abandone a ellas, llamado No-Deo. En una reciente encuesta en EEUU se descubrió que el 40% de los jóvenes no usaban ya desodorante.
En su lugar se promueven alternativas caseras usando bicarbonato, almidón de arruruz, aceites de coco y menta y otros compuestos. Según sus defensores, tras unos días de adaptación en los que conviene el distanciamiento social, la microbiota de las axilas se estabiliza y empiezas a oler, no a flores, sino a ser humano, lo cual no es necesariamente una mala cosa.
¿En qué se basa todo esto?
The specific biochemistry of human axilla odour formation viewed in an evolutionary context
La bioquímica específica de la formación de los olores de la axila humana vista en un contexto evolutivo
Habíamos encontrado que el tipo de olor específico del individuo es estable y está determinado genéticamente. Esto indica que los olores de la axila pueden revelar información específica del individuo y podría, en principio, contribuir al reconocimiento de los familiares.
El aroma del atractivo: los niveles de hormonas reproductivas explican las diferencias individuales en el olor corporal de las mujeres
Al demostrar que el atractivo del olor corporal de las mujeres se explica por los niveles de hormonas reproductivas femeninas, pero no por los niveles de cortisol o testosterona, aportamos pruebas de que el olor corporal actúa como un indicio válido de una posible fertilidad.
Antiperspirant Use and the Risk of Breast Cancer
El uso de antitranspirantes y el riesgo de cáncer de mama
Estos hallazgos no apoyan la hipótesis de que el uso de antitranspirantes aumente el riesgo de cáncer de mama.
El efecto del uso habitual y experimental de productos antitranspirantes y desodorantes en el microbioma de la axila
Aunque la suspensión del uso de desodorante y antitranspirante favorece de manera similar la presencia de estafilococos sobre la corinebacteria, sus modos de acción diferenciales ejercen efectos sorprendentemente diferentes sobre la riqueza de otras bacterias que viven en las comunidades de las axilas.
Un estudio clínico comparativo de diferentes procedimientos de depilación y su impacto en la reducción del olor axilar en los hombres
En el primer día, la depilación con tijeras seguida del lavado con jabón no ofreció ninguna mejora significativa en el control inmediato de los olores (27,2% de reducción con respecto a la línea de base) en comparación con el lavado con jabón solo.
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