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Compra Vialis: la gran ruta de las farmacias online y su spam

Buymeds - Farmacia

Marta Peirano

Berlín —

La cultura popular ha elevado a los hackers a la categoría de guerreros autistas pero carismáticos de inteligencia sobrehumana, mientras que imaginamos al spammer como un mamporrero de medio pelo rodeado de chettos y pastillas adulteradas por colocar.

Pero hasta en el hampa hay jerarquías: en la escala más baja están los scammers de Spectranet en Nigeria y en la más alta, los Mad Men del comercio digital ilegítimo, “un reparto excepcional de anarquistas postnacionalistas, archiadministradores de sistemas, visionarios del diseño de protocolos, reinas del desarrollo de comunidades, ingenieros tecnolibertarios y una masa distribuida de furiosos activistas” cuya media naranja son las Farmacias Online.

Los miembros más valorados de la comunidad más vilipendiada de la Red son publicitarios contratados por compañías de legalidad difusa cuyo modelo de negocio excluye comprar publicidad en el Vogue, pero no la venta de productos legítimos. Como han comprobado millones de personas en los últimos años, es muy probable que, si pinchamos accidentalmente en la palabra Cialis, el enlace nos lleve a una de las muchas y bien diseñadas farmacias online que venden “medicamentos sin receta con seguridad a buen precio y con discreción”. Y, si compramos accidentalmente uno de sus productos, lo más probable es que en las semanas siguientes recibamos un sobre marrón sin remitente con el producto deseado envuelto en celofán.

Como en todas las transacciones ilegales, el riesgo es casi siempre para el consumidor. Si el producto resulta ser falso -o peor aún, tóxico-, tiene los mismos recursos legales que el que compra una cámara robada en el rastro, pero las leyes del mercado juegan a su favor. Los medicamentos que se ofrecen son genéricos que se producen legalmente en países como India o China, razón por la cual Bangalore ha subido al primer puesto en la lista mundial de spammers.

Las farmacias que los venden tienen licencias en sus países de origen, pero les falta mercado. Para estos negocios es mucho más rentable satisfacer a muchos es más rentable que estafar a unos pocos; la Universidad de California en San Diego calcula que las mayores farmacias online generan un mínimo de entre uno y dos millones y medio en ventas cada mes (siendo conservadores). El spammer cobra entre un 12 y un 40% de cada venta terminada; por eso los Don Draper del spam sólo trabajan con farmacias de buena reputación.

Pero ¿quién compraría medicamentos online?

Para empezar, cualquiera de los 50 millones de personas que viven en Estados Unidos sin cobertura médica. El coste combinado de la cita con un doctor y el producto farmacéutico es muchas veces superior al de los productos que venden las farmacias online y muchas familias tienen acceso a tratamientos vitales para su supervivencia. Hay un 68% de sus clientes compran remedios para males que les da vergüenza pedir Viagra o Cialis a su médico o farmacéutico.

La tendencia que crece, sin embargo, es un tipo de usuario muy joven que quiere medicamentos para enfermedades que no tienen, como los varios millones de universitarios que usan Adderall o Modalert para sacar mejores notas; o que no necesitan, como gente con trastornos de alimentación que compran Orlistat. En los últimos años la gran fiebre de remedios orgánicos trajo también una nueva generación de crecepelos milagrosos que incluyen vitaminas para perder 30 kilos en media hora y granos de café que te transforman en un semental de Jalisco, en su gran mayoría inocuos pero tan inservibles como los de cualquier farmacia de la Moraleja.

Farmacia vs. Farmacia

Farmacia vs. FarmaciaLa demanda produce fraudes, pero los usuarios habituales aplican la ley de la Inteligencia colectiva en foros y asociaciones de consumidores donde se valoran la legitimidad, rapidez y calidad del servicio. Aparentemente, el 95% de las ventas se producen sin contratiempos pero pasan por tres bancos específicos, situados en Azerbaiyán, Dinamarca y una isla de las Antillas llamada Nieves y no son investigadas porque no son ilegales y no suele haber quejas por ninguna de las partes.

El principal riesgo para el usuario está al otro lado de la transacción; si el paquete se pierde o queda retenido, como ocurre a menudo, queda descartado cualquier intento de reclamación. Muchas tiendas veteranas rechazan pedidos a países de aduanas estrictas y una gran tradición química, como Alemania o Suiza.

El mayor perjudicado del negocio de medicamentos online es su gemelo legítimo, la gran industria farmacéutica, que pierde miles de millones cada año por culpa de genéricos que comparan a los bolsos de Gucci falsificados del mercadillo. Aprovechando su control sobre los Dominios de la Red, la FDA hace barridos habituales para librarse de las más sospechosas, pero el negocio no hace más que crecer y al menos un gigante ha decidido emplear los métodos del enemigo y vender viagra por la Red, para ganarse a los vergonzosos con descuentos y promociones que recuerdan, efectivamente, al spam de toda la vida.

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